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Jorge Gandini, el 2 de agosto, en la Cámara de Senadores.

Foto: Mara Quintero

El Senado aprobó por unanimidad la liquidación de Gas Sayago, con debate sobre la viabilidad del proyecto

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Gandini sostuvo que el proyecto estuvo rodeado de “sospechas de corrupción y poca transparencia” y Rubio criticó las “suspicacias acerca de un negocio que no funcionó”.

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La Cámara de Senadores aprobó por unanimidad y dio sanción definitiva este miércoles al proyecto de ley de dos artículos para proceder a la liquidación del consorcio Gas Sayago, por el que se transfieren los “activos y pasivos” de la firma a las dos empresas públicas que son sus accionistas –UTE (79%) y Ancap (21%)–, las cuales serán “sucesores a título universal” de la firma en disolución. La iniciativa exonera a UTE y Ancap de pagar eventuales deudas que se generen por Gas Sayago con la Dirección General Impositiva, Aduanas y la Administración Nacional de Puertos. El proceso de liquidación comenzó en 2019 y culmina con la aprobación de esta ley.

“Venimos hoy a cerrar otra empresa del Estado, a liquidarla. Una sociedad anónima 100% propiedad del Estado que nunca funcionó, nunca gasificó ni un metro cúbico, que nos costó inicialmente 213 millones de dólares de pérdidas”, comenzó diciendo el senador nacionalista Jorge Gandini, el primero en tomar la palabra. De esos 213 millones, Gandini aclaró que se lograron recuperar 100 millones por la multa que debió pagar el Consorcio GNLS cuando se retiró del proyecto.

Gandini afirmó que “la regasificadora fue un error, un error grande, importante, porque ni siquiera se supo ver las consecuencias que tenía un cambio estructural fundamental que el propio Frente Amplio (FA) había llevado a la práctica, que era el cambio de la matriz energética, que, entre otras cosas, transformó al Uruguay en exportador de energía a Argentina”, reflexionó Gandini, que calificó de sinsentido promover “una regasificadora para venderle gas a la Argentina”. El legislador recordó que en 2021 el exministro de Economía y Finanzas del FA, Danilo Astori, reconoció que fue “un error” haber desarrollado la regasificadora. “Esa autocrítica es muy importante, yo espero que sea lo que hoy tenga mayorías en esta sala”, apuntó Gandini.

Por otra parte, el senador blanco sostuvo que el proyecto estuvo rodeado de “sospechas de corrupción y poca transparencia y, en el mejor de los casos, de notoria negligencia e incompetencia de sus jerarcas”.

Rubio criticó las “suspicacias acerca de un negocio que no funcionó”

Luego de Gandini habló el frenteamplista Enrique Rubio, quien criticó que se genere “un conjunto de suspicacias acerca de un negocio que no funcionó”. Rubio dijo que no cree “que las autoridades de UTE o de Ancap que participaron en ese consorcio fueran tontos, o que cada vez que el sector privado hace una inversión en una rama y no le sale porque hay un cambio de escenario es porque son tontos o son corruptos”, sino que “esto sucede todo el tiempo”, y si bien admitió que hubo “pérdidas” a causa de este proyecto fallido, hizo hincapié en que se debió a un “cambio de escenario”.

Rubio recordó la transformación de la matriz energética que el gobierno del FA impulsó al comienzo de su primer mandato –para evitar los “cortes” de energía– y la caída en la economía argentina, como elementos centrales que llevaron al fracaso de la iniciativa. “En el proceso se convirtió en inviable” y no antes, consideró, y si bien insistió en que “nadie está negando que hay pérdidas”, se debe “computar de esas pérdidas el dragado [en la bahía de Montevideo], que le sirve a la expansión del puerto de Montevideo”, así como “lo que está enterrado como caños, que pueden tener usos que no podemos prever”.

“Es cierto que [el proceso de liquidación] se prolongó demasiado en el tiempo, pero también es cierto que en cosas que maneja el Estado uruguayo generalmente las cosas se prolongan demasiado en el tiempo”, analizó Rubio, antes de aclarar que la oposición votaría afirmativamente este proyecto porque hay que “salir y cerrar definitivamente esto”.

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