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Los jugadores de de Palmeiras festejan el título de campeones de la Copa Libertadores 2021 en el Estadio Centenario de Montevideo.

Foto: Iván Franco

Palmeiras campeón de la Libertadores 2021

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En la final única del Centenario los paulistas derrotaron en alargue 2-1 a Flamengo.

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¡Salute campeón! En el viejo y querido Centenario, un equipo imbuido del espíritu de los grandes logros consiguió el título de campeón de la Libertadores, jugando con mucha seriedad, concentración y optimización de sus fortalezas. Ese equipo fue Palmeiras, que derrotó en alargue 2-1 a Flamengo con goles de Raphael Veiga y Deyverson, mientras que para los cariocas había empatado Gabigol.

¿Las expectativas apuntaban a que tal vez ganaría Flamengo por mayor cantidad de figuras, por un juego ofensivo impresionante, por un arquero de innegable calidad? Puede ser, pero nadie podía pensar que Palmeiras no le iba a dar batalla y hasta superarlo, cosa que sucedió por la coyuntura de los goles a los cinco minutos de cada comienzo, del partido y del alargue, pero sobre todo porque pudo contener al rival y controlar el partido hasta cuando le empataron y se venía la noche.

Empezó

Ustedes ya lo saben: no hay cambio táctico más importante que el gol. Cuando un gol llega a los cinco minutos de la final más importante que los clubes puedan jugar, todo el plan, el proyecto, las emociones que atravesaron desde hace casi un mes cambia dramáticamente.

Gol de Raphael Veiga del Palmeiras (1- 0), en la final de la Copa Libertadores 2021, en el Estadio Centenario.

Foto: Federico Gutiérrez

El gol inicial en la vigesimoprimera final de la Libertadores que recibió el Centenario, el estadio con más finales internacionales de clubes del mundo, fue de Palmeiras, a través de un contragolpe feroz, preciso y efectivo. Cuando, tras el remate de Raphael Veiga, la pelota hizo explotar las redes de la Ámsterdam, explotó también la emoción de esos 10.000 palmeirenses que estaban en esa tribuna.

El zaguero paraguayo Gustavo Gómez le metió un pelotazo paralelo a la línea desde 50 metros a Maike, que ganó en velocidad y la jugó hacia atrás, en donde estaba Raphael Veiga, mirando la inmensidad de la felicidad de la Ámsterdam.

Después fueron 40 minutos de ataque pausado y denotando cierta seguridad de Flamengo, cuya propuesta inicial antes del cambio táctico del gol a los 5 minutos era esta misma. Palmeiras transformó su línea de tres, en donde llamativamente apareció como defensa central y no lateral Joaquín Piquerez, en conglomerado de cinco defensores que controlaban a los cuatro, y casi cinco delanteros con los que Flamengo martillaba y martillaba para cambiar el destino del partido.

Es cierto que el ritmo del partido lo tenía Flamengo, y que por lo menos en un par de veces estuvo a nada de empatar, pero no menos cierto es que Palmeiras puso dos o tres contragolpes propiciados la mayoría de ellos por Rony, un especialista en aguantar la pelota y generar peligro.

Hinchada de Palmeiras en la previa al partido por la final de la Copa Conmebol Libertadores 2021, Palmeiras y Flamengo, en el Estadio Centenario.

Foto: Federico Gutiérrez

Otra parte

Buena parte del segundo tiempo fue más de lo mismo, aunque después del primer cuarto, jugado sólo en campo paulista, Palmeiras logró apenas sacárselo de encima a Flamengo.

Cuando ya iban 25 una doble pared entre Giorgian de Arrascaeta y Gabigol terminó en un zurdazo casi en paralelo a la línea que se convirtió en el empate. Cuando la pelota acarició las redes el goleador saltó la estática, se sacó la camiseta y se fue al medio de la Olímpica para abrazar a sus hinchas, y no conforme con ello después corrió rumbo a la Colombes para ofrendar el gol a los demás torcedores del Fla.

Otro cambio táctico, que agudizó lo que veíamos. Pasó Flamengo a ser un equipo atacante pero seguro y confiado, y Palmeiras, que aglutinaba gente en su campo, debería dar el paso para reconvertirse en un equipo más equilibrado en ofensiva si quería de nuevo buscar el partido y la copa.

Empujó y empujó el equipo de Río de Janeiro, pero no pudo hacer la diferencia, y así los 90 minutos terminaron 1-1, y al alargue.

Jugadores de Palmeiras festejan el título ganado en la final de la Copa Libertadores 2021 en el Estadio Centenario de Montevideo.

Foto: Iván Franco

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Dê alegria ao meu coração

Los del Palmeiras llegaron confiados, seguros, sus jugadores y sus hinchas. Ellos, los hinchas, unos 8.000, estuvieron buena parte del tiempo cantando una canción basada en la melodía de Fito Páez “Dale alegría a mi corazón”. Y Deyverson, recién ingresado, dinámico exultante, indomable, les dio la alegría a esos corazones y, como veremos después, no fue momentánea fue para siempre.

En la salida perdió la pelota Andreas Pereira, la perdió en el corazón del área y ahí se la robó Deyverson que se encaminó al arco contrario, se enfrentó a Diego Alves, y a pesar de que el golero de Flamengo se interpuso la pelota llegó a las redes para a los cinco minutos del alargue Palmeiras ponerse nuevamente en ventaja. Otro cambio, otro golpe para Flamengo, el equipo dirigido por Renato Gaucho, que esta vez tenía menos tiempo para digerir esta molestia, este dolor, y debía, ya con pocas fuerzas, lo que desgasta las habilidades, buscar superar a los paulistas que esta vez, a diferencia de los 90 minutos regulares, salió a jugar más en campo contrario.

Así entonces fue que se cerró la primera parte del alargue, y sólo quedaban 15 minutos o para aferrarse a la copa o para intentar dar vuelta el resultado. En cualquiera de las dos circunstancias era difícil, tensionados, cansados, nerviosos.

En ese último cuarto de hora el partido se quedó sin uruguayos en campo porque los internacionales celestes De Arrascaeta, en Flamengo, y Piquerez, en Palmeiras, fueron sustituidos porque no daban más.

Ese último cuarto de hora no fue de acuerdo a lo esperado de un ataque continuo de Flamengo, muy nervioso y desconectado hasta en ideas, como cuando tiraron un córner, en realidad dos, mientras el arquero iba a intentar cabecear.

Palmeiras estaba firme, seguro y ganador. Ganador de la Libertadores en la final 2021 que se jugó en el Centenario.

La tercera copa Libertadores de Palmeiras. Salud.

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