En el Prado, en la esquina de Juan Carlos Blanco e Irigoitia, abrió Esquina Cantina, un bar con aires de parador, pero ubicado en una calle distintiva de uno de los barrios más tradicionales de Montevideo.
Esquina Cantina nació de la idea de tres amigos del barrio de crear un bar de tragos que también ofreciera algunos platos clásicos de la cocina uruguaya, en un ambiente descontracturado y casual. Facundo Dellacasa, uno de los socios, contó a la diaria que la búsqueda del local les llevó casi un año, hasta que finalmente encontraron el lugar, que terminó por inspirar el nombre del emprendimiento.
Explicó Dellacasa que, como vecinos del barrio, sentían que necesitaban “que de noche hubiera algo en esa esquina”. Así es que pusieron el foco “en darle al barrio lo que necesitaba”, pero sin que fuera “un restaurante de élite”, sino un lugar relajado en donde se pueda ir a comer un asado o una pizza, o ir a sentarse en la barra a tomar una cerveza.
Analizaron qué faltaba en el barrio a nivel gastronómico y decidieron ofrecer pizzería tradicional de horno de barro, fainá de orillo, pizza rellena, chivitos, asado y entraña. El enfoque de su gastronomía está en “siempre usar productos premium”, para llegar a la mesa con platos de excelente calidad. Para eso, emplean harina y salsa de tomate de origen italiano, carnes de exportación de tipo feedlot para el asado, además de lomo y pan de masa madre para los chivitos.
La llegada de Esquina Cantina se hizo notar en el barrio. Sobre una avenida de doble vía con palmeras en su cantero central y rodeado de árboles, el bar contrasta pintado de blanco con detalles de azul en la fachada, las mesas y la barra. Grandes ventanas envuelven el local y en ellas se destaca el nombre y los platos escritos con la técnica artesanal del lettering. Se puede disfrutar de las mesas del interior del local, los lugares en la barra o en las mesas de afuera que ocupan la esquina.
Esquina Cantina. Foto: s/d de autor, difusión.
“El diseño se basó en eso, en darle un color fuerte pero cálido al mismo tiempo, porque el azul radiante tiene esa calidez que impacta a quien pasa por la calle”, afirmó Dellacasa, quien explicó que el objetivo fue volver esa esquina lo más cálida posible y hacer que el público se sienta de vacaciones.
El 20 de diciembre abrieron a casa llena. “La respuesta del barrio fue alucinante. Es muy gratificante ver que nos acompañan de esa forma”, contó Dellacasa. Este miércoles 15 reabrieron, tras unos días de descanso a comienzo de año, y se incorporó definitivamente al menú: la parrilla, que incluye asado, entraña, chorizos y provoleta. Los cortes salen acompañados de papas fritas, ensalada de verdes o boniato al horno de barro.
La pizzería está a cargo de el Máquina, apodado así por su velocidad para sacar los metros de pizza. También hay muzza, simple o con gustos (aceitunas, panceta, jamón, palmitos y huevo), pizza rellena, figazza con muzza y fainá con o sin cebolla.
La oferta de tragos incluye vermú artesanal, gin tonic, Aperol, caipiroska, tintillo de verano, Cynar, negroni y whisky, además de cervezas, vinos y opciones variadas de bebidas sin alcohol.
Esquina Cantina, en Juan Carlos Blanco e Irigoitia, abre de miércoles a domingo de 19.30 a 2.00.
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