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Graciela Pintos (repique), Alicia García (piano), Chabela Ramírez (chico) y Vilma Carrizo (bailarina), integrantes del Grupo Nosotras (1988).

Foto: Difusión

Montevideo Muntu, una exposición artística y a la vez colaborativa y comunitaria para celebrar la ciudad, sus raíces y su futuro afro

4 minutos de lectura
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Este jueves de tarde el Museo de las Migraciones inaugura una muestra, en el marco de los 300 años de la ciudad, que ahonda en un modo de habitar.

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Este jueves a las 18.00, en el Museo de las Migraciones (MUMI, Bartolomé Mitre 1550, esquina Piedras), se inaugura la exposición Montevideo Muntu, que busca visibilizar el carácter afro de la ciudad y propone revalorizar la construcción, el habitar y la ciudadanía de las poblaciones afro en este entorno. Integra la agenda 2024 del MUMI, que lleva el eslogan “Montevideo de quien la vive y de quien la sueña”. De ese modo la temporada comenzó enfocándose en las identidades latinoamericanas, continúa con las identidades afro, seguirán luego las europeas y el cronograma anual culminará con los pueblos originarios.

Esta muestra presentará una mirada afro desde las personas que la construyen y de manera colectiva. Por eso, contará con la participación de más de 15 artistas afrouruguayos y afromigrantes y apuesta a que la ciudadanía sume sus fotografías.

La coordinación y producción corresponde al MuMi-Muralla Abierta, que funciona bajo la órbita de la Intendencia de Montevideo (IM), pero además la actividad cuenta con el apoyo de la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes, en particular de Leticia Rodríguez, del Municipio B, de la Dirección de Cultura de la IM, así como de Sebastián Suárez, de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República, quien viene desarrollando actividades de montaje en el MUMI.

El MUMI abre de lunes a viernes de 10.00 a 18.00 y los sábados de 10.00 a 16.00.

De los ancestros a los nuevos migrantes

El equipo curatorial convocado por Luis Bergatta, director del MUMI, integrado por la antropóloga Fernanda Olivar, el licenciado en artes plásticas y visuales Julio Pereyra y la historiadora del arte María Nela Lebeque, pensó, en el marco de las conmemoraciones de los 300 años de Montevideo, en celebrarla como una ciudad afro. “Para eso –explica Pereyra– tuvimos la idea de muntu, un término que viene de la filosofía bantú, un grupo étnico africano que durante la trata esclavista es uno de los que arriban en mayor número a América, específicamente al Río de la Plata. Nos gusta esta noción de muntu porque propone una relación, un vínculo de la persona con el territorio, con todo lo que contiene –con lo vegetal, con lo mineral, con lo animal–, pero también con los otros que están en ese territorio”. En ese cruce de disciplinas del que provienen, decidieron pensar a Montevideo como ciudad afro y como un enclave más de la diáspora africana.

“Desde esta idea de muntu tratamos de reconstruir una visión de la historia afro de Montevideo, no necesariamente de los afro en Montevideo, como si fuésemos un grupo particular y aislado, sino a Montevideo como una ciudad afro, y ver desde qué lugares esas señales de pertenencia se ven, se viven y se respiran. A partir de ahí, y desde una gran apertura que tienen el MUMI y la División de Cultura de la Intendencia de Montevideo, empezamos en noviembre pasado a pensar esta muestra”, agrega Pereyra.

El trabajo se desarrolló sobre tres ejes, aprovechando la disposición del MUMI en tres salas, más el espacio arqueológico techado: una de ellas fue dedicada a la identidad, otra a la resistencia y la tercera fue intervenida desde la noción de afrofuturismo, esto es, cómo soñar una Montevideo afro del mañana. Finalmente, en el área techada tendrá lugar una serie de actividades que se irán anunciando desde ahora hasta agosto.

No se trata únicamente de una curaduría que apunta a las prácticas artísticas contemporáneas. Según adelantan desde la producción, habrá una fuerte presencia sonora, ya que hay consenso en que la capital tiene una sonoridad afro, aunque “a veces no solemos prestarle la debida atención”, recalca Pereyra, y acota que “va más allá del candombe, que es una marca distintiva. Estamos muy orgullosos del resultado: le propusimos a Natalia Barrios, a Darwin Silva, a Romina Di Bartolomeo, a Daniely Benítez, a Martín Rorra y a Josega Trápani que generaran una musicalidad, un paisaje sonoro bien interesante: cómo desde su experiencia suena esa Montevideo que viven”. En esto, agrega, “fuimos bastante cuidadosos de no quedarnos sólo con la mirada de los nativos montevideanos, sino que también estamos atentos a las migraciones, a los movimientos de poblaciones, y esto nos lleva a pensar en el sonido desde la movilidad forzada de los primeros africanos que llegaron hasta las nuevas corrientes migratorias que llegan, especialmente desde el Caribe y otras zonas de América Latina. Montevideo siempre está abierto a recibir a la diáspora afro”. Los sonidos traerán entonces sones tropicales, tango, rock, jazz e incluso algunos de religiosidades difusas en prácticas habituales.

Hablando en concreto de la propuesta visual, que incluye fotógrafos, ilustradores, pintores y formas innovadores de representación, serán parte de Muntu artistas que se han hecho conocidos con un énfasis en lo étnico-racial, como Mayra da Silva, Fernanda Piñeirúa, Bruno Echar, Jairolh Portillo, Kilava y Ana Inés Rodríguez, entre otros. “El gran desafío que hemos tenido es que no queremos que la muestra sea algo cerrado”, indica Pereyra. Por eso está concebida como un elemento en construcción al que cada visitante puede sumar sus imágenes a la galería, ya que “con sus retratos vienen sus historias y podemos reencontrarnos con esas familias”, ya sea que provengan de Montevideo como que se hayan apropiado de este lugar. “Hay una serie de situaciones que se van reiterando de familia en familia”, apunta el curador. Los aportes se seguirán recibiendo a lo largo del tiempo de exposición.

Cabe decir que los tres curadores se reconocen como personas afrodescendientes, un dato que Bergatta tomó en cuenta a la hora de invitarlos a este proyecto. Dice Pereyra: “En las muchas conversaciones que tuvimos a lo largo de este período en el que fuimos armando la muestra, una cosa que quedaba clara es que el MUMI no quería contar la historia desde la posición del otro; no quería narrar por el otro. Por eso se conforma este equipo y se nos da la más amplia libertad dentro de las posibilidades que tiene el museo”.

Por supuesto que, en los tres casos, vienen además involucrándose con temas que abordan lo afro desde diversos enfoques. El campo de trabajo de Lebeque, de hecho, en los últimos años, está centrado en el Festival de Cine Joven Cubano, y mantiene una mirada atenta a las producciones cinematográficas del Caribe, a las producciones con población afro y originaria americana, con una mirada decolonial sobre estos asuntos. Por otro lado, Olivar y Pereyra trabajan en la Universidad de la República en diferentes espacios, si bien los reúne el Colectivo de Estudios Afrolatinoamericanos que desde 2018 existe en ese ámbito. “Hemos llevado adelante, junto con otros compañeros, en una propuesta que se consolida, la Universidad antirracista, una propuesta que aúna diferentes iniciativas y que termina de cristalizarse el 12 de octubre del año pasado”, subraya Pereyra.

Cronograma del 23 de mayo

  • 18.00: Apertura
  • 18.30: Oratoria
  • 19.00: Linaje - música y danza
  • 19.30: Comparsa La Facala.

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