Nacional apronta la fiesta clásica en su casa

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El Gran Parque Central se viste otra vez de gala. En esta ocasión, para recibir a Peñarol, su tradicional rival, por tercera vez desde su remodelación en 2005 y con las tribunas habilitadas y seguramente colmadas de gente, porque las entradas que se pusieron a la venta ya se agotaron de un lado y del otro. Es el primero que se jugará con público y la gente lo sabe.

Nacional llega entonado. Lidera cómodamente la tabla Anual con 59 puntos, y viene segundo en el Clausura, en el que acumula 12 puntos y está tres por debajo del líder, River Plate.

Hagan juego

En la cancha Pablo Repetto busca armar su mejor oncena. La baja obligada será la de Yonatan Rodríguez. El volante central, que se ganó el puesto de titular a base de enormes rendimientos, tiene un desgarro muscular desde el partido frente a Wanderers y estará de baja unas dos semanas más, como mínimo. Francisco Ginella y Diego Rodríguez pueden ser quienes ocupen ese lugar en el centro del campo tricolor.

Por obvias razones, el entrenador no podrá contar con Brian Ocampo ni con Nicolás Marichal: ambos jugadores firmaron con nuevos equipos, Cádiz de España y Dínamo de Moscú, respectivamente. Por lo visto en el último partido, Mathías Laborda es candidato para entrar desde el vamos en la zaga, mientras que Alfonso Trezza o Diego Zabala se disputarán el lugar de mediapunta que dejó Ocampo.

En el resto del equipo el director técnico no parece tener dudas. Vuelve Sergio Rochet después de perderse el último partido por haber acumulado cinco amarillas, también estará a la orden Leandro Lozano y es probable que juegue como lateral derecho. Después, la ventaja que tiene el bolso es que el equipo se recita de memoria.

Qué placer verte otra vez

La gran novedad en los albos para este clásico es la presencia de Luis Suárez en el mayor duelo del fútbol uruguayo. El Pistolero ya supo disputar partidos ante Peñarol: en su primera etapa en el fútbol profesional, Suárez jugó tres clásicos, en dos ocasiones fue titular y convirtió un gol.

Fue en agosto de 2005 que, con 18 años, el salteño enfrentó a Peñarol por primera vez en un partido amistoso que se disputó en España, en el que Nacional venció 3-1 y Suárez ingresó en los últimos nueve minutos. Su segundo clásico data de principios de 2006, ya jugando como titular, cuando el tricolor ganó por un gol. A mediados de ese año jugó el restante clásico, en el que marcó uno de los dos goles que sellaron el empate 2-2.

Suárez será la punta de lanza de un Nacional que llega enchufado. El salteño juega, hace goles, pero también arrastra marcas y eso les da lugar a sus compañeros. Además, como los que saben, es de los mejores asistidores desde que se vistió de blanco. Prueba de ello es el momento de Franco Fagúndez, muy motivado desde la llegada de Suárez y con quien ha demostrado entenderse casi a la perfección. Son, sin dudas, el punto alto de este Nacional.

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