La inclusión de cinco trabajadores, afiliados al sindicato de Pilsen y la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), en la plantilla de 59 operarios que iniciarían tareas en la planta de Minas, Lavalleja, fue el motivo que disparó nuevas diferencias entre Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) y el sindicato, y que originó que la reapertura de la fábrica, prevista para el pasado lunes, no se concretara. Esto lo confirmó este martes a la diaria el presidente de la FOEB, Fernando Ferreira.
En negociaciones desarrolladas en un ámbito tripartito durante semanas en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), ambas partes habían alcanzado un preacuerdo el 21 de junio para reabrir la planta de Minas en agosto. Esa decisión fue aprobada por el sindicato de Pilsen en asamblea celebrada el 27 de junio.
FNC anunció el cierre de la planta de Minas en mayo, argumentando problemas de rentabilidad por los altos costos de producción en comparación con la región, la baja escala, la baja productividad y la presión fiscal. Sin embargo, tras gestiones de las autoridades, los sindicatos y la disposición de la empresa, se negoció la reapertura.
Ferreira comentó que la reapertura de la planta se iba a concretar este lunes, pero “en el transcurso de la pasada semana la empresa comunica que de los 59 trabajadores que están en la plantilla, no quiere que retornen diez”. “El sindicato de inmediato respondió que no estaba de acuerdo con esa situación, porque eso no se había discutido en el MTSS, más allá de que la empresa había hecho llegar a los trabajadores en Minas que había personas con las que no quería contar”, añadió Ferreira.
El dirigente sostuvo que con el transcurso de los días la empresa cambió parcialmente su postura y comunicó que eran cinco los trabajadores que no aceptaba en su plantilla. Los motivos esgrimidos por FNC son sanciones que estos empleados tienen en su legajo, explicó Ferreira. “El viernes a última hora la empresa avisó que con esos cinco trabajadores no inicia la operativa, y ahí fue que se pospuso la reapertura”, agregó.
Señaló que está previsto que en el transcurso de esta semana existan reuniones entre directivos de la empresa y los responsables de la planta en Minas, más representantes del sindicato de trabajadores en esa ciudad, para intentar destrabar la situación. Sobre esto, acotó que, “por el momento, la idea es mantener el diálogo de manera bipartita. De lo contrario, se analizará si volvemos a dialogar con el MTSS, que de alguna forma es el garante del acuerdo alcanzado meses atrás”.
Para Ferreira, los próximos días serán “clave para alcanzar un acuerdo, pues de lo contrario se continuará retrasando la reapertura. Si seguimos así, se perderá también el mes de agosto”. En el retorno de la operativa, las primeras tareas a realizar en la planta serán de limpieza y mantenimiento para organizar y diagramar el inicio de la producción.
“Aspiramos a que si no hay acuerdo esta semana, lo haya sí la semana que viene. En el sindicato estamos dispuestos a hablar y discutir posiciones, pero siempre con los cinco compañeros dentro de la plantilla, y así no permitir que la empresa los despida”, concluyó.
De la plantilla de 91 trabajadores que había en la planta de Minas deberían ingresar 59. Hay otros que son empleados zafrales, que esperan ser llamados cuando la empresa lo requiera. En tanto, de los 22 restantes, algunos se inclinaron por el despido incentivado, mientras que otros iniciaron el proceso de jubilación.