Un acuerdo entre Israel y Hamas “está próximo” y sólo falta resolver “puntos simples” vinculados con su implementación, anunció este martes Maje al Ansari, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, país que ha actuado como mediador en este conflicto junto con Egipto y Estados Unidos. El pacto incluiría un cese del fuego, el intercambio de rehenes israelíes por palestinos detenidos por Israel y el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
“Hemos superado los principales obstáculos”, dijo Al Ansari. “Las negociaciones se desarrollan ahora en Doha de forma indirecta sobre los últimos detalles”, agregó en una conferencia de prensa. Señaló que todavía “es difícil anunciar un plazo” para cerrar el pacto, pero agregó que “hoy estamos en el punto más próximo” para alcanzarlo, y previó que eso ocurrirá “próximo” en el tiempo.
Tanto Israel como Hamas coinciden en que hubo avances significativos en las negociaciones indirectas que mantienen, informaron las agencias Efe y Europa Press. El movimiento islamista palestino dijo que esas conversaciones están “en sus etapas finales” y anunció que se contactó con otras facciones palestinas para transmitirles los “progresos” que se alcanzaron. En un comunicado publicado por el diario Filastin, Hamas dijo que dirigentes de esas facciones manifestaron “su satisfacción con el rumbo de las negociaciones”.
Durante este diálogo, Hamas aceptó un borrador de acuerdo para intercambiar 50 palestinos presos, entre ellos 30 que cumplen condenas perpetuas, por cada cinco mujeres soldados israelíes secuestradas, informó The Times of Israel. Según ese periódico, una delegación de la Yihad Islámica, otra facción palestina que también tiene rehenes israelíes retenidos, llegó este martes a Doha para participar en las negociaciones.
A su vez, un funcionario del gobierno israelí –que no quiso hacer público su nombre– dijo a Efe que en los últimos días hubo “progresos notables en todos los puntos del acuerdo” y que el foco está puesto en terminar de convenir los detalles para una primera fase, que durará 42 días, y en la que se intercambiarán 33 rehenes por “un número considerable de muchos cientos de presos”. Se estableció que las primeras liberaciones de israelíes secuestrados sean de niños, mujeres, ancianos, enfermos y heridos.
Agregó que todavía no se definió el número de palestinos que quedarán en libertad. Esto se decidirá una vez que Hamas informe a Israel cuántos de esos primeros 33 rehenes liberados están vivos y cuántos murieron. En una segunda etapa del acuerdo se negociará el fin de las hostilidades, dijo.
En este momento participan en las negociaciones tanto el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como representantes de quien asumirá la presidencia de ese país el lunes 20, Donald Trump.
“En la guerra entre Israel y Hamas estamos a punto de [lograr] que la propuesta que planteé hace meses finalmente dé su fruto”, manifestó Biden en un comunicado. A su vez, Trump dijo que un acuerdo “está muy cerca”.
Por su parte, en un discurso citado por The Times of Israel, el secretario de Estado del gobierno de Biden, Antony Blinken, dijo que “los israelíes deben abandonar el mito de que pueden llevar a cabo una anexión de facto de territorios palestinos sin costos ni consecuencias para la democracia de Israel, su posición y su seguridad”. Agregó que “Israel está ampliando los asentamientos oficiales y nacionalizando tierras a un ritmo más rápido que en cualquier otro momento de la última década, mientras hace la vista gorda ante un crecimiento sin precedentes de asentamientos ilegales”, y que “los ataques violentos de colonos extremistas contra civiles palestinos han alcanzado niveles récord”.
También cuestionó que Israel se niegue a permitir que la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna en partes de Cisjordania, se haga fuerte en Gaza y que actores internacionales ayuden a reconstruir ese territorio palestino. “El gobierno de Israel ha socavado sistemáticamente la capacidad y la legitimidad de la única alternativa viable a Hamas: la Autoridad Palestina”, dijo.
Blinken anunció que entregará al gobierno que asume el lunes un plan para la unificación de Gaza y Cisjordania bajo un gobierno encabezado por la Autoridad Nacional Palestina, compuesto por representantes elegidos por los gazatíes, y con apoyo internacional.
Ministro israelí reconoce que ha evitado que se llegue antes a un acuerdo
Pese a los avances en las negociaciones, las autoridades de la Franja de Gaza, que pertenecen al ala política de Hamas, llamaron a la población a mantener la “máxima cautela”. “Experiencias anteriores nos confirman que la ocupación no duda en cometer masacres y crímenes contra nuestro pueblo palestino incluso cuando se habla de un alto el fuego, explotando este período para infligir la mayor cantidad de daños y pérdidas”, manifestó el gobierno de ese territorio en un comunicado.
Recomendó a los gazatíes que tomen precauciones en los desplazamientos diarios y que se mantengan alejados de “reuniones que puedan ser objetivo de la ocupación israelí”. Sólo en las primeras horas de este martes, 26 palestinos murieron en Gaza por los ataques de Israel. El lunes, las muertes fueron 64.
Después de los atentados del 7 de octubre, en los que fueron asesinadas cerca de 1.200 personas y otras 251 fueron secuestradas por Hamas y otros grupos armados, la ofensiva israelí en Gaza dejó 46.645 muertos y 110.000 heridos, además de un número indeterminado de desaparecidos cuyos cadáveres quedaron bajo los escombros. Infraestructura de todo tipo fue destruida en ese enclave.
