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Demian Álvarez y Federico Pereiras, festejan el triunfo de Aguada, anoche, en el Antel Arena.

Foto: Sandro Pereyra

Con empuje, valentía y corazón: Aguada es el campeón de la Liga Uruguaya 2018-19

2 minutos de lectura
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Aguada le ganó 88-82 a Malvín la finalísima de la Liga Uruguaya de Básquetbol y es campeón por novena vez en su historia.

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Con gran juego en los cuartos finales, Aguada le ganó 88-82 a Malvín y se convirtió en el nuevo campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB). Es el noveno título para el aguatero. A esta Liga Uruguaya hay que sumarle la LUB de 2012-13 y los Federales de 1940, 1941, 1942, 1943, 1948, 1974 y 1976. Las enormes figuras de la noche fueron los extranjeros Zach Graham y Al Thornton. Hicieron 20 y 26 puntos, respectivamente, y definieron todas las bolas en el último cuarto.

Enorme mérito de Aguada, que tuvo un campeonato complicado, donde por momentos no encontró su mejor nivel. Los cambios de entrenadores le fueron dando la tónica. Primero fue Germán Cortizas, luego llegó Miguel Volcan, y entre los dos fabricaron las piezas del engranaje campeón.

Dentro de la cancha

La radiografía del primer cuarto fue cambiante. En el inicio Aguada fue arrollador. Puso un 8-0 con Andrew Feeley y Al Thornton consiguiendo puntos cerca. Cuando parecía que estaba para seguir de largo, cuando Pablo López estuvo a punto de solicitar un minuto de tiempo para corregir las cosas, Malvín remontó gracias a un triple y un doble de Elijah Millsap, más un doble de Marcos Cabot. Desde ese 8-7 en adelante se alternaron al frente del marcador. Sebastián Izaguirre aportó en ofensiva y Aguada se llevó el primer chico por uno, 21-20.

Si de paridad hay que hablar, cuando terminó el segundo tiempo cerraron 42-42. En el medio pasó de todo: Malvín ganaba por poco pero parecía mejor, sobre todo en defensa. Marcó bien cada cortina (a veces con ayuda, en otras sin cambiar de hombre) y eso provocó que Aguada no supiera romper la defensa y quedó expuesto a tirar desde lejos. El playero sacó 5 de distancia, su máxima hasta ese momento. Millsap y Blair fueron importantes en eso. Por el contrario, que Hátila Passos se cargara de faltas fue un problema para el azul. El brasileño llegó a tres personales, lo sentaron en la banca y Aguada encontró los puntos abajo del aro que antes no pudo.

Lo que sucedió en el tercer chico fue igual que en el primero, pero con los actores cambiados. Por Millsap y Blair, ambos siendo agresivos en el uno contra uno, en el arranque Malvín sacó seis de ventaja, 51-45. Por cómo estaban en cancha parecía que el playero estaba para irse. Pero no. Zach Graham apareció en todo su esplendor. Puso cinco puntos al hilo, desactivó la bomba y, además, contagió a su compadre Thornton. Éste, aprovechándose de la limitación en la defensa de Malvín por las faltas de Passos, hizo doler abajo de la tabla. Además, cuando lo cortaron con faltas no perdonó desde la línea del personal.

Al último cuarto entraron 63-59 arriba Aguada. Por lo que hicieron los dos, fue un regalo de buen básquetbol. En todo sentido: tuvo emoción, pelea abajo de los tableros, juego estratégico, versatilidad y virtuosismo individual. Lo agónico vino después: Malvín sacó 5 puntos de distancia, pero Aguada, tras parcial 8-0, pasó a ganar por 3. La mano caliente de Graham dejó el tanteador 76-73 a falta de 2 minutos y poco. Un triple de Nico Mazzarino empató en 76. Dos nuevas bombas de Graham pusieron a Aguada 81-77 restando 1’30. Hátila Passos metió doble y libre y Malvín se puso a uno, 81-80. Después de dos puntos para cada lado, Graham hizo arder las redes con un triple glorioso, de campeonato.

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