La puesta en marcha de un nuevo instituto tecnológico en Lavalleja –donde no hay carreras universitarias actualmente–, nuevas carreras de posgrado, la extensión de la oferta educativa en Artigas, Cerro Largo, Treinta y Tres –con nuevas carreras, como Tecnologías Educativas–, y convenios binacionales adaptados a lo que los departamentos demandan son algunos de los objetivos marcados en la planificación estratégica 2021-2025 que elaboró la Universidad Tecnológica (Utec).
Todos esos proyectos, y más, tienen como contraparte un presupuesto que aumenta en comparación con lo otorgado en el último quinquenio. Graciela do Mato, consejera de la Utec, que mantendrá su cargo en el Consejo Directivo Central provisorio hasta 2022, explicó a la diaria que los técnicos estiman 20% de aumento anual durante los próximos cinco años para poder cumplir con las metas proyectadas.
“No vivimos fuera de la realidad, sabemos que va a ser un presupuesto muy discutido. Nosotros vamos a pelear nuevamente a nivel técnico y político para decir que la Utec es una universidad que está en pleno proceso de crecimiento y consolidación, y necesita ese presupuesto”, detalló la consejera.
“Es imposible tener 15% menos de presupuesto”
Más allá de defender sus aspiraciones, la Utec además deberá sostener la excepción que piden al Decreto 90/20 en el que el Poder Ejecutivo impone 15% de reducción del gasto en toda la administración pública. “No podemos hacer esa reducción, entendemos que hay que hacer una diferencia muy importante entre los organismos públicos como los ministerios y una universidad en crecimiento”, resaltó Do Mato.
“Nosotros tenemos funcionarios docentes, técnicos y de apoyo con una edad promedio en el entorno de los 40 años, es decir, no tenemos una población envejecida que pudiéramos jubilar con algún tipo de incentivo. Tampoco tenemos coches o choferes para reducir. Realmente sería imposible, muy difícil, cumplir con la disminución de 15% que plantean”, detalló la consejera.
En conflicto
Uno de los sindicatos de la Utec sigue en conflicto por lo que consideran “hostigamiento sindical” con una docente a la que no se le renovó el contrato y con otro al que se le renovó por menos tiempo, a pesar de poder constatar buenos desempeños. Según los agremiados, “no se cumplieron los procesos establecidos” y el consejo actúa “por fuera de las leyes nacionales”. Además, cuestionan la forma de ingreso a la Utec, con un concurso en el que pesa mayoritariamente la entrevista. Sobre estos puntos Do Mato prefirió no hacer comentarios más allá de decir que se aceptará la bipartita que pide el sindicato y que todos los procesos se ajustaron a la norma.
El mayor riesgo que corren es el de tener que interrumpir las carreras que comenzaron en los últimos tres años. Las carreras se inician con el plantel docente necesario para cubrir el primer año y a medida que avanzan los estudiantes se incorporan nuevos docentes. Según explicó Do Mato, la Utec no sólo no puede reducir el 15% de su presupuesto, sino que tampoco toleraría un crecimiento cero, porque necesita contratar nuevos docentes para terminar las carreras. “Es realmente imposible concebir una Utec en crecimiento dejando carreras sin culminar”, subrayó.
¿Cuáles son las prioridades?
Do Mato avizora que deberán priorizar algunos proyectos en los próximos años. Sobre eso comentó: “Podemos dilatar las propuestas nuevas de acuerdo con el presupuesto que nos den, lo que no podemos es postergar las carreras”.
Otra prioridad será la formación permanente. La consejera enfatizó lo rápido que avanza la tecnología y lo importante que es para los egresados de la Utec poder hacer carreras de posgrado que los actualicen, pero, en vista de los costos asociados, apelarán a ofrecer al menos cursos cortos de capacitación.
La falta de presupuesto eliminaría la opción de construir un ITR en el este y también frenaría el impulso de nuevas carreras en las sedes actuales: “Nada de lo que está planteado en la planificación puede llevarse a cabo en los años planificados sin presupuesto. Esperemos que el país crezca y en algún momento se pueda hacer”, dijo la consejera. Do Mato agregó: “La Utec es una universidad muy vinculada al sector productivo y empresarial. Se hacen estudios muy importantes de las demandas en cada una de las áreas estratégicas del país, son nuestros representantes los que deciden a qué le dan prioridad”.
El consejero faltante y las clases presenciales
El veterinario Andrés Gil ya tiene la venia como tercer miembro del consejo de la Utec y, aunque aún falta una firma para hacerlo oficial, ya hace un mes que acompaña el trabajo de la universidad. También se espera la firma del Ministerio de Salud Pública, que debe autorizar el protocolo para volver a las clases presenciales. Do Mato piensa que tal vez el segundo semestre ya se pueda cursar en los institutos y sedes.
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