Ingresá

Ilustración: Cristian Moreira (MiLoco)

La carta de Sebastián Marset

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Hola, ¿cómo están? Soy Sebastián Marset y escribo esto para aclarar un par de cosas a la gente que me persigue.

Uruguay: Ahí no tengo causas. No entiendo ese deseo sexual que tienen conmigo. Si Penadés no estuviera en cana, lo entendería un poco más, pero ni siquiera del todo, porque estoy medio viejito para él. Además, el pasaporte me lo tenían que entregar por la Constitución. Esto no solamente lo dice un capo del narcotráfico, lo dice Lacalle Pou. Repito: Lacalle Pou dice que estuvo todo bien, así que déjense de romper las pelotas.

Bolivia: Dejen de romperme las pelotas y dejen de romperle las pelotas a Evo Morales, que me hizo cagar de la risa con lo de los pollos y las tetas.

Paraguay: Son unos cagones, porque la economía del país vive del narco pero no lo aceptan. El 50% vive del narco. El otro 50% vive de la Conmebol, que es más o menos lo mismo pero peor. Hagan como Maduro, que tiene los huevos bien puestos y dirige un narcoestado sin pedir disculpas. Lo admiro a Maduro. Aparte está todo el tema geopolítico de que tenemos que apoyarlo para impulsar la patria grande en contraposición a los intereses hegemónicos de Estados Unidos, que no sólo es el imperio más grande y sanguinario de la historia de la civilización humana, sino que me persigue y no tiene ninguna causa contra mí. Lo de que lavo plata ahí ES MENTIRA. Ahí el que lava es el sapo FEDERICO SANTORO, que lo contraté porque es amigo de mi cuñado y me cobraba más barato que un estudio jurídico de la Ciudad Vieja, pero resultó ser tremendo inútil. NUNCA CONTRATEN A AMIGOS DE SUS CUÑADOS.

Ojo que yo no soy ningún santito, eso lo admito, aunque también es cierto que no tuve una vida fácil. Cuando yo jugaba al baby fútbol, el entrenador le daba un helado al que convertía el último gol. Como a los guachos les chupaba un huevo el helado, decidió cambiar el premio por un gramo de merca, que encima era un gramo de merca extra, porque a todos nos daban un gramo de merca antes de salir a jugar. Salimos campeones cuatro años seguidos.

Los saluda atentamente,
Sebastián Marset

PD: Un saludo a Nacho Álvarez, el único que supo ver al guachito tierno que hay en mi interior.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el humor de la diaria?
None
Suscribite
¿Te interesa el humor de la diaria?
Recibí la newsletter de Humor en tu email todos los sábados.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura