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(archivo, julio de 2020)

Foto: Federico Gutiérrez

Molinos de harina en alerta ante nuevo estancamiento en negociaciones con los empresarios

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La Dinatra intercede entre las partes para lograr desbloquear un conflicto que continúa sin avances.

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A la espera de una nueva instancia de negociación que se desarrollará este viernes en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), representantes de los trabajadores de los molinos de harina y de los empresarios siguen sin acercar posturas en las negociaciones. De hecho, para los trabajadores, algunos cambios realizados en la propuesta de las empresas “estancó” más aún las conversaciones.

Marcelo Pereira, delegado de base del molino Cañuelas, dirigente de la rama del trigo y a la vez representante de la Federación de Obrera y Empleados Molineros y Afines (Foemya), dijo a la diaria que los trabajadores del sector tenían una plataforma, pero en una reunión celebrada al comienzo de esta semana “los empresarios quitaron beneficios” y además decidieron que ahora no habrá instancia de reuniones bipartitas entre las partes, como se había acordado.

Manifestó que estaba acordado que cada empresa negociaría, de manera gradual, con su personal una reducción de la jornada laboral (de ocho a seis horas), pero para sorpresa de los trabajadores, los empresarios retiraron esta posibilidad. En la última reunión entre las partes, con la Dinatra presente, “ellos no presentaron nada”, dijo Pereira, y agregó que se hizo una pausa en cuanto a las medidas ejecutadas anteriormente, “se redireccionó el conflicto y, ante eso, la otra parte no brindó respuestas a ninguno de los puntos planteados”.

“Eso ahora complica la negociación porque ni siquiera están los convenios sobre la mesa”, explicó el dirigente, y expresó que esos convenios solamente estarían disponibles si se acuerda y firma previamente la rama de actividad de manera colectiva. “Estamos a punto de iniciar el conflicto nuevamente, pero la negociación se ha vuelto imposible, porque es como ellos quieren. No hay una apertura en las negociaciones”, afirmó. Medidas como los paros por turno o incluso ocupar nuevamente algunas plantas, podrían llegar a ejecutarse desde el sábado 7.

Pereira señaló que en la última reunión, ante la solicitud de un ajuste salarial de 6% anual, que comenzaría a regir desde la firma del nuevo convenio –retroactivo al 30 de junio–, y luego de un diálogo entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y los empresarios, la propuesta fue de un aumento de salario real en dos años de 1,5% (0,75% por cada año). Ante estos cambios, los representantes de cada uno de los cinco molinos están en una “red de asambleas”, aunque cada molino es libre de resolver si esa propuesta de los empresarios es aceptada o no.

Antes la reunión tripartita del viernes en la Dinatra habrá un plenario de delegados de todos los molinos, a los efectos de intercambiar información y posturas, de cara al encuentro de más tarde. Incluso, algunos de ellos llegan a Montevideo desde el interior. “Vemos con malos ojos que se haya quitado la negociación por empresa, ya que cada firma tiene una realidad diferente. Hay molinos que están en una situación de un atraso muy grande. Eso derriba las plataformas que tenían los trabajadores en casa empresa”, manifestó Pereira.

Hasta no conocer el resultado de las negociaciones de la próxima instancia, los molinos de harina no tomarán medidas de fuerza, pero si comenzarán a realizar movimientos en caso de que no existan avances. “Es una posición de desgaste que ellos siempre utilizaron. El tema es que la están utilizando al máximo. Y vamos al ritmo de ellos, y no al nuestro”, comentó. Después de la reunión de este viernes, los delegados de los cinco molinos se reunirán en la sede de la Foemya para realizar un balance del encuentro en Dinatra, y si es necesario, definir un plan de acción. Cabe consignar que cualquier decisión que se tome en cada molino, luego es puesta en votación, siendo la mayoría la que define los pasos a seguir. Pereira aclaró que antes de tomar medidas se analiza qué abastecimiento de harina hay en el mercado, y reconoció que la opción de ocupar un establecimiento es “lo más fuerte”, y que ya se hizo en años anteriores.

Finalmente, afirmó que la Dinatra está intentando encauzar el conflicto, pero que de parte de los empresarios hay “cambios permanentemente”, esto en un momento en el que según el dirigente, “con apuro por parte del gobierno para cerrar las mesas de negociación en este mismo mes”. “En definitiva, lo que quiere el gobierno es asegurarse con las cláusulas de paz es que existan grandes conflictos en toda la industria, y en lo que es el mundo del trabajo”, dijo el dirigente, quien concluyó que la posibilidad de que el Poder Ejecutivo laude, está vigente.

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