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Refinería de ANCAP con la llama apagada, el 7 de diciembre.

Foto: Federico Gutiérrez

Mayor enfrentamiento entre gobierno y sindicato por Ancap, mientras se desarrollan otros conflictos

7 minutos de lectura
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Hubo paralización de actividades en la refinería y las autoridades decidieron importar gasoil ante una baja en los inventarios de Ancap; Mieres dijo que la medida sindical tuvo “un contenido fuertemente político-ideológico”

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Leído por Andrés Alba.
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Este martes la icónica llama de la refinería de La Teja permaneció con “corriente mínima” y apenas encendida, indicaron desde Ancap, en una jornada que marcó una nueva escalada del enfrentamiento entre el gobierno y la Federación Ancap (Fancap) por el futuro de la empresa estatal. Por primera vez desde la huelga general de 1973 el sindicato no dejó guardia gremial en la planta, y en respuesta el gobierno activó la importación de combustibles, repitiendo un procedimiento hasta ahora aplicado sólo cuando se paraba la refinería por mantenimiento. 

Mientras tanto, otra de las decisiones relevantes que ha tomado el gobierno en este período desató hace ya tiempo un conflicto en el puerto, que vuelve a intensificarse ahora con paros. El acuerdo para extender la concesión a Katoen Natie y darle prioridad para la operación con contenedores en la terminal que maneja afectó a Montecon, y la empresa que trabaja en los muelles públicos comenzó a tomar medidas que afectan a los trabajadores, lo que provocó la respuesta de estos. En la noche de este martes hubo un paro de cuatro horas en todos los puertos del país, que se suma al que se inició el jueves en Montecon y que perduró hasta este martes.

También en el transporte interdepartamental se intensificó el conflicto, luego de que este martes se celebrara la última reunión de los Consejos de Salarios de este sector, en la que las empresas y el gobierno votaron juntos la pauta establecida por el Poder Ejecutivo, que no conforma a los trabajadores. Los funcionarios decidieron tomar una serie de medidas que incluyen paros los viernes 10 y 17 y el jueves 23 de diciembre. Las medidas sindicales abarcan a los ómnibus que salen de Tres Cruces y a los que hacen recorridos dentro de los departamentos; quedan fuera del paro el transporte urbano y el suburbano (salidas de la terminal de Río Branco).

En este contexto, surgen distintas interpretaciones políticas sobre el nivel de conflictividad y la magnitud de las medidas gremiales. En diálogo con la diaria, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, dijo que se vive “una ola de conflictividad”, pero, según su parecer, no es correcto suponer que “esto está concertado, que está organizado de manera tal que aparezca una y otra”. “Yo creo que ese es un error. Si bien reconozco que hay una motivación de distancia y de confrontación con el gobierno, que es real, independientemente de eso hay razones que explican cada uno de los conflictos”, sostuvo. En este sentido, dijo que “se acerca fin de año” y “se juntan situaciones” como la negociación salarial, aunque “en algunos casos hay una motivación política”, como interpreta que sucede en Ancap.

Uno de los dirigentes políticos que se expresó sobre la conflictividad laboral es el expresidente del PIT-CNT y candidato a presidente del Frente Amplio (FA) Fernando Pereira, quien dijo a la prensa que “plantear que estamos asistiendo a un abuso sindical de las medidas es simplemente un atajo antisindical”. “El año 2021 es de los años con menor conflictividad de los últimos diez años, y el año 2020 fue el más bajo en 25 años. A esta información puede acceder cualquiera que tenga buena voluntad”, dijo, y concluyó: “No asistamos en silencio a una política antisindical con pocos precedentes”.

A su vez, el FA expresó en un comunicado su “preocupación por el curso de la actual gestión del ente, que se encamina a la privatización de áreas muy importantes de la empresa, hoy particularmente en el sector pórtland”. Además, manifestó su “discrepancia con la decisión de la mayoría del directorio del ente de denunciar el convenio colectivo firmado con el sindicato, lo que no ha hecho otra cosa que precipitar la situación de conflicto, provocando situaciones como la que se vive en el día de hoy”, en referencia al paro de este martes.

