Con gran planteamiento colectivo y un par de individualidades desnivelantes, Estados Unidos derrotó 2-1 a Inglaterra en la primera de las semifinales del Mundial femenino y defenderá el título en la final. Hoy, a partir de las 16.00, Holanda y Suecia irán por el restante cupo. Hablar de Estados Unidos es hablar de la mejor selección femenina de los últimos años. En los números, en los títulos y en la cancha. Con la victoria ante las inglesas, las yanquis alcanzaron su 11º triunfo consecutivo en copas del mundo, la mejor racha de una selección en la historia. Además, las norteamericanas son las primeras en jugar tres finales seguidas: en 2015 fueron campeonas, en 2011 perdieron la final ante Japón. Ahora van por el bicampeonato, una cosa que sólo Alemania alcanzó cuando ganó las copas de 2003 y 2007.
Los goles entre estadounidenses e inglesas fueron todos en el primer tiempo. De arranque, a los 10, Christen Press ganó bien en el segundo palo y puso de cabeza el 1-0 para las yanquis. Inglaterra, que llegó poco pero fue efectiva, empató minutos más tarde con gol de la centrodelantera Ellen White. A los 30, Alex Morgan, una de las mejores jugadoras del mundo –si no la mejor–, también de cabeza, metió el definitivo 2-1.
En el segundo tiempo Inglaterra se fue arriba. Tuvo un penal a favor, pero la arquera Alyssa Naeher se lo atajó a la capitana inglesa, Stephanie Houghton. Fue un golpe anímico para ambos lados. Iban 84 minutos, Inglaterra quiso pero no pudo, Estados Unidos logró el máximo objetivo.
La otra mitad
Hoy estarán mano a mano las selecciones de Holanda y Suecia. Partidos son partidos y puede que se dé uno con cierta paridad, pero lo cierto es que las tulipanas llegan como las candidatas para seguir de largo y jugar la final con las yanquis. Tendrán que comprobarlo donde el fútbol tiene sentido: en la cancha.
Enfrente Suecia y su fútbol no tan técnico pero de mucho desempeño físico. Se puede dar un interesante duelo en el piso de arriba, porque tanto unas como otras son especialistas en la materia. A las 16.00, ponga la tele y dese el gusto.