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Liceo 41.

Foto: Ernesto Ryan

Ministerio del Interior resolvió no investigar al policía que quería intervenir teléfonos de docentes y alumnos del liceo 41

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En respuesta a un pedido de informes de senadores del FA, la cartera argumentó que el cabo Marcelo Fránquez estaba en comisión en Presidencia cuando compartió los contactos de 12 adolescentes con Astesiano.

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Leído por Andrés Alba.
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Casi diez meses después de la divulgación de la noticia, el Ministerio del Interior (MI) respondió un pedido de informes de senadores del Frente Amplio (FA) sobre la situación del cabo Marcelo Alejandro Fránquez Pérez, el integrante del servicio de seguridad presidencial que le pidió a Alejandro Astesiano que interviniera los teléfonos de docentes y alumnos de tercer año del liceo 41.

Los senadores del FA plantearon siete preguntas pero recibieron sólo una respuesta, que lleva la firma del ministro, Nicolás Martinelli: la cartera “no inició procedimiento administrativo” contra Fránquez, ya que este se encontraba “desempeñando funciones en comisión” en Presidencia de la República cuando ocurrieron los hechos que se denunciaron.

Martinelli adjuntó en su respuesta a los legisladores la argumentación respecto a este punto del director Nacional de Policía, José Manuel Azambuya, y del subdirector general de Secretaría, José Pedro Sesser.

Fránquez Pérez, a quien Astesiano tenía agendado como Marcelo Baiano, fue cesado del Servicio de Seguridad Presidencial y trasladado nuevamente a su lugar de origen, la Jefatura de Policía de Montevideo, al día siguiente de la publicación de la noticia en la diaria. En los audios divulgados se mostraba que el cabo Fránquez quería probar la participación de “docentes comunistas” en un supuesto “escrache” que impulsaban estudiantes de tercer año del liceo 41, en el Cerrito de la Victoria.

“Se ve que están usando a esos guachos que viven en los cantes y están medio descerebrados. Perdoname la expresión pero es así”, le dijo el cabo a Astesiano. “¿Te interesa? Para mí tendría que ser. Si te interesa, tengo números de teléfono, tengo todo, cosa que puedas intervenir todo y tener una imagen más amplia de eso”, le dijo Fránquez al jefe de la seguridad presidencial en otro audio.

“Sí, claro que sí”, escribió Astesiano. Luego ratificó su interés por mensaje de audio: “Sí, Marcelo. Doy la orden urgente”. Tras esa respuesta, Fránquez compartió el nombre y teléfono de una docente y delegada sindical del liceo 41, y el de otra profesora, de quien todavía no había conseguido el número. Finalmente, en dos mensajes consecutivos, el policía compartió con Astesiano los nombres de pila y números de celulares de 12 alumnos de tercer año del turno matutino. “Ok. Bien”, respondió Astesiano cuando recibió todos esos nombres y contactos.

Además del traslado de Fránquez Pérez a la Jefatura de Policía de Montevideo, la divulgación de la noticia tuvo otras consecuencias: hubo manifestaciones de repudio desde los sindicatos de profesores, la fiscalía citó al funcionario a declarar y la bancada de senadores del FA presentó el pedido de informes ya mencionado.

A finales de julio, el semanario Brecha informó que al día siguiente de la publicación de la diaria el subsecretario del MI, Guillermo Maciel, le envió un oficio a la entonces fiscal a cargo del caso, Gabriela Fossati, en el que planteaba que, “a los efectos de seguir colaborando y cooperando con las investigaciones que lleva a cargo esa Fiscalía, con la presente se adjunta copia fiel del acta labrada y legajo del funcionario, en la investigación de urgencia, decretada en la fecha de hoy, respecto a la información de prensa cuya copia también se adjunta”.

El acta, según Brecha, correspondía al interrogatorio realizado a Fránquez Pérez cuyo nombre real había sido revelado el 8 de febrero por el diario El Observador. De acuerdo a ese documento, que el MI no menciona en su respuesta a los legisladores del FA, Fránquez Pérez fue interrogado por el comisario mayor Beltrán Gerardo Ford, hasta ese momento ayudante del entonces subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel.

Berriel fue removido al día siguiente del interrogatorio a “Marcelo Baiano” y tres días más tarde sería formalizado en medio del escándalo por Astesiano, con quien tenía línea directa. El nombre de Berriel está vinculado a varios episodios de esta causa: aportó información sobre el viaje personal de Lorena Ponce de León, consiguió imágenes de las horas previas al accidente de Marcelo Abdala e intercedió ante pedidos que involucran al secretario de Rodrigo Ferrés, prosecretario de Presidencia de la República.

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