Natación | Lucía Dabezies debutará en los Juegos Paralímpicos

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Lucía Dabezies nada desde que tiene memoria. El tiempo de competencia comenzó hace un poco más de diez años, y así lo cuenta: “Empecé a competir en el Campeonato Nacional de Piscinas Abiertas de Uruguay. Es un campeonato para el cual se entrena únicamente en los meses de verano, de diciembre a febrero, y participan clubes de varios departamentos del país”.

Eso era la natación, una actividad de verano. Además, la excusa perfecta para reencontrarse con amigos y recorrer el país compitiendo. Lucía era buena y la situación se fue poniendo seria: “Hace poco más de dos años se me presentó la posibilidad de empezar a entrenar en invierno y con ello surgió la pregunta: ¿por qué no entrenar para tratar de clasificarme a los Juegos Paralímpicos?”.

Entró en escena Jorge Gnazzo, entrenador que comenzó a averiguar en el Comité Paralímpico Uruguayo las posibilidades de ingresar. Llevó su tiempo y hubo que esperar al cambio de directiva, pero lo lograron.

Nada sería fácil. Cuando salió en busca de torneos internacionales comenzó la pandemia. Una tras otra, se suspendían las competencias, hasta que en abril de este año logró viajar a Estados Unidos para participar en una etapa de la Serie Mundial en Lewisville. Fue la primera competencia internacional y la primera vez que representaba a Uruguay. No obtuvo la marca mínima, pero el tiempo que hizo estuvo muy cerca. Eso le valió una invitación para los Juegos Paralímpicos de Tokio.

Lucía tiene muy claro a qué va: “Mi principal objetivo es dejar a Uruguay lo más arriba posible y, como todo atleta, tratar de mejorar mis marcas. Siempre competimos con otros deportistas, pero creo que el principal contrincante es uno mismo: siempre hay que aspirar a superarse”.

Su entrenador está en la misma línea: “Mi objetivo es que Lucía pueda nadar entre las primeras diez marcas. Y mi sueño sería poder verla en una final”.

La preparación no es nada sencilla por varios motivos. Primero, los clásicos de un deportista amateur: combinar estudio, trabajo y entrenamiento. Además, la única piscina de 50 metros habilitada en Uruguay está en el Campus de Maldonado, así que Lucía va y vuelve una y otra vez desde Montevideo a Maldonado. Entrena una semana en Montevideo, una semana en Maldonado. Su entrenador aporta más datos de la preparación: “Hay un campamento de entrenamiento otorgado por la organización en el centro de alto rendimiento de Tokio, al que se puede ir siete días antes del comienzo de los Juegos”.

Hasta ahí las complicaciones en tiempos prepandémicos, ahora hay que agregar más elementos: “Por la pandemia estuve muchos meses entrenando completamente sola. Mi entrenador me mandaba por mail los trabajos y yo iba sola a la piscina a hacerlos. No es fácil, porque después de tanto tiempo la cabeza te empieza a jugar en contra, y no tenés a nadie que te marque los errores y te motive a seguir cuando ya no podés más”.