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Algunos apuntes de cara al debut

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Ya lo he dicho pero lo reitero, como introducción: nuestra selección sub 17 femenina está muy bien preparada: tiene orden, mejora su juego a medida que avanza el partido y –lo fundamental– cuenta con jugadoras muy valiosas en lo técnico y bien preparadas en lo físico.

Las objeciones iniciales ya fueron formuladas en otras ocasiones y ahora quedan en segundo plano.

Vistos los dos últimos partidos jugados y ganados, el 2-1 con México en Belvedere y el 3-0 frente a Sudáfrica en el Parque Capurro, se me grabaron modificaciones casi de detalle que, estoy convencido, le harían muy bien al equipo.

Voy al grano: Deyna Morales fue mediocampista titular y se ganó el honor de ser designada capitana. Luego perdió la titularidad y el capitanato. Llamada a entrar en la cancha con los partidos en marcha aparece muy recuperada, y es la jugadora más tranquila cuando tiene rivales cerca, manejando bien las combinaciones y las asistencias. Pensar en su titularidad en algún partido está en el orden del día, pero no debería ser en sustitución de Sasha Larrea o Karol Bermúdez, sino junto a ellas: Deyna en el medio con Sasha a su derecha y Karol a su izquierda. Ahí ya iríamos hacia un 4-3 defensivo que le daría más fortaleza y bloque a la defensa uruguaya. Pero, a la vez, al completar el 4-3-1-2, ese 1 que marca la existencia de una enlace libre y con panorama de derecha e izquierda le caería justo a Micaela Domínguez, la mejor en la promoción de juego creativo y atacante. Actualmente, la duraznense queda demasiado escorada a la izquierda. En su nueva posición pasaría a jugar con ambos perfiles, acentuando su versatilidad. Las que saldrían beneficiadas serían, aparte de todo el equipo, las dos delanteras: Esperanza Pizarro y Belén Aquino, las Suárez-Cavani del plantel.

Comprendo que este planteo es una utopía si pensamos en la formación inicial celeste. Allí la lógica impone que el entrenador, Ariel Longo, haga jugar lo que ha ensayado largamente, que en números de sistema es claramente un 4-2-2-2.

Lo que está, está bien, y quien define es quien está al mando.

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