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Juzgado de Juan Carlos Gómez, durante la audiencia por el caso Astesiano, el 21 de octubre, en Montevideo.

Foto: Mara Quintero

El ciudadano ruso detenido por el caso Astesiano negó trabajar con él y afirmó ser sólo un “gestor”

2 minutos de lectura
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“Me pasan partidas con apellido, no sé si son falsas o no son falsas”, dijo y subrayó: “Yo nunca arreglo”

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Por el caso de documentos falsos para tramitar pasaportes a ciudadanos rusos hay cinco personas imputadas, entre ellas el exjefe de seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, y el ciudadano ruso Alexey Slivaev. Este martes, Slivaev, en diálogo con El País, se defendió de los cargos por los que es acusado e insistió en que es un “gestor”.

En un español rústico y sin traductor dijo que “todo es mentira”: “¿Tú quieres sólo tu mentira? Yo no hice nunca pasaporte. Por favor, pensar. Yo no trabajo con Astesiano, tres veces estuve mirando con él para otras figuras, no para pasaporte”, increpó en una llamada telefónica desde la cárcel. Además, negó conocer a diplomáticos rusos ni trabajar con ellos: “Yo trabajo sólo de gestor. Ya está”, zanjó.

“Tú piensas que arreglo pasaportes. Yo sólo traducir partidas y pasajes por el registro; sí, yo trabajo legal. Está legal”, reafirmó. El ciudadano ruso aseguró que “nunca” tuvo vínculo con Astesiano y que con el escribano Álvaro Fernández, otra de las personas imputadas, sólo habló “tres veces”.

“Yo no arreglo pasaportes, nunca arreglo. Yo sólo traductor y pasaje por el registro civil. Soy gestor, mi trabajo es gestor. Pero la gente no quiere escuchar: quiere bomba. ¿Tú quieres escuchar? Creo que no. Como fiscalía, quieres que esté preso 20 años”, lanzó Slivaev.

Según explicó, hace 14 años llegó a Uruguay con “más de medio millón de dólares” por las ventas que realizó en su país y con eso pudo comprar dos casas y apartamentos. Contó que hace cinco años comenzó a trabajar como gestor, a través de un grupo de Facebook en el que están registradas más de 8.000 personas en Rusia, que le consultan sobre cómo iniciar el trámite de la ciudadanía uruguaya y él se limita a ponerlos en conocimiento del procedimiento: “Me pasan partidas con apellido, no sé si son falsas o no son falsas. ¿Por qué tú preguntas si yo arreglo pasaportes? Yo nunca arreglo”, subrayó.

También afirmó que no tiene vínculos con Andrey Kashtanov y Olesia Dzhumelia, los ciudadanos rusos que se casaron en un supermercado en el Chuy, tal como informó la diaria semanas atrás, y negó haberle pedido en 2013 al expresidente José Mujica que intervenga para acelerar su pasaporte, aunque el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, haya insistido en este punto en el Parlamento.

Además de la llamada telefónica, El País accedió a una carta de Slivaev, traducida por su esposa, en la que afirma que “en Rusia no se sabía sobre la gente, el clima o la economía de Uruguay”, y por eso creó “un grupo en Facebook. Mucha gente empezó a leer y agregarse, tengo 8.000 seguidores. Ahí contaba qué documentos son necesarios para la residencia legal definitiva. Nunca escribí nada ilegal, si alguien hacía preguntas y quería hacer algo ilegal se borraban instantáneamente. Cuando la persona estaba decidida a emigrar, me llamaban y hacían preguntas, yo las respondía gratis. La gente pedía ayuda para entregar sus papeles. Ahí es donde empecé a trabajar como gestor”.

En la carta que escribió Slivaev afirma que hay otros rusos que hacen el mismo trabajo que él y se posicionaron como la competencia. “Sin conocerme, escribían peste sobre mí, ya que eran competencia y querían sacarme clientes”, dice y agrega: “A mi Whatsapp empezaron a llegar mensajes para que forme parte del grupo de la preparación de pasaportes de Chile, Argentina, México y Colombia. En el celular tengo todos los screenshots, donde afirmo que no pensaba formar parte de esto. Entonces me empezaron a amenazar y decirme que me voy a arrepentir de ellos y escribir denuncias. Ahí pensé que en Uruguay existía una ley que me ayudaría con estas amenazas”.

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