Esta semana, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) se sumó a los reclamos que venía haciendo un grupo de becarios del servicio de comedores de la Universidad de la República (Udelar) desde hace algunos meses. Más allá de que ponen focos distintos sobre el problema, la FEUU convocó el lunes a la prensa para manifestar su preocupación luego de que desde el Servicio Central de Inclusión y Bienestar de la Udelar, que gestiona los comedores, comunicaran a los becarios que esa noche no estaría disponible la cena.
Según explicaron a la diaria Maite Lanza e Ignacio Nebuloni, integrantes de la mesa ejecutiva de la FEUU, el motivo esgrimido desde el Comedor Universitario N°2, el único que está funcionando en la capital, fue la falta de funcionarios para realizar la tarea. Los estudiantes señalaron que los funcionarios del comedor estiman que, para un correcto funcionamiento, las tareas deberían ser realizadas por 22 personas, pero las están haciendo aproximadamente la mitad.
Según detallaron, eso hace que si algún funcionario se enferma, pide licencia por estudio o se ausenta por cualquier otra causa, quede una cantidad de personas que no puede asumir dichas tareas. En ese sentido, explicaron que para servir 100 platos de comida es necesario procesar los alimentos, cocinar, servirlos y luego lavar todos los platos y dejar el lugar en condiciones para el día siguiente.
Lanza y Nebuloni señalaron que los funcionarios del comedor tomaron la decisión de no brindar alimentación cuando son menos de ocho personas en funciones. Desde la FEUU reclaman, por un lado, que el Servicio Central de Inclusión y Bienestar de la Udelar reorganice al personal para hacer frente a la importante tarea. Por otro lado, sostienen que la universidad debe generar por lo menos “un sistema de suplencias”, ya que “no puede ser que falten determinadas personas y el servicio no se brinde”. “Estamos hablando de que hay estudiantes que precisan, por algo son becados, recibir un alimento que no están teniendo”, sostuvo Nebuloni.
Los integrantes de la FEUU afirmaron que los problemas en el funcionamiento del servicio central y en particular de los comedores no son nuevos, sino que se vienen arrastrando desde hace muchos años. La última convención de la federación, realizada semanas atrás para pronunciarse sobre la elección de rector y para aprobar una plataforma programática, se llamó “Sin bienestar no hay futuro, los estudiantes tienen hambre”. Lanza y Nebuloni afirmaron que ello se debió a la intención de los estudiantes de denunciar la situación en los comedores universitarios.
En el caso del comedor N°1, ubicado en el barrio Cordón, permanece cerrado desde el año pasado porque se están realizando refacciones que están llevando más tiempo del previsto. Precisamente, la plataforma programática aprobada por la FEUU plantea, entre otros temas, la necesidad de que el comedor sea reabierto. Uno de los argumentos de peso es que una parte importante de facultades y residencias estudiantiles se ubican en esa zona, por lo que, en caso de contar con el comedor disponible, se ahorran el traslado, tanto a nivel de tiempo como de recursos. Al respecto, también señalaron que el comedor cierra a las 22.00 y que las clases de muchos servicios universitarios terminan a esa hora o incluso más tarde. Por lo tanto, a muchos becarios no les resulta viable trasladarse hasta Parque Batlle, donde se ubica el comedor N°2, sin perder tiempo de clase.
Consultados sobre la puesta en marcha de una tarjeta recargable que las autoridades de la Udelar previeron que pudiera utilizarse cuando por distintos motivos no funcionaban los comedores, los voceros señalaron que hace varios meses se cargó por única vez con 1.000 pesos, pero no a todos los becarios. En abril de este año, la directora del servicio de bienestar universitario dijo a la diaria que en ese momento no se había podido apelar a ese mecanismo por temas administrativos vinculados a la renovación de las becas. No obstante, los estudiantes de la FEUU señalaron que la situación permaneció incambiada en estos meses.
