Este martes se publicó en el Boletín Oficial de la República Argentina –y, por lo tanto, entró en vigencia– el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que aprueba un futuro préstamo “a celebrarse entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
De acuerdo a lo que consignó Clarín, en el texto del decreto se expresa que el dinero del préstamo se utilizará para cancelar una parte de la deuda del Tesoro Nacional con el Banco Central y que también servirá para cancelar parte de la deuda que el Estado argentino tiene con el propio FMI.
Pero en el breve texto del DNU, al no haber sido firmado por la entidad internacional de crédito, no se dice a cuánto asciende ni cuáles serán las condiciones del nuevo préstamo.
El tema viene generando polémica desde que se supo que el gobierno del presidente Javier Milei aprobaría el pedido del préstamo por decreto, evitando así cumplir con la ley que obliga a pasar por el Congreso toda negociación que implique aumentar la deuda externa.
La decisión del mandatario causó molestias incluso dentro de los sectores que son sus aliados en el Congreso y, obviamente, muchas más en la oposición.
Por este motivo, un grupo de legisladores de la coalición peronista Unión por la Patria (UP) presentaron una denuncia penal contra el mandatario ultraderechista.
La denuncia fue impulsada por los diputados Juan Marino, Hugo Yasky, Daniel Gollán, Julio Pereyra, Sabrina Selva, Victoria Tolosa Paz y Brenda Vargas Matyi, representados por el constitucionalista Eduardo Barcesat, y señala que el DNU viola los artículos 75 y 76 de la Constitución, que prevé que cualquier tipo de endeudamiento con organismos internacionales debe ser aprobado previamente por el Congreso.
Según se dice en el escrito de la denuncia, el gobierno además estaría usurpando funciones exclusivas del Poder Legislativo, al tiempo que el DNU podría constituir un acto de “abuso de autoridad” y “violación de los deberes de funcionario público”, informó Página 12.
Los denunciantes argumentan que el dinero que recibirá el Estado argentino del organismo internacional de crédito será empleado para mantener el dólar bajo hasta las elecciones legislativas de octubre y también para financiar la campaña del oficialismo para dichos comicios, determinantes para la segunda parte del mandato de Milei.
En declaraciones radiales a AM750, uno de los legisladores denunciantes, el diputado Juan Marino, expresó: “No conocemos los detalles del acuerdo, que será básicamente para financiar la campaña legislativa de Milei [...] Quieren mantener el dólar planchado antes de las legislativas. El país no puede estar sometido a las necesidades electorales de La Libertad Avanza”.
Pero el DNU publicado este martes también fue objeto de críticas del expresidente Mauricio Macri, quien en los últimos tiempos ha adoptado una postura crítica con el mandatario.
Si bien Macri expresó su apoyo al nuevo acuerdo del gobierno con el FMI, cuestionó el uso de un decreto para formalizarlo.
Según lo que informó el portal Perfil, durante su participación en la inauguración de una muestra agroindustrial en la localidad de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, el fundador del PRO destacó la importancia de lograr un acuerdo sólido con el FMI, aunque remarcó que este debía hacerse con la mayor institucionalidad posible.
“El gobierno evitó la catástrofe que había dejado puesta Alberto Fernández bajo la última dirección de [Sergio] Massa, que hizo cosas criminales. Hay que hacer otro buen acuerdo con el Fondo y darle la mayor institucionalidad posible”, expresó Macri.
Durante el mandato de Macri, en 2018, Argentina pidió el préstamo más grande de la historia del FMI, por un valor de 45.000 millones de dólares. Pero este martes, más allá de destacar la importancia del acuerdo, Macri criticó que se haya empleado un decreto presidencial para implementarlo.
Según el exmandatario, esta estrategia “demuestra la debilidad institucional en que estamos” y advirtió que no contribuiría a la generación de confianza en la administración de Milei. “No ayuda a generar confianza”, remarcó el expresidente, en lo que parece una evidente diferencia con el estilo de liderazgo del actual líder del Ejecutivo.