“Medida desproporcionada”

Respecto del conflicto en la empresa estatal, el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, dijo en rueda de prensa: “Nos llamó la atención esta medida desproporcionada con el ambiente en Ancap: en la mitad de un diálogo [la negociación por un nuevo convenio colectivo] se lanza la medida más extrema del sindicato”. Señaló que “por primera vez desde 1973” se detuvo la actividad en la planta de La Teja. “En el discurso [del sindicato] se traen temas que no están en la negociación en este momento, hay otras inquietudes que mueven el paro en la refinería”, indicó Paganini.

Una fuente del gobierno dijo a la diaria que si bien el paro fue de 24 horas, puede haber eventuales complicaciones al retomar la tarea, y que hoy el stock de gasoil da para aproximadamente seis días. Esto quiere decir que lo ya producido alcanzaría para cubrir una semana, y por esa previsión es que se importará combustible ya refinado. No se trata de una innovación, ya que Ancap importa combustible cada año cuando hace la parada técnica por mantenimiento de la refinería. Consultado al respecto, Paganini aseguró que se comprará combustible refinado “en la misma situación” que ha hecho Ancap en el pasado, “buscando precios”.

“Nos estamos cubriendo por algunas semanas, por las dudas. Tomamos la decisión de importar gasoil, que es lo más sensible, como salvaguarda. El paro termina pero hay riesgos cuando se para la refinería, puede haber sorpresas, y hay que estar seguros para aprovisionar a la población”, explicó el ministro.

“Solicitamos ser recibidos a la brevedad”

En el marco del conflicto, que tiene entre las críticas del sindicato la búsqueda de un inversor privado para el negocio del pórtland que promueve la empresa, Fancap divulgó una carta en la que pidió ser recibido por el presidente Luis Lacalle Pou para hablar del tema.

“La Federación Ancap quiere expresar la preocupación por la situación suscitada en Ancap y la intransigencia preocupante por parte de su presidente. Tenemos plena conciencia de la medida extrema que tomamos en el día de hoy, y podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que nuestra organización sindical hizo lo humanamente posible para encontrar una solución al diferendo en forma negociada”, planteó el sindicato.

Luego señaló que “ante esta compleja situación y teniendo en cuenta su compromiso [en alusión al presidente Luis Lacalle Pou] de convocarnos a una reunión cuando tuviesen posición tomada respecto al futuro del pórtland, es que solicitamos ser recibidos por usted a la brevedad”.

Sobre este tema, Mieres dijo que se buscó “encontrar puntos de entendimiento” pero “no fue posible”. Agregó: “Se supone que acá está pendiente negociar un nuevo convenio colectivo”, porque el que había fue denunciado por las autoridades de la empresa, pero, por otra parte, “está claro que hay un contenido fuertemente político-ideológico en el paro de hoy”. “Hay decisiones de conducción de la empresa que le corresponden al directorio; el sindicato tiene que asumir que es el sindicato de Ancap, no el dueño de Ancap”, apuntó el ministro.

“Que haya habido un freno en el funcionamiento de la refinería, que el único antecedente que tiene es una dictadura, que se piense que esto puede ser equivalente, que a este gobierno le hagan lo mismo que le hicieron a una dictadura, me parece que habla muy mal de la actitud del sindicato”, agregó.

Consultado sobre qué solución se le puede encontrar a este conflicto, dijo que “va a seguir habiendo un diálogo” porque “es el único camino que siempre hay que transitar”. “Ahora, si el sindicato insiste en que quiere definir si el directorio toma decisiones en materia de asociación del sector cemento, eso está totalmente fuera de la discusión, porque eso implica una decisión de cogestión que no está planteada ni en la Constitución ni en las leyes. Lo que tienen que asumir es que ellos no pueden pretender conducir la empresa ni asumir que si ellos no están de acuerdo no se pueden tomar decisiones”, sentenció.

