La noticia impactará: el Centenario, el primer gran estadio de fútbol de cemento armado para más de 40.000 personas de América Latina, el de la primera final de la Copa del Mundo, el de la primera final de Libertadores, el estadio donde se definió la primera Intercontinental, es el escenario que ha albergado más finales continentales e intercontinentales en todo el mundo.

En el viejo templo pagano del fútbol mundial se han decidido desde 1930 en adelante la mayor cantidad de títulos mundiales y continentales de clubes y, claro está, el mito se agiganta si sumamos torneos de selecciones.

Allí está el arquitecto Juan Antonio Scasso, por ese entonces a finales de 1929, director de Paseos Públicos de la Intendencia Municipal de Montevideo, director y proyectista del Field Oficial, donde estaría en disputa la primera Copa del Mundo y se consagrarían los primeros campeones. Cuando todavía la Jules Rimet no había llegado, los obreros y constructores del Centenario, en menos de nueve meses, lograron terminar esa maravilla impensada y posible en aquel Montevideo de 400.000 habitantes y crisol de nacionalidades, vanguardias y trabajo. Con 1.800 obreros trabajando en tres turnos durante las 24 horas, cuando un alemán, un eslavo, un español, un italiano o un ruso cargaban tres carretilladas, los uruguayos llevaban con frenesí y empeño el doble.

El 30 de julio de 1930 se jugaba en el Centenario la primera final de un Mundial. 30 años después, el estadio recibía su primera final de Libertadores y su primera Intercontinental. Así empezaba una impensada secuencia de gloria que tuvo su última estación hace diez años, en 2011, cuando Peñarol jugó la final con Santos.

El templo

Este relato comienza yendo a un estadio en Montevideo, pero no al Centenario. El viaje es justamente desde el monumento histórico al fútbol mundial al Campeón del Siglo el día que se estrenaron, en el estadio de Peñarol, Uruguay y Argentina. Vamos en un taxi con mampara. El chofer, tan joven como el fotógrafo, van adelante. Este escriba viaja atrás, con ciertas restricciones auditivas por el separador blindado, también por tímpanos un poquito usados. Los treintañeros van hablando de fútbol, pero no escucho bien como para meter cuchara hasta que, en un momento, cuando hablan del estadio y de la Libertadores, uno dice que es imperdible “porque creo que es la primera final de la copa en Montevideo”.

“¡¿Que qué?!”, les grito desde el cono del silencio, y golpeo la mampara como si el tachero me estuviese llevando en dirección contraria.

“¡No, muchachos!”, les digo, y sin pensar si esta gente será devota de la posición filosófica de #AndáAChequearlo, les encajo sin pensarlo: “El Centenario posiblemente sea el estadio que tiene más finales continentales de todo el mundo”. Para que vayan viendo, les digo, conociendo el impacto del dato: “Entre 1960 y 1971 en el Centenario se jugaron 11 finales de Libertadores”. Les podría agregar que en ese mismo lapso se jugaron además seis finales de intercontinentales, pero no es necesario: ya quedaron impactados.

Ya más tranquilo, les digo que en el Centenario se jugaron 20 finales de Libertadores, incluyendo varios partidos que no involucraron ni a Nacional ni a Peñarol.

Vista del estadio Centenario, el 17 de noviembre.

Vista del estadio Centenario, el 17 de noviembre.

Foto: Agustina Saubaber

Ninguno igual

El Centenario es el estadio en el que se jugaron más finales continentales de torneos de clubes. Desde 1960, el primer año de disputa de la Libertadores, se jugaron 20 finales de América y seis de la Intercontinental, que desde 1981 hasta el 2000 se disputó con único partido en el Estadio Nacional de Tokio, que por eso es el que secunda al Centenario en cantidad de finales de clubes.

El Estadio Internacional de El Cairo fue sede de 15 finales de la Copa de Clubes de la Confederación Africana de Fútbol. En la Copa de Asia, Corea del Sur es el país que albergó más finales, repartidas entre varias ciudades.

En Europa, tiene cuatro finales en su haber el Bernabéu en Madrid y también se jugaron cuatro en el Heysell de Bruselas, en San Siro en Milán, y cuatro en el Olímpico de Roma. Ni pican.

En 1960, Peñarol trajo, a triunfos e ingenio, la primera final de la Copa –fue ante Olimpia– y, unos meses después, la primera de las finales de la Intercontinental frente a Real Madrid. Repitió la historia en 1961, cuando por primera vez un club sudamericano se quedó con la Intercontinental después del triunfo de Peñarol sobre Benfica. Siguió en 1962, la primera vez que la ganó el Santos de Pelé. El único año que los uruguayos no pudieron ver ninguna final internacional en el Centenario en la década del 60 fue 1963.

En 1964 empezó la cuenta del más ganador de la Libertadores, Independiente de Avellaneda, que pasó por el Centenario en la final con Nacional y repitió en el 65 con Peñarol.

