La Unidad Académica de Toxicología del Hospital de Clínicas emitió un comunicado ante el incremento de intoxicaciones por monóxido de carbono, provocadas por los sistemas de calefacción durante el invierno, con el fin de reiterar algunas recomendaciones.
Los médicos se refieren al monóxido de carbono como el “asesino silencioso”, ya que es un gas incoloro, inodoro e insípido, es decir, imposible de detectar por los sentidos. Sin embargo, “es altamente tóxico y puede producir la muerte en algunos casos según la gravedad de la intoxicación”, señaló la doctora Melina Pan, toxicóloga experta en monóxido de carbono y profesora adjunta de Toxicología, en un video difundido por el hospital.
Este gas, “una vez que entra, a través de la respiración, al pulmón, pasa a la sangre y de ahí se distribuye a todo el cuerpo y a todos los órganos”, impidiendo que el oxígeno se difunda en el cuerpo, alertó Pan.
Los síntomas iniciales de la intoxicación son: dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, somnolencia o confusión. Estos, pueden confundirse con una gripe o malestar general. El Hospital de Clínicas recomienda, “ante cualquier sospecha de intoxicación, ventilar inmediatamente el ambiente, apagar los artefactos, evacuar el lugar y consultar de urgencia al médico”.
El monóxido puede generarse en todo aquello que tenga una llama o combustión. “Estufas a gas, estufas a leña, calefones a gas, caños de escape, braseros. Siempre donde haya una llama hay riesgo de que pueda producirse monóxido de carbono, sobre todo cuando en ese ambiente hay poca cantidad de oxígeno”, señaló Pan.
Recomendaciones para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono
El hospital recomienda ventilar todos los ambientes del hogar al menos una vez al día, incluso durante los días fríos. Pan sostiene que siempre se debe “dejar una ventilación, aunque sea mínima, adecuada en aquellos ambientes que estamos calentando”.
Asimismo, es importante revisar periódicamente estufas, calefones, calderas y chimeneas con personal especializado, y evitar el uso de hornallas u hornos a gas como medio de calefacción.
El uso de braseros o estufas a leña se debe evitar en lugares cerrados sin ventilación y los calefones a gas deben ser instalados fuera de la vivienda, ya que son una causa común de intoxicación grave. Por último, se aconseja no dejar los artefactos de combustión encendidos durante la noche o mientras se duerme.