La Intendencia de Montevideo, en un proceso que implicó a la Facultad de Ingeniería, implementa un modo más eficiente de retener y corregir el problema de los materiales y vegetaciones flotantes.
Necesitamos un nuevo pacto ambiental que implica no habilitar la instalación de más industria tóxica, generar nuevas leyes con más exigencias y regulaciones
El modo de vida imperial se considera generalmente atractivo y deseable. Sin embargo, esto se sostiene sobre la existencia de una estructura de saqueo sistemático de las regiones y los grupos sociales del Sur global.
Esta directa referencia nos coloca en camino a la construcción de “un nuevo proyecto territorial para el país” sobre la transformación crítica y de largo aliento del viejo modelo territorial heredado.
¿Puede la preservación de los recursos naturales y el entorno socio territorial ser avasallado por una inversión privada bajo argumentos centrados en reducir tiempos y mejorar conexiones?
La pregunta es si la izquierda está dispuesta a salir de las viejas reivindicaciones de la época de las grandes chimeneas para comprender que estamos en una situación de riesgo inminente por exceso de producción.
Uruguay fue el primer país del mundo en reconocer el acceso al agua potable como un derecho fundamental. Y como sabemos, en este momento, el 60% de los uruguayos no tiene agua potable.
Con la intención de aportar a un debate crítico, quisiera matizar el optimismo con el que se presenta el desarrollo del hidrógeno verde. Tal vez presentando más incertidumbres que certezas y dejando argumentos en el tintero.
El crecimiento exponencial infinito es la trampa del modelo planetario basado en una extracción de materiales que crece a un 2,8% anual, crecimiento que supera en casi tres veces el aumento poblacional.