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Luis Lacalle Pou y Luiz Inacio Lula da Silva, ayer, en la residencia presidencial de Suárez.

Foto: Dante Fernández, AFP

El gobierno de Lacalle Pou interpreta como un guiño el discurso de Lula y se apresta a seguir negociando con China

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El presidente de Brasil dijo que sería bueno que todo el bloque negociara un tratado con el gigante asiático, pero que la prioridad es concluir el acuerdo comercial con la Unión Europea, lo cual no es considerado un impedimento por parte del gobierno uruguayo.

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Leído por Andrés Alba
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Ya estaban los trabajadores de los medios de comunicación en el predio de la residencia presidencial de Suárez y Reyes cuando, de repente, comenzó a sonar una voz amplificada por altoparlante que resultaba inconfundible: la de Gustavo Salle. Provenía de las afueras, de cerca de la puerta de ingreso, y enunciaba todo tipo de improperios hacia quien estaba a punto de ingresar, el flamante presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que en uno de sus primeros viajes oficiales al exterior iba a reunirse con su par uruguayo, Luis Lacalle Pou.

“Andate, ladrón” y “vendepatria” fueron algunos de los gritos de Salle cuando ingresaba la comitiva brasileña, aunque en paralelo también se escuchaban gritos de aliento que emitían otras personas. Al entrar, Lula posó ante las cámaras junto a Lacalle Pou y luego ambos ingresaron a la casa principal.

Lula llegó acompañado por el canciller Mauro Vieira, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, la de Ciencia, Tecnología e Innovación, Luciana Santos, el de la Secretaría General de la Presidencia, Márcio Macedo, y el asesor especial de la Presidencia, Celso Amorim, entre otros. De parte del gobierno uruguayo, además del anfitrión, estaban presentes el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el prosecretario Rodrigo Ferrés, los ministros del Interior, Luis Alberto Heber, de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, y la vicepresidenta Beatriz Argimón.

Según pudo saber la diaria, hubo una reunión principal a puertas cerradas en la que estuvieron Lacalle Pou junto a Bustillo del lado de Uruguay, y Lula, Haddad, Vieira y Amorim del lado de Brasil. Esta tuvo diversos ejes, pero el principal fue el Mercosur y la flexibilización, cuya discusión viene impulsando el gobierno de Lacalle Pou desde el inicio de su mandato.

En paralelo hubo otras instancias, como la que tuvieron Argimón con la primera dama de Brasil, Rosângela da Silva, que ocupa un rol central en el gobierno del gigante sudamericano. Además, todos los ministros tuvieron reuniones con contrapartes referentes de sus áreas. Por ejemplo, Heber se reunió con autoridades de la Policía Federal, mientras que Da Silveira se juntó con la ministra Santos.

Tras las reuniones hubo una declaración en la que tanto Lacalle Pou como Lula dieron sus pareceres y conclusiones. Según supo la diaria, por falta de acuerdo entre ambas comitivas sobre la cantidad de preguntas a responder, la prensa no pudo hacer consultas a micrófono abierto. Tras esta conferencia, todos partieron hacia otro sector del predio residencial en donde compartieron un asado que sirvió para seguir conversando de manera informal, aprovechando además para celebrar el cumpleaños de Haddad, quien fue candidato a la presidencia de Brasil cuando Lula estaba preso.

Primero, por separado

Lacalle Pou tiene como una de sus metas fundamentales lograr que Uruguay tenga una mayor apertura comercial. Por eso este martes propuso crear una zona de libre comercio en toda la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y también por eso insiste, cada vez que tiene una oportunidad, con el mismo tema en el Mercosur. Pero hasta ahora siempre obtuvo reparos tanto desde Argentina como desde Paraguay, y en los últimos días el gobierno de Brasil también había manifestado una postura contraria a dejar que Uruguay, por fuera del bloque regional, negociara un tratado de libre comercio con China, el principal anhelo en esta materia.

Por eso había expectativas por conocer una primera expresión de Lula al respecto. Y cuando lo hizo, el gobierno de Uruguay sonrió. El propio Lacalle Pou dijo en su oratoria que la conversación que había tenido con Lula le generó “optimismo”. Específicamente, en cuanto al “perfeccionamiento del Mercosur”, el presidente uruguayo dijo: “No peleamos, simplemente dejamos nuestros puntos de matiz, de diferencia, para avanzar, para mejorar”. Y si bien dijo que es el aspecto en el que hay “mayores matices”, planteó la necesidad de “Uruguay de abrirse al mundo y tratar de hacerlo con todo el Mercosur”.

