El directorio de Ancap aprobó una petición de crédito bancario por 40 millones de dólares, que ahora espera el visto bueno del Poder Ejecutivo. Con esto el ente busca hacerse de capital de giro, luego de que en mayo el gobierno decidiera mantener fijo el precio de los combustibles, como una de las medidas para la recuperación de la actividad. Esto tuvo como consecuencia que el último reporte de Ancap señale que, de mantenerse vigentes los precios actuales, al cierre del ejercicio 2021 “la destrucción total de caja” se proyecte en 253 millones de dólares.
Según informa El Observador este miércoles, la decisión del gobierno de mayo implicó un duro golpe a la economía de Ancap, que ya venía desestabilizada por la diferencia entre sus ingresos por ventas y el costo de sus compras, sobre todo el precio internacional del petróleo.
La renovación de préstamos está encaminada y sólo restan aspectos formales, según informó al matutino el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic.
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Ancap también analiza dos medidas complementarias para resolver el aprieto financiero. Por un lado, se considera pedir la ampliación de una línea de crédito de contingencia con el Banco República, que funciona como respaldo en caso de que los costos de las materias primas aumenten más de lo previsto.
Otra camino posible es que las ganancias de Ducsa, la distribuidora de combustibles, pasen a ser activos de Ancap y no se transfieran a la caja del Estado, tal como sucede actualmente. El Observador recuerda que esta posibilidad fue presentada por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, al anunciar el congelamiento de precios en abril. De concretar esta posibilidad, se puede pensar en una cifra similar a la del ejercicio anterior, que reportó ganancias por 21,8 millones de dólares.
Otro tipo de medidas dependerá de la evolución de las ventas de combustible y del precio de las materias primas en mayo y junio, además del posible ajuste en las tarifas en junio, que depende del análisis que haga el gobierno.