El tenista serbio Novak Djokovic anunció este martes que está dispuesto a no jugar los dos próximos grandes torneos con tal de no vacunarse contra el coronavirus, aunque reafirmó que no es “antivacunas”, sino que respalda el derecho de las personas a tomar sus decisiones.
A días de comenzar la temporada en el Open 500 en Dubái, el tenista habló con la cadena británica BBC y expresó que por el momento no tiene pensado vacunarse contra el coronavirus, aunque aclaró: “Tengo la mente abierta, porque debemos encontrar una solución para acabar con la covid-19”.
Consultado sobre si su decisión se mantiene a pesar de las normativas que rigen en los países anfitriones de los próximos torneos, como el Reino Unido con Wimbledon o Francia con Roland Garros, el tenista declaró: “No estoy en contra de la vacunación, pero mi cuerpo es más importante que cualquier título. Es el precio que estoy dispuesto a pagar. Yo defiendo la libertad de ponerme lo que quiera en mi cuerpo”.
El tenista también se refirió a la situación que vivió en Australia, luego de que fuera deportado y no pudiera participar en el Australia Open por no estar vacunado. “Estaba realmente triste y decepcionado por la forma en que todo terminó para mí en Australia”, dijo, y agregó: “No fue fácil”.
En Australia hubo varias idas y vueltas con el ingreso al país del jugador, que incluyó un pedido de apelación por parte del tenista que la Justicia rechazó y terminó en su deportación. La decisión que daba la razón al ministro de Migración Alex Hawke fue unánime entre los tres jueces y además fue ratificada por el Tribunal Federal, por lo que la deportación del jugador incluyó además el castigo de tres años sin poder ingresar al país. Así las cosas, el ganador histórico del Australia Open, con nueve títulos, estará impedido de participar en el primer Grand Slam del año hasta 2025.
El deportista llegó el 5 de enero a Melbourne y presentó una exención médica para jugar el torneo de tenis sin estar vacunado, ya que Australia sólo permite el ingreso a personas vacunadas o a quienes hayan tenido covid-19 en el último mes, como era el caso del tenista. Sin embargo, las autoridades de Aduanas le cancelaron el visado y lo detuvieron porque el jugador había declarado que no había viajado en los últimos 14 días previos a su arribo a Australia, cuando en realidad había ido desde Serbia hasta España.
Djokovic insistió en que su error en el visado no fue a propósito: “Absolutamente, el error de declaración de visa no se cometió deliberadamente”, y aclaró que el visado “fue aceptado y confirmado por el Tribunal Federal y el propio ministro en el Ministerio de Migración de Australia”.
“Entonces, en realidad, lo que la gente probablemente no sabe es que no fui deportado de Australia porque no estaba vacunado, o que rompí alguna regla o que cometí un error en la declaración de mi visa. La razón por la que fui deportado de Australia fue porque el ministro de Migración usó su discreción para cancelar mi visa debido a su percepción de que podría crear un sentimiento antivacunas en el país o en la ciudad, con lo que no estoy de acuerdo”, explicó.