Otros puertos

Por otro lado, el Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra) resolvió realizar un paro nacional parcial en la noche de este martes, entre las 19.00 y las 23.00, en medio del conflicto con Montecon, empresa que opera con contenedores en los muelles públicos del puerto de Montevideo. La situación de esa compañía –en la mira desde que el gobierno decretó la preferencia en el atraque de los barcos portacontenedores en el área de Terminal Cuenca del Plata (TCP), cuyas acciones pertenecen mayoritariamente a Katoen Natie– se agravó semanas atrás, luego del anuncio de que se reducirían los jornales asegurados y habría envíos al seguro de paro. De hecho, las decisiones empresariales motivaron que los funcionarios paralizaran las actividades desde el jueves hasta este martes.

Martín García, presidente del gremio de Montecon y dirigente del Supra, dijo a la diaria que en la noche de este martes Montecon decidió levantar todas las medidas de reestructura que había anunciado y, por lo tanto, este miércoles se retomará la actividad normal en el puerto de Montevideo.

El paro general parcial decidido por el Supra para la noche de este martes, que abarcó a los trabajadores de diversas empresas de todos los puertos del país, fue “en defensa de las condiciones” y “de los puestos de trabajo” y “en contra de la aplicación de los decretos” que dieron preferencia a TCP en detrimento de Montecon, entre otros motivos. El afiche del Supra en el que se informó sobre el paro indicaba: “Los trabajadores no somos responsables de los acuerdos entre el gobierno y las empresas”.

Sobre las medidas que inicialmente había tomado, Montecon adujo que se debieron al perjuicio que le causó perder el servicio GS1, que conecta con el Golfo de México y la costa este de Estados Unidos, que representaba 20% de las operaciones y que desde noviembre debe atracar en TCP. Precisamente, la medida del paro general de este martes también se enmarca en que un barco de la línea GS1 atracó en la tarde en TCP, y uno de los objetivos era retrasar el trabajo con sus contenedores en señal de protesta. De todas formas, Álvaro Reinaldo, secretario general del Supra, dijo a la diaria que el barco sería atendido, más allá de la demora.

“Hace tiempo que venimos anunciando esto que está pasando; siempre se nos dijo que no, que este acuerdo no iba a traer falta de trabajo, que nadie iba a perder el trabajo producto de este acuerdo, y ya vemos que sí, que hay gente que está teniendo un perjuicio salarial”, dijo Reinaldo antes de que Montecon anunciara al sindicato la marcha atrás en la reestructura.

“Nosotros fuimos bastante responsables advirtiendo de toda esta situación, y el tiempo nos está dando la razón. Este acuerdo iba a traer perjuicios a los trabajadores de la empresa Montecon y a sus tercerizadas, y lamentablemente no nos escucharon en tiempo y forma y ahora estamos a las corridas”, agregó.

En este contexto, la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) emitió un comunicado en el que manifestó “la necesidad de mantener la fluidez de la actividad exportadora”. “Nuevamente paros en servicios portuarios hacen que los buques deban desviarse sin poder cargar y descargar la mercadería”, se indica en el escrito.

“La UEU considera que en conflictos de este tipo pierde todo el país: pierden los exportadores que no lograron subir la mercadería que sus clientes están esperando, pierden los importadores que no obtienen la mercadería que tanto necesitan, ya sea como insumos para producir o para la venta al consumo en una época tan especial del año. Pierden los trabajadores de todas esas empresas y sus familias. Pierde el país porque empaña la imagen que tanto trabajo costó construir. Se pierden clientes, se pierden pedidos y se pierde credibilidad”, expresa en el comunicado, que concluye con “un llamado a todos los involucrados a cuidar el comercio exterior y buscar los mecanismos para resolver los conflictos sin cortar la corriente exportadora”.

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