Los licenciados en Diseño de Paisaje de la Universidad de la República - CURE Maldonado se sumaron “al empuje” que ha tomado la sociedad civil en los últimos meses para hacer frente a las intervenciones de la Intendencia Departamental de Maldonado (IDM) y de los municipios de San Carlos, Piriápolis y Maldonado, cuya consecuencia es la destrucción de ecosistemas sobre la franja costera, la ribera de arroyos y en humedales.
“Hay una falta de conocimiento en cuanto al manejo y la gestión de ambientes tan frágiles y complejos, que brindan servicios ambientales de suma importancia”, expresan los paisajistas en el comunicado.
Y agregan: “Desde nuestro colectivo consideramos, hoy más que nunca, la importancia de contribuir interdisciplinariamente en el conocimiento y construcción de mecanismos integrados que lleven a la sostenibilidad de los recursos naturales”.
La tala indiscriminada de vegetación nativa en la desembocadura del arroyo Zanja Honda, en Playa Grande, y en los márgenes de los arroyos Maldonado y San Carlos llevó a que se formaran organizaciones vecinales que pretenden abrir un espacio para la participación ciudadana.
En el caso de Playa Grande, la directora de Medio Ambiente de la IDM, Betty Molina, aseguró a la diaria que va a promover la restitución del monte nativo. Sin embargo, en San Carlos la obra continúa y la comisión de vecinos no encuentra un canal de diálogo con las autoridades.
El viernes pasado, la senadora frenteamplista Silvia Nane elevó una carta a la Cámara de Senadores para transmitir la preocupación de las organizaciones ambientales por la “severa afectación ecológica” sobre el monte ribereño de los arroyos San Carlos y Maldonado, producto de intervenciones del Municipio de San Carlos.
La denuncia de los vecinos se hizo pública hace más de un mes pero aún están a la espera de que Carlos Pereyra, alcalde de San Carlos, y Jorge Píriz, director de Ambiente de la intendencia, los reciban. También aguardan por la respuesta del ministro de Ambiente, Adrián Peña, ante la denuncia que realizaron a su cartera.
Por su parte, la senadora pidió que el Ministerio de Ambiente confirme si recibió la carta y si pretende suspender las intervenciones “con el fin de estudiar la situación y evitar la depredación de especies”. En caso contrario, solicitó que el organismo indique cuáles son las razones para no interceder.
El caso más reciente que se denunció fue el inicio de la construcción de una pista de aterrizaje de 1.300 metros próxima a los humedales del arroyo Maldonado, que estará a disposición de los residentes y huéspedes del barrio privado, hotel y restaurante Fasano Las Piedras, de la empresa brasileña JHSF.
Eduardo Andrés, director de la Dirección de Calidad y Evaluación Ambiental, dijo a _ la diaria_ que no corresponde realizar un estudio de impacto ambiental debido al tamaño del aeródromo. Por otra parte, la Dirección General de Urbanismo de la IDM autorizó la obra a finales de 2020, a pesar de que los humedales fueron declarados áreas protegidas por resoluciones departamentales de 1998.
“El problema siempre se vuelve visible gracias a los vecinos que están en las cercanías de los hechos y denuncian. Entendemos que no hay una buena comunicación por parte de las autoridades. Con la pista de aterrizaje vemos que no se espera a que haya estudios de impacto ambiental. La construcción ya comenzó”, lamentó Lorena Cordero, vocera del colectivo de paisajistas.