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El presidente de ANEP, Pablo Caggiani, durante la conferencia.

Foto: Alessandro Maradei

Equipos técnicos de varios organismos del Estado lograron la revinculación de 2.246 estudiantes

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En una primera etapa, hace tres semanas, varios organismos encabezados por ANEP y el Mides detectaron que 5.382 niños, niñas y adolescentes estaban desvinculados del sistema.

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A pedido del presidente de la República, Yamandú Orsi, varios organismos del Estado se dedicaron en julio a detectar y ponerse en contacto con estudiantes que se desvincularon del sistema educativo en el último tiempo y sus familias. La tarea no recayó exclusivamente en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), ya que también fueron parte el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), el Banco de Previsión Social (BPS) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

La estrategia fue anunciada el 11 de julio y este lunes los organismos dieron cuenta de los resultados de estas primeras semanas de trabajo. En una conferencia de prensa realizada en el edificio del Consejo Directivo Central de la ANEP, jerarcas de todos los entes implicados señalaron que, de los 5.382 estudiantes que interrumpieron su vínculo con el sistema educativo, en estas semanas se logró revincular a 2.246 niños, niñas y adolescentes, un poco menos de la mitad.

Si bien Pablo Caggiani, presidente de la ANEP, afirmó que, teniendo en cuenta que los equipos técnicos trabajaron sólo durante tres semanas con ese resultado, y, por tanto, es una buena noticia, también señaló que las autoridades están “preocupadas y ocupadas” por los más de 3.000 niños, niñas y adolescentes que siguen sin estar anotados en un centro educativo. Además, el jerarca señaló que el número de revinculaciones contrasta con las logradas el año pasado, que apenas superaron las 300.

Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, destacó que frente a “la alerta” que implica que los estudiantes dejen de asistir a clase, “lo que corresponde es la acción” del Estado. En ese sentido, dijo que a causa de lo multidimensional del fenómeno se plantearon hacerlo desde varios organismos y no aplicar “sólo una penalización”. Según explicaron las autoridades, las familias de quienes no vuelvan a estar inscriptos en un centro educativo dejarán de cobrar las asignaciones familiares, pero los organismos implicados continuarán desarrollando acciones para concretar la vuelta a clases en los próximos meses.

Quienes más dificultades presentaron para la revinculación fueron los adolescentes de entre 15 y 17 años

En rueda de prensa, Caggiani valoró que la intención de que los niños, niñas y adolescentes vuelvan al sistema educativo tuvo efecto por el diseño de “una estrategia para ir a buscarlos”. Según detalló, los organismos que diseñaron la estrategia no actuaron solos, ya que también tuvieron la colaboración de otros entes públicos, como el Ministerio del Interior y la Secretaría Nacional del Deporte, pero también de otros actores que trabajan con las infancias, como la Organización de Fútbol Infantil.

El presidente de la ANEP señaló que el trabajo realizado durante las últimas tres semanas también permitió relevar las causas por las cuales los estudiantes dejaron de asistir a la educación y, en ese sentido, detalló que no hay un único motivo. De todas formas, Caggiani adelantó que ello permitirá mejorar las políticas públicas, tanto a nivel educativo como de la protección social.

El jerarca valoró que fue especialmente importante la acción de demostrar preocupación y que hubo adultos que “fueron a buscar” a los niños, niñas y adolescentes y a “conversar” con las familias. Según sostuvo, hasta el año pasado lo único que recibían las familias era un mensaje de texto que les indicaba que debían volver al centro educativo, lo que no tenía los mismos resultados.

Como algunos ejemplos de las situaciones encontradas, Caggiani señaló que algunos de los jóvenes no pueden volver fácilmente al sistema educativo porque debieron salir al mercado laboral, y también habló de “situaciones de salud” o de fallecimiento de referentes adultos. En cualquier caso, mencionó que el relevamiento aportó información de “qué cosas hay que mover desde el Estado para garantizar el derecho a la educación” de los estudiantes. Por ejemplo, señaló que los adolescentes de 15 a 17 años fueron los que presentaron más dificultades para la revinculación.

Respecto al retiro de la asignación familiar para quienes no volvieron a inscribirse en un centro educativo, Caggiani señaló que se trata de un monto que no es significativo para muchas familias, pero que, de todas formas, el BPS actualiza el listado de beneficiarios todos los meses. Por lo tanto, en caso de que un estudiante se vuelva a inscribir en una institución educativa, puede volver a percibir la asignación.

Consultado sobre a qué propuestas retornaron los estudiantes que volvieron a registrar una inscripción en un centro público, Caggiani respondió que volvieron a grupos que ya estaban creados y en marcha, pero en propuestas que no son únicamente de ANEP, sino también del INAU o del MEC. En ese sentido, el jerarca consideró que ello presenta un desafío interesante, ya que implica que los docentes reciben a un estudiante a mitad del año lectivo. Según completó, en esos casos los equipos técnicos de los distintos organismos también trabajan en realizar un seguimiento de los estudiantes, que se extenderá a lo largo de todo el segundo semestre del año.

Al respecto, fundamentó que la asistencia a un centro educativo no sólo implica cumplir con que los niños, niñas y adolescentes ejerzan su derecho a la educación, sino también que puedan ejercer otros derechos. “Si estás en el sistema educativo, te van a pedir el control de salud para hacer gimnasia o para hacer una salida didáctica. Si estás en el sistema educativo y no accedés a alguna prestación social, probablemente se te vincule con los equipos de territorio del Mides o del INAU o de la intendencia”, ilustró.

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