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Ilustración: Ramiro Alonso

En respuesta a la directora nacional de Cultura

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En la edición del lunes 8 de marzo de la diaria leí con gran asombro algunas afirmaciones de la directora nacional de Cultura, señora Mariana Wainstein, referidas a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

Transcribo parte de ellas, las que además merecieron un destaque en el diseño de la nota: “Entonces yo confío en que la OPP, en ese trabajo que tiene con todo el territorio nacional, con todos los gobiernos departamentales, va a dar otro apoyo al fortalecimiento de las políticas culturales, y creo que va a ser algo histórico para el país, porque nunca hubo en la OPP un apoyo al tema cultural como una fuente objetiva de desarrollo, como una fuente objetiva de mejora de la vida de la gente”.

Estas afirmaciones de la señora Wainstein, a quien no tengo el gusto de conocer y de quien tengo buenas referencias, son erróneas y demuestran un desconocimiento que por lo menos resulta inaceptable en quien ocupa una responsabilidad de gobierno.

Se equivoca cuando dice que “nunca hubo en la OPP un apoyo al tema cultural como una fuente objetiva de desarrollo” porque la cultura fue uno de los ejes centrales en todas las áreas de la OPP en la anterior administración, con políticas y acciones concretas (vinculadas al cometido de la oficina) en la Dirección de Descentralización, en la Dirección de Planificación y en la Secretaría de Transforma Uruguay.

En el caso de la mirada de largo plazo, en la Estrategia Uruguay 2050 la cultura es la “cuarta dimensión”, que se suma a la económica, la social y la ambiental (estas tres consideradas en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible). No hubo oportunidad en la que, como director de la OPP, no resaltara la importancia de la cultura para el desarrollo.

Hay trabajos específicos relacionados con el tema, vinculados a la cultura como valores, creencias, actitudes de una sociedad, a la cultura y su relación con la economía y el desarrollo de las llamadas industrias culturales, y al abordaje territorial de esta.

Estas afirmaciones de la señora Wainstein son erróneas y demuestran un desconocimiento que por lo menos resulta inaceptable en quien ocupa una responsabilidad de gobierno.

Lamentablemente, muy lamentablemente, la OPP actual eliminó la Dirección de Planificación en la Ley de Presupuesto que la directora defiende, y con ello su mirada de futuro sobre el país. No conocemos el rumbo, no hay largo plazo, el norte parece ser el cortoplacismo más inmediato.

La Estrategia Uruguay 2050 toca el tema de la cultura en el análisis de las megatendencias globales (pág. 46), en su vínculo con la transformación productiva (pág. 104), en el capítulo de transformación social y cambio cultural (pág. 224), entre otros. Y define como uno de los seis complejos productivos estratégicos para Uruguay a las industrias creativas (pág. 134). Talleres con amplia participación de expertos y expertas, pensando el Uruguay y la cultura en el futuro mediato e inmediato, se realizaron a lo largo de todo el proceso. En alguno de ellos participé directamente y casualmente fue en el local de la Dirección Nacional de Cultura de la calle San José.

La Estrategia 2050 cuenta con casi 300 páginas y es un resumen, pero hay documentos previos que profundizaron en los temas, como el tomo 10 de “Valores y creencias de los uruguayos” o el tomo 15 acerca de “Las industrias creativas en el desarrollo del Uruguay del futuro”.

Todo este material debería estar a disposición en la OPP, pese a la eliminación de raíz de este rol en la actual oficina. Si la directora no lo obtiene, estamos a disposición para hacerle llegar copias de esos textos o facilitarle vínculos a sus páginas web (en caso de que aún no hayan sido eliminados de allí también).

En la Secretaría de Transforma Uruguay, ley de 2016 también eliminada en la Ley de Presupuesto de este gobierno, se realizaron planes bianuales, el último en 2019. Propuestas bajadas al piso para la elaboración de políticas de corto plazo, que incluían a las industrias creativas (con foco inicial en audiovisual y diseño) como una de las ocho hojas de ruta claves de la transformación productiva en Uruguay.

Tal la importancia asignada al tema cultural con mirada de desarrollo.

Además, existieron gran cantidad de pequeños programas, muy importantes, en la Dirección de Descentralización, destinados al desarrollo territorial. Uno de ellos, las Agendas Municipales de Cultura, que se cuentan por decenas, apoya el desarrollo local desde lo cultural.

En este caso, algunos programas no se eliminaron en este gobierno, pero cambió la óptica de la dirección. Hace muy pocos días, el subdirector de la OPP decía en una entrevista que la OPP “anterior” “quiso incursionar en el interior de forma directa por parte del gobierno nacional”, y habla de duplicación de gastos. Le deseamos suerte a la directora en su gestión para obtener más presupuesto para rubros culturales, dicho esto sin ninguna ironía.

Yo creo que en la visión del equipo económico actual la cultura no es una dimensión clave del desarrollo. La política llevada adelante por este gobierno se concentra en lo económico y, dentro de ello, en lo fiscal. Situación radicalmente distinta al rumbo que, con aciertos y errores, llevó al país al podio del desarrollo sostenible entre los países de América Latina y el Caribe en los años anteriores, y que también consta en sendos informes de la OPP.

En algún pasaje de la entrevista la directora informa que se encontraba lejos de Uruguay el día de las elecciones. La documentación mencionada, y mucha más, que atestiguan los pasos dados por Uruguay en la línea del desarrollo sostenible con la cultura como uno de sus ejes, estuvo y está disponible. De hecho, buena parte de ella formó parte de los informes de transición entregados al nuevo gobierno.

Al cierre de esta carta, dos cosas. Una, lamento tal falta de información, ya que no le hace bien a la continuidad de las buenas políticas ni a la eliminación de las malas. Dos, me queda repicando en la cabeza que por los conceptos que vierte en la nota la directora nacional de Cultura se sentiría muy concordante con las políticas que llevamos adelante en el gobierno anterior en la OPP. Lamentablemente, y a la luz de lo visto en este primer año de gobierno, estas están siendo sistemáticamente desmanteladas en este breve lapso.

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