En una plaza Huelga General repleta y bajo un calor intenso, se dio este jueves la asunción de Gonzalo Civila y su equipo al frente del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Reconociendo la “emoción” que le generaba la presencia de tanta gente, el flamante ministro destacó la importancia de valorar –en línea con el nombre de la locación elegida– los 40 años de continuidad democrática. Con énfasis en “la lucha” de los trabajadoras contra la dictadura, el dirigente socialista agradeció a quienes en la actualidad “desde distintos lugares militan por la causa de la dignidad humana” tanto a nivel social, político, cultural como religioso. “Contamos con todos ustedes para hacer esta transformación”, aseguró.
Esas primeras palabras replicaron luego en su discurso, cuando detalló que su gestión irá hacia “un enfoque comunitario” que “incentive y fortalezca el poder popular y la participación”. Civila reconoció, sin embargo, que esa forma de ver las cosas implica “estar dispuestos a dar una batalla cultural” en el marco de una discusión planteada entre “el individualismo y la solidaridad”. “Creemos que solamente podemos realizarnos y llevar adelante un proyecto de vida si es juntos, si es en comunidad y si es cuidando a los demás”, aseguró el ministro.
Asimismo, el jerarca definió esa forma de ver las cosas en su equipo como “muy vocacional”. “La verdad que [es] un equipo soñado, está lleno de gente que ha entregado la vida –algunos, más corta, y otros, más larga– a la causa de la dignidad humana, de la justicia, de la libertad”, remarcó. “Este equipo se viene a unir a otro gran equipo, el de los trabajadores y las trabajadoras del Ministerio de Desarrollo Social”, agregó.
Mirando hacia el futuro, Civila comentó que aquellos que supieron cumplir responsabilidades en el Mides en anteriores gestiones frenteamplistas “serán de consulta y de referencia” en su camino. También llamó a no convertir los espacios del ministerio en “espacios de privilegio”, y remarcó que no hay que sentirse en un lugar “superior a nadie”.
El Estado y las prioridades
Luego de referirse al qué y al cómo, Civila reconoció que para cumplir con los objetivos “el Estado también tiene que ser transformado”. “No somos idólatras del mercado y tampoco somos idólatras del Estado, nosotros creemos en una sociedad que camina con sus propios pies, que puede construir su destino, y en un Estado que pueda ser aliado de esa sociedad para construir un futuro más justo y más igualitario”, afirmó.
El responsable del Mides apuntó que se “necesita una transformación en las relaciones de poder” de la sociedad para acercarse a la igualdad y la justicia. Explicó que se trata de ir hacia un “poder” que “tiene que ser compartido” no solamente por “un puñado de personas o de sectores sociales”.
En cuanto a las prioridades, Civila recordó que el “desarrollo social” implica “protección social”, pero reconoció que con eso “no basta”. En ese sentido, volvió a hacer referencia a la necesidad del despliegue de “capacidades comunitarias”, en línea con tres desafíos: la pobreza infantil, los cuidados y la situación de calle.
Sobre la pobreza infantil, apuntó que es “un flagelo” que “condena a la sociedad hacia adelante”. Con relación a la política de cuidados, enfatizó que debe ser “universal” y se detuvo en la importancia de que permita “liberar tiempo” para que las mujeres “puedan tener una vida en igualdad y condiciones de libertad como el resto de los ciudadanos”.
Por último, se refirió a las personas en situación de calle, lo que definió como una de las problemáticas “más urgentes” e “inmediatas” que tiene su gestión al frente del Mides. Civila dijo que esta situación forma parte de las “heridas” que “todo el tiempo” duelen. En esa línea, enfatizó que quienes están en situación de calle “no son problemas de paisaje” ni responsables de “problemas urbanos”; no obstante, aseguró que sí es algo que representa “una gran mancha a la dignidad” de la patria.
Con una encendida oratoria sobre el final, Civila redondeó su razonamiento con una prosa del religioso, escritor y poeta español Pedro Casaldáliga. Luego de recitar el texto, con fuerte referencia a la presencia en el territorio, el ministro concluyó: “La cabeza piensa donde los pies pisan, así que vamos a estar pisando nuestros barrios, nuestras comunidades, nuestros pueblos y nuestras localidades”.
Fundación a Ganar presente
La asunción de las autoridades del Mides fue acompañada por diversas autoridades del gobierno, algunos integrantes de la anterior administración, el cardenal Daniel Sturla y también por representantes de la Fundación A Ganar, que estuvo en el ojo de la tormenta esta semana, cuando trascendió que la anterior administración firmó un contrato por 3,6 millones de dólares días antes del final de su mandato. Según pudo confirmar la diaria con las actuales autoridades, ese tema sigue a estudio.