En 1966 Peñarol empezó a ganar su tercera Libertadores en la final con River Plate. En 1967 fue Nacional el que disputó la final frente a Racing de Avellaneda. ¿Podrán creerme si les digo que entre 1960 y 1971 hubo en el Centenario 11 finales de Copa Libertadores de América y cuatro de la Intercontinental?

Cualquier futbolero podía, año tras año, nutrirse de los más grandes espectáculos futbolísticos en el Centenario. En 1966, Real Madrid. En 1967 Racing fue el primer equipo argentino en ganar la Intercontinental frente a Celtic de Glasgow, en 1968 Estudiantes empezó una serie de cuatro finales en el Centenario en las que le ganó a Palmeiras, a Nacional en 1969, a Peñarol en 1970, y dejó la corona en 1971 con los tricolores después de la finalísima en Lima tras haber perdido en Montevideo.

En 1973 Independiente volvió a levantar la copa en el Centenario al ganarle a Colo-Colo; en 1977 Boca Juniors se quedó por primera vez con la Libertadores en Montevideo, y en 1981 Flamengo se consagró, también por primera vez, en una finalísima contra Cobreloa.

En 1982 y 1983 Peñarol trajo de nuevo la final al Centenario, y en 1987 y 1988 Peñarol y Nacional se la quedaron. La última vez que la Libertadores pasó por su casa, el Centenario, fue en 2011, cuando los carboneros definieron con Santos.

El Centenario fue la casa de los grandes ganadores locales, Peñarol y Nacional, pero también de enormes clubes del mundo que alzaron la copa por primera vez en su historia en el monumento histórico al fútbol mundial, como le sucedió a Boca y a Flamengo.

Desde la primera edición, en 1960, hasta 1987 hubo 13 finales de Copa Libertadores que se definieron en un tercer partido en sede neutral, pero de esas 13 finales seis no se podían jugar en el Centenario porque Nacional o Peñarol eran protagonistas. O sea que, de siete posibles finales sin clubes uruguayos, el Centenario albergó cuatro.

Foto del artículo 'Nuestro lugar en el mundo: el Estadio Centenario, el de más finales continentales'

Foto: Agustina Saubaber

¿Y estas?

Si a las 20 finales de Libertadores, a las seis Intercontinentales –cantidad suficiente para ser inigualable con cualquier otro estadio del mundo– les sumáramos otras tres definiciones de torneos continentales de la Confederación Sudamericana de Fútbol, como la Supercopa (Nacional en 1990) y la Conmebol (Peñarol en 1993 y 1994), la diferencia sería aún mayor con el único que se acerca, el Estadio Nacional de Tokio, que por cuestiones estrictamente comerciales albergó entre 1981 y 2000 las finales entre el campeón de América y el campeón de Europa.

Podríamos sumar también la Supercopa de 1969, ganada por Peñarol, o la Interamericana que ganó Estudiantes en 1968 ante Toluca, la de Nacional en 1972 ante Cruz Azul, la que los tricolores jugaron frente a Pumas en 1981 o la última de Nacional en 1989 ante Olimpia de Honduras. También fue final continental la Recopa de 1989 que Nacional le ganó a Racing de Avellaneda.

Sólo contamos finales de clubes, porque si no deberíamos incluir las de selecciones, siempre jugadas por Uruguay en el Centenario, el Mundial de 1930, los sudamericanos de 1942, 1956, 1967 y 1995, y el Mundialito de 1980, para concluir que ningún estadio en el mundo ha recibido finales de tanta importancia y jerarquía como el viejo y querido Centenario.

Nuestro lugar en el mundo.

Traigan copas, que finales sobran

1960 Libertadores (Peñarol-Olimpia) / Intercontinental (Peñarol-Real Madrid)
1961 Libertadores (Peñarol-Palmeiras) / Intercontinental (Peñarol-Benfica) Dos partidos en el Centenario
1962 Libertadores (Peñarol-Santos)
1964 Libertadores (Nacional-Independiente)
1965 Libertadores (Peñarol-Independiente)
1966 Libertadores (Peñarol-River Plate)
1967 Libertadores (Nacional-Racing de Avellaneda) / Intercontinental (Racing de Avellaneda-Celtic de Glasgow)
1968 Libertadores (Estudiantes de La Plata-Palmeiras)
1969 Libertadores (Nacional-Estudiantes de La Plata)
1970 Libertadores (Peñarol-Estudiantes de La Plata)
1971 Libertadores (Nacional-Estudiantes de La Plata) / Intercontinental (Nacional-Panathinaikos de Grecia)
1973 Libertadores (Independiente-Colo-Colo)
1977 Libertadores (Boca Juniors-Cruzeiro)
1980 Libertadores (Nacional-Internacional)
1981 Libertadores (Flamengo-Cobreloa)
1982 Libertadores (Peñarol-Cobreloa)
1983 Libertadores (Peñarol-Gremio)
1987 Libertadores (Peñarol-América de Cali)
1988 Libertadores (Nacional-Newell’s)
2011 Libertadores (Peñarol-Santos)