Deporte Ingresá
Deporte

Aguada-Malvín. Foto: Andrés Cuenca

Quinta final entre Aguada y Malvín

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

21.15 - Palacio Peñarol <<

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Esta noche habrá punto de quiebre. Quien gane pondrá la serie 3 a 2 a su favor y quedará a una victoria de consagrarse campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB) 2017-18. Ni más ni menos.

Mirado desde hoy hacia atrás, Aguada llega a este quinto juego con un envión anímico y basquetbolístico más alto que el de Malvín. Primero, porque nunca es fácil remontar un 0-2 en contra. Pero más importante, aun, es de la forma que el aguatero lo hizo, con una goleada en la tercera final y con mucha contundencia en la pasada. Aguada ajustó cosas y ajustó bien: la marca en toda la cancha a Marcos Cabot -generalmente realizada por Federico Pereiras- le quitó orden a Malvín; los ajustes defensivos en los pick and roll entre Nicolás Mazzarino y su compañero de turno le han permitido al aguatero cubrir las descargas en los tiros exteriores; mejoró mucho la tarea en rebotes, tanto defensiva como ofensiva; y, mirando en ataque, tuvo el gran destape de Andrew Feeley, bien acompañado por el mercedario Demian Álvarez.

Malvín, si bien mejoró en la cuarta final, acusó recibo de la goleada anterior. Quedó lejos de su gran performance en los dos juegos iniciales, donde ganó con autoridad. En estas dos últimas derrotas -quitando la penosa labor defensiva de la tercera- a Malvín pareció faltarle esa rotación en ataque que tan buenos réditos le dio y le da. Salvo por el goleo de Mazzarino y algo del extranjero Harper Kamp, el resto no ha logrado influir para dañar al rival. A propósito de extranjeros: devolverle la confianza a Dominic McGuire también es tarea del colectivo playero.

Con todo, con ajustes y reajustes de uno y otro lado, nada mejor para definir la LUB: los dos mejores equipos del año.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el deporte?
Suscribite y recibí en tu email la newsletter de deporte.
Suscribite
¿Te interesa el deporte?
Recibí la newsletter de deporte en tu email todos los domingos.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura