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Foto: Alessandro Maradei

Explotar la fruta: recetas para las que no se tira nada de la banana, ni la cáscara

4 minutos de lectura
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La banana, el plátano, es la fruta más consumida en el mundo. Se estima que la producción en el planeta es de 30,7 millones de toneladas y la ingesta mundial, 5,1 kilos per cápita.

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Nuestro país es –entre los importadores– uno de los mayores consumidores de banana del mundo, con 15,2 kilos por año, por persona, ubicándose en las primeras posiciones. Lo interesante es que la banana en Uruguay tiene mayor preferencia como fruta fresca que procesada (por ejemplo, en budines, tortas o postres).

No es novedad que aquí el consumo de su piel no figura en el recetario doméstico, pero tampoco en la restauración o en el ámbito industrial. La verdad es que en la actualidad la cáscara sólo tiene un destino y es ser tirada a la basura o convertida en un orgánico más de los que va al compost, desconociendo que, al igual que su pulpa, tiene propiedades antioxidantes, vitaminas y minerales que favorecen al organismo.

Batido de banana

Lo importante es lavar muy bien la cáscara de banana con abundante agua, quitar las extremidades y que la fruta esté bien madura. Luego de ese lavado, colocar una banana madura con su cáscara en el vaso de la licuadora junto con 1 cucharada de miel de abeja, 2 cucharadas de avena y medio litro de leche de origen animal o vegetal (almendras, coco o soja). Licuar y servir de inmediato. Queda delicioso y viene perfecto para aprovechar al máximo la fruta.

Bananas al plomo

Ingredientes
4 bananas grandes con su cáscara
4 cdas. de azúcar rubia
1 cda. de manteca

Preparación
Lavar muy bien las bananas, cortarlas al medio en forma longitudinal y colocarlas en el centro de los cuadrados de papel plomo. Pincelar el centro y la cáscara con manteca. Cocinar en la parrilla o en el horno, hasta que la cáscara quede cocida y tierna. Tiempo estimado de cocción: 12 minutos en horno precalentado a 180ºC, o unos diez minutos en la parrilla, si la brasa está en su punto justo. Espolvorear con azúcar rubia mezclada con canela y con la ayuda de un soplete caramelizar la superficie. Servir de inmediato. Ideal para acompañar con helado de crema o de alguna fruta, yogur, queso blanco, ricotta o mascarpone.

Un truquito que nosotros usamos en nuestras casas con el papel aluminio, luego de cocinar algo a la parrilla o al horno, es lavarlo, apretarlo y utilizarlo como “esponja rulo”. Puede parecerles una locura pero funciona de maravillas.

Cáscara de banana desmechada versión dulce

Ingredientes
4 cáscaras de banana
1 cda. de canela en polvo
2 cdas. de azúcar rubio o mascabo
6 cdas. de manteca pomada

Preparación
Dejar pomar la manteca. Mientras tanto, quitar con una cuchara el excedente de banana de las cáscaras. Con la ayuda de un tenedor, desmechar las bananas con fuerza y de forma longitudinal. Marinar las tiras de cáscara de banana con el resto de los ingredientes. Colocar en una asadera y llevar a horno bajo (160º C) por aproximadamente 20 minutos. Ideal para terminar postres, helados, banoffee, pecan pie e incluso, si te animás, alguna carne agridulce.

Cáscara de banana desmechada salada

Ingredientes
4 cáscaras de banana
3 cdas. de salsa de soja
1 cda. de pimienta blanca a gusto
6 cdas. de aceite altoleico

Preparación
Tomar las cáscaras de banana y con una cuchara quitarles el excedente de fruta. Con la ayuda de un tenedor y de forma longitudinal, desmechar (deshilachar en hebras) con fuerza las cáscaras, hasta formar tiras muy finas. Colocar en un bol y marinar con la salsa de soja y la pimienta. Dejar reposar diez minutos. En una sartén calentar el aceite, colocar las tiras de banana marinadas y dorar ligeramente. Al cabo de dos minutos, bajar el fuego y seguir cocinando por otros cuatro. Puede resultar una textura un poco fibrosa. En caso de quererlo más cocido, lo ideal es terminarlo al horno con un poco de manteca. Perfecto para dar sabor delicioso y distinto a sándwiches y pizzas.

Budín de pan de banana y canela

Un rico postre para terminar un almuerzo o una cena.

Ingredientes
2 bananas maduras con cáscara y bien lavadas
500 g de pan de esos restitos que te van quedando en casa
1 litro de leche entera
6 huevos
150 g de azúcar
Una pizca de canela
Para el caramelo:
250 g de azúcar

Preparación
Para preparar el caramelo, colocar 250 g de azúcar y caramelizar una budinera o un molde Savarin de 30 cm de diámetro. Dejar enfriar. Mientras, cortar el pan en cubos o en rodajas y colocarlos en un bol grande. Remojar el pan en la leche tibia durante una hora o hasta que se forme una mezcla y no queden trozos. Agregar los huevos, el resto del azúcar, las bananas procesadas y la canela. Se le pueden agregar 80 g de pasas de uvas o pasas de arándanos. Mezclar bien y volcar la preparación sobre la budinera caramelizada. Colocar la budinera sobre una asadera profunda con agua y cocinar a baño María entre 50 y 60 minutos a 180º C. Cuando esté pronto, retirar, dejar enfriar y desmoldar en frío.

Té de cáscaras de banana para conciliar el sueño

Lavar muy bien las cáscaras de 2 o 3 bananas y hervirlas en un poco de agua; te aportará magnesio y potasio, dos minerales vinculados a la calidad del sueño. Además, la cáscara contiene altos niveles de triptófano, un aminoácido que produce las hormonas que inducen el sueño, específicamente, la serotonina y la melatonina.

Agua saborizada

Lavar muy bien las cáscaras de dos bananas y colocarlas en una olla junto con un litro de agua y una rama de canela. Luego de que hierva, cocinar por unos minutos para que tome el sabor de la fruta. No es aconsejable agregar azúcar, miel u otro endulzante, debido a que se trata de una fruta naturalmente dulce.

Esta agua saborizada se conserva en la heladera por hasta cuatro días y es recomendada para contrarrestar la retención de líquidos, la hipertensión y las contracciones musculares que genera el consumo elevado de sodio, mineral contenido en la sal.

¿Mito o verdad?

Existe una creencia popular que dice que la cáscara de banana es un remedio casero para eliminar de una vez por todas las verrugas. Esas recetas que han pasado de generación en generación aseguran que tiene un resultado milagroso. Quienes lo han puesto en práctica dicen que las más efectivas son las de color verde intenso o ligeramente verdoso, y que sólo se debe cubrir la verruga con un pedazo de la cáscara. Una vez que esta cáscara se seca, se vuelve a colocar y se repite el proceso cuantas veces sea necesario. La humedad de la cáscara va quemando las verrugas y así podrás decirles adiós de forma natural.

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