Desde la federación consideran que una solución al problema es impostergable y que debería ser una prioridad de las autoridades para el corto plazo.
Se formó agrupación de becarios que denunció la situación y se mostró crítica con la FEUU
En las últimas semanas y a partir de la situación del comedor, también se formó una Agrupación de Becarios Universitarios de Uruguay. Una declaración publicada la semana pasada menciona la situación que viven los becarios, quienes en muchos casos provienen de departamentos del interior y presentan dificultades para acceder a la vivienda. Según sostienen, ello los lleva muchas veces a “lugares poco seguros” y “costeando una habitación a precios altísimos que nadie regula y nadie controla”.
En relación a los comedores, la agrupación también reclama la apertura del local de Cordón y lamenta que se suspenda el servicio de alimentación cuando la Agremiación de Funcionarios Federados de la Udelar (Affur) realiza paralizaciones. Si bien los estudiantes entienden que el paro es una medida válida, reclaman que desde el Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario se generen alternativas para que los estudiantes puedan alimentarse.
Según recuerdan, a partir de esta situación que se dio de forma más repetida luego del fallecimiento de un trabajador que realizaba tareas de refacción en el Comedor N°1, los becarios enviaron distintas cartas a las autoridades de la Udelar, en las que también aprovecharon a denunciar otras situaciones, entre las que enumeran: “uñas y pelos en la comida, restos de plástico dentro de los alimentos, comida mal cocida o en mal estado”. También hablan de que entre ellos los funcionarios se sirven “porciones desproporcionadas” en relación a las de los estudiantes, de la “desaparición” de bandejas de comida, de “malos tratos de funcionarios” y también advierten la aparición de roedores.
Por su parte, la agrupación cuestiona a la FEUU, ya que entiende que no se hizo eco de los reclamos de los becarios para no confrontar con Affur.
Respecto a la situación en las últimas semanas, la declaración da cuenta de que el 30 de mayo les comunicaron que no se entregaría la cena por el desprendimiento del revestimiento de una pared y luego el comedor estuvo cerrado por algunos días para realizar la refacción. Ante esa situación, los becarios reclamaron a las autoridades que la alimentación se les brinde a través de alguna de las cantinas de los servicios de la Udelar, lo que se terminó concretando “a pesar de la resistencia de Bienestar”, denuncia la agrupación.
De todas formas, la solución encontrada tampoco fue óptima, ya que había becarios que no figuraban en los listados de estudiantes que podían retirar la comida. “Debemos agradecer la disposición y buen trato de la gente de las cantinas que nos acompañó cuando la institucionalidad nos volvió a dar la espalda”, plantean al respecto.
En ese sentido, la agrupación habla de la existencia de “un recorte siniestro y silencioso de becas”, ya que, por ejemplo, hay estudiantes que solicitaron los apoyos a inicios de año y aún no les han comunicado la resolución o no han recibido el pago que les corresponde. Más allá de que sostienen que las autoridades de Bienestar les han manifestado que están haciendo todo lo posible por solucionar estas situaciones, la agrupación entiende que ello no es suficiente y reclaman soluciones de forma urgente.
Además, piden una reforma estructural del sistema de apoyos para estudiantes y realizan algunas propuestas en el marco de la campaña de elección de rector en la que la Udelar se encuentra actualmente. Entre otras medidas, proponen la ampliación del horario de los comedores y que los estudiantes puedan acceder libremente, más allá de los horarios en los que se entrega la comida.
Ante reiterados robos de bicicletas, la agrupación pide que los bicicleteros del comedor puedan moverse para el interior del local, y también solicitan que se realicen investigaciones para determinar lo sucedido con la no implementación de la recarga de tarjetas y la reiterada entrega de comida en mal estado. En el entendido de que uno de los mayores reclamos de los trabajadores es la necesidad de contar con más funcionarios, los becarios organizados proponen que se realice una convocatoria para que los propios estudiantes puedan trabajar en los comedores “en jornadas más flexibles y de menos carga horaria”.