Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
En la semana que comienza se conocerán dos definiciones de gran importancia. Por un lado, el Poder Ejecutivo presentará al Legislativo su proyecto de presupuesto nacional para los próximos cinco años, y quedarán a la vista las prioridades y las postergaciones que se plantean al asignar recursos. Por otro, se conocerán las posiciones que adoptarán los integrantes del Senado acerca del pedido de desafuero de Guido Manini Ríos, presentado por el fiscal Rodrigo Morosoli para acusarlo de no haber denunciado a José Nino Gavazzo. Parece probable que ambas cuestiones estén vinculadas entre sí.
Ya sabemos cuáles son algunos de los lineamientos generales del proyecto de Presupuesto (incluyendo lo que el Ejecutivo llama “ahorro” y la oposición “recorte”), y también que se han desarrollado intensas negociaciones dentro del oficialismo, en las que cada partido y sector intentó reducir daños para las áreas del Estado que tiene a su cargo.
El texto que ingresará al Parlamento dará cuenta del primer resultado de esos tironeos, que no necesariamente será definitivo. En el debate legislativo acerca del proyecto de urgente consideración quedó por el camino una parte muy significativa del articulado inicial.
Por lo pronto, en el suplemento Economía adelantamos insumos útiles para la discusión que comienza. Hay una explicación conceptual de lo que es el Presupuesto, de sus relaciones con la política fiscal y de sus particularidades en Uruguay (el único país que lo define de antemano para un quinquenio). También, un repaso histórico de anteriores negociaciones entre partidos y un análisis sobre los propósitos de “ahorro”, su expresión en el llamado “decreto de austeridad” y el impacto en los salarios del sector público. Por último, destacamos las cuestiones de género presentes (pero a menudo invisibles) en un presupuesto, y la relevancia de la asignación de recursos a la Universidad de la República y a lo relacionado con investigación, desarrollo e innovación.
En cuanto al pedido de desafuero, que será considerado mañana por la Comisión de Constitución y Legislación del Senado, las definiciones que ya se conocen permiten prever que no se formará la mayoría de dos tercios requerida para aceptarlo. El Frente Amplio aprobará la solicitud, pero los tres integrantes nacionalistas de esa comisión ya adelantaron su posición contraria a ella, y lo mismo hizo Julio María Sanguinetti. Es muy probable que, aunque el conductor de Cabildo Abierto vote a favor, alegue luego que, si de él hubiera dependido, habría afrontado la acusación ante un tribunal, pero que eso no fue posible debido a la libre decisión de otros senadores.
De todos modos, hay una coincidencia objetiva entre el tratamiento de este asunto y el inicio del debate parlamentario sobre el proyecto de presupuesto. Por esa circunstancia, es preciso considerar la posibilidad de que haya una relación entre las negociaciones presupuestales y el resultado de la votación sobre el desafuero. Sea como fuere, el costo puede ser alto si ocurre lo que se ve venir, no sólo en términos de imagen, sino también en lo referido a las señales políticas sobre la impunidad del terrorismo de Estado.
Hasta mañana.