Cerrito continúa mandando en la B

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Con un hombre menos durante buena parte del partido, Cerrito logró empatar y, con ese punto, mantuvo en solitario la punta de la Segunda División Profesional. Fue un muy buen rendimiento colectivo, sobre todo desde el minuto 22, cuando se fue expulsado el arquero Mathías Rolero –mano fuera del área–, lo que le posibilitó al Cerri salir con aire del choque ante Sud América. Mirado al revés, a la IASA se le escapó una gran oportunidad de sumarse a la punta bajando al líder.

El partido empezó divino con dos goles antes de los 15 minutos. El primero en abrir el marcador fue Cerrito. Julián Perujo, certificando aquello de la ley del ex, fue quien puso el 1-0 de penal. Perujo, en ese gesto que enaltece, no gritó el gol por su pasado en la IASA. Iban casi diez minutos. Uno más tarde, Marcos Camarda la encontró en el área y se llenó el botín de gol. Con esto como antecedente más la expulsión del Rolero, el juego pintaba como para tener más goles. Sin embargo, por muchas pretensiones, todo quedó en intención, nada más.

Tacuarembó-Racing jugaron en el norte e igualaron sin goles. El equipo montevideano, que tuvo las más claras pero careció de eficacia –hay que ver la de Líber Quiñones, que la tiró afuera pateando en el area chica–, perdió una buena oportunidad de ganar y sumarse a los de arriba.

Al que le llegó el primer triunfo fue a Albion. El decano había tenido buenos rendimientos, fue superior a sus rivales en algunos partidos, pero nunca podía lograr los tres puntos. Iba abajo en la tabla con una derrota y cuatro empates, igualdades que reflejan que tampoco le habían ganado mucho. Hasta que llegó el encuentro contra Juventud: fue 2-1 para Albion.

Pese a la victoria, la figura del decano fue su arquero, Washington Ortega. El de Tranqueras, Rivera, atajó absolutamente todo, incluido un penal en la hora que tenía pinta de empate. Antes y durante, el 1 fue excluyente para que su arco no fuera más veces vencido.

La contracara fue la mala tarde que tuvo su colega, Rodrigo Rodríguez. El golero de los pedrenses tuvo que ver en los dos goles que recibió: en el primero se le escapó una pelota llovida, con tanta mala suerte que rebotó en un rival, Diego Viotti, y se le metió por entre las piernas; en el segundo salió lejos del área, calculó mal el pique de la pelota –que en césped sintético suele ser más elevado que en canchas comunes–, la pelota lo pasó por encima y aprovechó el colombiano César Taján para llevársela y definir. Esos dos goles, además, dieron vuelta el marcador, porque quien había empezado adelante fue Juventud, gracias a un gol de contragolpe que metió Leandro Reymundez.

No menos importante para entender cómo va la tabla fueron los resultados del lunes. En aquel primer día de la sexta fecha las victorias fueron todas visitantes, más allá de que el único que salió del Charrúa fue Villa Teresa. El Villa, justamente, sacó una muy buena victoria 2-1 sobre Rocha en el estadio Sobrero. Además, Rampla Juniors venció por el mismo marcador a Villa Española y quedó en el segundo lugar de la tabla, y Central Español fue otro que ganó por primera vez: lo hizo 1-0 sobre Atenas.

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