Este martes, en Israel, ante la posibilidad de llegar a un acuerdo, la derecha más extremista, que forma parte del gobierno de Benjamin Netanyahu, manifestó su rechazo a esa negociación. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dijo que el eventual pacto es “horrible” y lo consideró una “rendición ante Hamas”.
“Durante el año pasado, utilizando nuestro poder político, pudimos evitar que este acuerdo se aprobara, una y otra vez”, dijo el líder de Poder Judío, y le pidió al titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, que ambos le planteen al primer ministro, “con claridad y firmeza”, que renunciarán al gobierno si se aprueba este acuerdo.
También Smotrich había rechazado el posible pacto, pero sin amenazar con dimitir. Si los dos dirigentes dejan de apoyar a Netanyahu, su Ejecutivo pierde la mayoría parlamentaria que necesita para gobernar. Ben Gvir llamó a Netanyahu a que “entre en razón” y “frene completamente la entrada de ayuda humanitaria y combustible, electricidad y agua en Gaza”.
El líder opositor Yair Lapid dijo que las declaraciones de Ben Gvir confirman sus afirmaciones de que el ministro ha saboteado las negociaciones que podrían haber llevado a la liberación de los secuestrados que siguen cautivos. Las autoridades israelíes estiman que son 94, de los cuales 34 ya murieron, pero se negocia también la recuperación de sus cuerpos.
“Desde hace más de un año he estado diciendo que por razones políticas no se alcanza un acuerdo sobre los rehenes y todo el mundo me dice que eso no puede ser, que es impactante y que cómo es posible que diga algo así”, dijo Lapid. “Hoy Ben Gvir publica un video y dice ante la cámara, sin parpadear, que esa es la terrible verdad”, agregó.
Familiares de rehenes de Hamas se dividen frente a las negociaciones
En respuesta a la noticia de que las negocaciones con Hamas están cerca de llegar a un acuerdo, cientos de derechistas salieron a las calles en Jerusalén para protestar contra esa decisión. “Pedimos al primer ministro que no ceda en este acuerdo... un acuerdo que liberará a miles de terroristas con las manos manchadas de sangre”, dijo uno de los organizadores, según citó el diario israelí.
En la movilización también participaron algunos familiares de rehenes y de soldados que murieron en este conflicto. “No olvidaremos, no perdonaremos. No tienen el mandato de rendirse ante Hamas”, proclamó un manifestante. Otro acusó a Netanyahu de “hablar con los hijos de las tinieblas”, en referencia a Hamas.
Uno de los convocantes a estas protestas fue el rabino Dov Lior, cercano al partido de ultraderecha de Ben Gvir y al movimiento extremista de los colonos. Dijo el lunes que “hay que frustrar los designios de todos los que quieren trocear partes de nuestra tierra, de quienes quieren poner en libertad a terroristas con sangre en sus manos como si esto les trajera paz”.
“No hubo paz, no hay paz y no habrá paz. Tenemos que esforzarnos para limpiar la tierra de todos los terroristas para que la Tierra de Israel entera sea gobernada únicamente por el pueblo judío”, dijo, según citó Europa Press.
Por el contrario, otros familiares de personas secuestradas por Hamas, reunidos en el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, organizaron sucesivas protestas para reclamar un acuerdo que permita su liberación.
Gil Dickmann, primo de Carmel Gat, una mujer secuestrada el 7 de octubre de 2023 y muerta en cautiverio, señaló, al igual que Lapid, que el ministro Ben Gvir “admite abiertamente que impidió con sus propias manos un acuerdo para lograr beneficios políticos”. Agregó: “Si no fuera por él, Carmel estaría viva hoy”. El cuerpo de Gat, una instructora de yoga de 40 años, fue encontrado en un túnel en Rafah en setiembre de 2024.
Reclaman la liberación del director del hospital Kamal Adwan
“Pedimos a la comunidad internacional, a las organizaciones de derechos humanos y a Naciones Unidas que tomen medidas serias para presionar a la ocupación israelí para que libere inmediatamente al doctor Hosam Abú Safiya y a todo el personal médico y sanitario, y garantice su protección frente a cualquier forma de tortura o asesinato”, manifestó el gobierno de Gaza en un comunicado citado por Europa Press.
Safiya, director del hospital Kamal Adwan, solía denunciar los efectos de la ofensiva israelí en Gaza, y en particular en ese centro de salud, tanto en declaraciones a medios internacionales como en redes sociales. Lo hizo hasta que fue detenido, semanas atrás, cuando las tropas de Israel asaltaron el hospital, que fue bombardeado varias veces.
Según las autoridades de Gaza, más de 350 trabajadores de la salud fueron detenidos por el ejército israelí y permanecen en esa situación sin que se presenten contra ellos “cargos legales claros” ni se transparente su situación o se garantice su protección “frente a las violaciones y la tortura”, agrega el comunicado. Señala que el médico Iyad al Ransiti, de 53 años, murió bajo custodia israelí sólo seis días después de su detención. En el caso de Safiya, Israel tardó varios días en reconocer que lo había detenido y argumentó que el hospital albergaba a “terroristas” bajo su dirección.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por esta desaparición forzada y exigimos su liberación inmediata y urgente, ya que están protegidos de acuerdo con las leyes internacionales de derechos humanos, que garantizan sus derechos básicos, incluidos el derecho a la protección y el derecho a conocer los cargos contra ellos, si es que existe algún cargo”, manifestaron las autoridades de Gaza.