En este sentido, se anunció que “equipos técnicos” de ambos países, con invitación a Argentina y Paraguay también, analizarán “qué es lo que realmente necesitamos de nuestra relación con China”. Lacalle Pou agregó que “a nadie escapa el peso económico y demográfico de Brasil” y por eso, si el gobierno de Lula define avanzar en negociaciones con China, Uruguay “tranquilamente” se va a “plegar” si condice con sus objetivos. Pero, en principio, lo que se acordó es que Uruguay continúe con sus negociaciones y luego, cuando se esté más cerca de una conclusión, se vuelva a analizar el tema. “Paralelos hasta el momento de las definiciones, y ahí veremos qué es lo que se ha conseguido”, apuntó.

Más allá de eso, para despejar dudas, Lacalle Pou ratificó la pertenencia de Uruguay al Mercosur, lo que consideró una “vocación incambiada”, y señaló que lo prefiere “moderno, flexible y abierto al mundo”.

Un acuerdo de todo el Mercosur con China

El presidente de Brasil, a su turno, hizo una serie de afirmaciones que fueron una bocanada de aire para el gobierno uruguayo en su búsqueda de un Mercosur más abierto comercialmente. Tras algunas críticas a su antecesor, Jair Bolsonaro, como que el país “era la sexta economía del mundo” y actualmente es la “decimotercera” y que recibió “un país semidestruido”, Lula dio mensajes alentadores para Lacalle Pou. “Quiero decirle al presidente uruguayo que sus reclamos son más que justos. Primero, porque el papel de un presidente es defender a su país, los intereses de su economía y de su pueblo. Segundo, porque es justo querer producir más y querer vender más”.

Agregó que, por ese motivo, “es importante abrirse” lo “más posible” en el “mundo de los negocios”. Luego le dijo a Lacalle Pou que con “la idea de discutir la llamada innovación o renovación del Mercosur” su gobierno está “totalmente de acuerdo”. Para ello dijo que es necesario que se junten en primera instancia los equipos técnicos, luego los ministros y, por último, los presidentes.

Si bien puso como prioridad concluir el tratado que hace años se viene negociando con la Unión Europea, Lula afirmó que después es necesario ponerse a estudiar “un posible acuerdo entre China y el Mercosur”.

Por último, Lula hizo una referencia que también, posteriormente, sería destacada por autoridades uruguayas como un guiño: que hay que “tener respeto a la soberanía de cada país” y a “los intereses de hacer bien para el pueblo de cada país”. Lula concluyó afirmando que “esta ha sido la primera de muchas reuniones” entre ambos mandatarios y que la próxima podría ser en Brasil.

Análisis positivo

Varias fuentes del gobierno indicaron a la diaria que el mensaje de Lula fue positivo para los intereses de Uruguay de negociar bilateralmente con China, ya que no se escucharon negativas y, además, el presidente de Brasil reconoció necesario modernizar el bloque. Y si finalmente se definiera negociar todos juntos, se interpreta que el paso inicial de resolver el acuerdo con la Unión Europea no es impedimento porque los países del Mercosur están alineados en esa búsqueda y desde Europa hay mayor predisposición con Lula en el gobierno de Brasil que la que había con Bolsonaro.

Pero fundamentalmente, fueron las palabras de Lula referidas al respeto a la soberanía y los intereses de cada país las que calaron más hondo, como si hubiese sido una señal de entendimiento de lo que pretende Lacalle Pou, lo cual “se vio muy positivo”.

La vicepresidenta Argimón comentó a la diaria que tras esta primera reunión entre autoridades de ambos países “se abrió una puerta de cómo concebir ambas posturas”, tanto la de Uruguay como la de Brasil, y que después se verá cómo pueden converger. Además, destacó las palabras del mandatario del vecino país sobre la actualización del bloque regional.

En cuanto a su reunión con la primera dama, Argimón comentó que giró en torno a “la independencia económica de las mujeres”. Según dijo, es un tema en el que le interesa trabajar “no sólo a nivel de Uruguay sino de América Latina”, y que Rosângela da Silva “está muy interesada” en lo mismo. En esta línea, acordaron “seguir conectadas”, ya que se trató de una primera charla “muy interesante”.

Temas de infraestructura

Lacalle Pou también comentó durante su alocución que en la reunión con Lula se abordaron temas de infraestructura común entre ambos países. Según dijo, en una primera parte del encuentro se trató el tema de “las hidrovías de las lagunas Merín y de los Patos”. También se acordó avanzar en la construcción de un puente de mayor porte “que pueda sostener una mayor carga de tránsito productivo” entre las ciudades fronterizas de Río Branco y Yaguarón. Por último, hablaron de la posibilidad de que “el aeropuerto de la ciudad de Rivera sea binacional”.

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