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Primera etapa de la 51ª edición de Rutas de América, el 17 de febrero, en Maldonado.

Foto: Alessandro Maradei

Erlan Aita fue el ganador de la primera etapa de Rutas de América

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El ciclista brasileño que defiende al CC Tacuarembó llevaba años buscando el triunfo en una etapa de esta prueba.

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Erlan Aita tiritaba de frío debajo del techo de zinc en la puerta del Club Ciclista Fénix. No lucía como el heroico ganador de una etapa de Rutas de América de 127 kilómetros. Aunque si a la distancia le agregamos la baja temperatura, el viento y la lluvia, resultaba perfectamente comprensible que se abrazara a sí mismo, totalmente ensopado, buscando atrapar algo de calor. En su pecho, lucía la cara de Carlos Gardel sobre el fondo rojo y blanco de la malla del Club Ciclista Tacuarembó (CCT). Es la misma malla que les mostró a los fotógrafos con los dos brazos en alto al cruzar la línea de meta delante del pelotón que encabezaron Agustín Moreira y Pablo Anchieri, del Club Ciclista Cerro Largo y el Náutico Boca del Cufré, los que completaron el podio.

El 31 de enero el equipo brasileño Apuana le dio el pase a Erlan para volver a correr por Tacuarembó, por los colores del club que ya había defendido antes y que el año pasado no estuvo en Rutas de América. “Estoy muy feliz, es una victoria que busco desde hace muchos años y hoy se me dio; lo merecía”, dijo el brasileño a la diaria.

“Faltando 20 kilómetros, partí, me sentía bien, no miré para atrás y fui”, relató sobre el momento en el que salió del pelotón a cazar a los dos ciclistas fugados, a los que superó para quedarse con el triunfo. “El pelotón estaba muy político”, señaló sobre esos momentos de carrera, “no había acuerdo entre las partes y a mí me encanta andar solo”.

Primera etapa de la 51ª edición de Rutas de América, el 17 de febrero, en Maldonado.

Foto: Alessandro Maradei

Aita pasa seis o siete horas arriba de la bicicleta. Todos los días desde Brasil les manda a los referentes del equipo las capturas de pantalla con los datos de sus entrenamientos. Le gusta el ciclismo uruguayo porque en Brasil el público es frío, mientras que aquí disfruta de ver a la gente en las calles, aplaudiendo y vitoreando, dice. Dio la palabra de que correría una vez más con el equipo este año y el resultado rápidamente se hizo visible

“Es histórica para nosotros esta victoria”, dijo a la diaria Carlos Márquez, presidente del CCT que recuerda tiempos mejores, con otros triunfos, pero con equipos armados para ello. “Estos son todos amateur”, dice sobre los corredores de su club actualmente.

Las palabras se le alborotan, está feliz. “Hoy éramos tres”, comenta sobre los colaboradores que acompañan a los ciclistas. Él manejaba la camioneta y Miguel, a quien señala a su lado, el ómnibus. “Tenemos el ómnibus completo, con todo, tienen comida que se cocina ahí”, dice Carlos. Y el cocinero es el propio Miguel. “Para nosotros con esto ya está”, agrega el presidente, dando por cumplido un gran objetivo que trajeron a Rutas de América.

Primera etapa de la 51ª edición de Rutas de América, el 17 de febrero, en Maldonado.

Foto: Alessandro Maradei

Habló del sacrificio que hace él, a pulmón, junto con su familia y unos pocos colaboradores más. Vendieron rifas en el estadio Goyenola, cuando hubo partidos, para financiar al equipo. “A la gente de Tacuarembó le gusta el ciclismo, en cualquier carrera está lleno de gente”, señala Márquez, y mide a su departamento con otros de la región norte. “Pero llega el momento de poner y...”. Los puntos suspensivos los puso él, porque sabe que recolectar dinero no es fácil.

Por suerte, reconoció, este año algunos patrocinadores los apoyaron bastante en comparación con otros años. “Y ahora ¿sabés cómo está el teléfono? Rojo”, dice tras la victoria de etapa.

En el CCT se ilusionan, porque Aita se tiene fe para la contrarreloj el próximo viernes en Melo, y Miguel acotaba: “Tenemos otros buenos, hay algún otro que puede dar la sorpresa, pero no vamos a decir cuál”, manifestó en relación a sus corredores. “Capaz que mañana dejamos de ser tres y aparece más gente a ayudarnos”, bromeó Carlos antes de acercarse a la premiación del día. ¡Qué espónsor el triunfo!

Primera etapa de la 51ª edición de Rutas de América, el 17 de febrero, en Maldonado.

Foto: Alessandro Maradei

La lluvia siguió cayendo tras la llegada como durante gran parte del trayecto. Mientras tanto, colaboradores del Fénix corrían el podio, previsto para instalarse al aire libre, para adentro del salón donde Miriam Batista preparó desde la mañana el almuerzo (fideos con tuco) con el que esperó al equipo, con más de 30 comensales. Es tesorera del Fénix, el club en el que está desde niña, el club de su barrio. Sobrevivió a tres balazos, víctima de violencia familiar, y relató con orgullo que su historia aparecerá en un libro próximo a publicarse. Muy animada habló de finanzas, de esfuerzo y de lucha, todo eso con lo que acostumbra lidiar dentro de dicha sede. El club ofrece fútbol (baby, masculino y femenino), boxeo y canto con un grupo de mujeres de la tercera edad. Son pocos socios, el sustento no es fácil, y mucho se lo deben al alquiler del salón para cumpleaños.

Nadie solo

Cerca de ingresar a la ciudad de Montevideo, la caravana se cruzó en la ruta al presidente Luis Lacalle Pou –gran amigo de los malla oro, como es sabido–, aunque no llegó al Fénix para felicitar al líder del día. Para entonces, el pelotón llevaba un centenar de kilómetros pedaleando contra el viento y bajo copiosos chaparrones.

“Fue un día bastante duro”, contó Anchieri al llegar. “El nerviosismo de la primera etapa es habitual y le tenemos que sumar el clima que fue bastante adverso”, agregó. “Todo el pelotón la pasó mal hoy con el frío”, dijo Jorge Giacinti, ganador vigente de Rutas, en la edición 2022. “Por ahí no es tan baja la temperatura, pero venir de temperaturas altas y que de golpe esté así; se pasó feo”, confesó.

Además de los 10 grados y el viento, la lluvia ensució los lentes con los que muchos corrieron. “Uno pierde visión y queda todo bastante peligroso”, explicó Anchieri. Richard Daveri, de Cardona Wanderers, agregó otro peligro: “Con la calle mojada, la bici no frena”. No hubo caídas, pero sí hubo un fuerte desgaste para ser la primera etapa.

Primera etapa de la 51ª edición de Rutas de América, el 17 de febrero, en Maldonado.

Foto: Alessandro Maradei

“Mucho frío, mucha lluvia por momentos y el viento no nos dio reparo en ningún lado”, comentó Sebastián Colina, de Avenida Artigas de Guichón. “Tuvimos que pedir que nos hicieran café. Veníamos de días de mucho calor y hoy parecía un día de invierno. Se sufrió”, insistió Anchieri. Al llegar, los equipos esperaban a los ciclistas con ropa seca, bebida caliente y vehículos para poder irse sin demoras.

“Va a ser duro porque cruzamos el país del este al litoral, volvemos al centro y volvemos a ir al este”, opinó Nazario Pedreira, técnico de Náutico Boca del Cufré, sobre los nueve días restantes de competencia. “En este país las buenas rutas son las que van de norte a sur. Todos los caminos conducen a Montevideo. Las que cruzan el país son más o menos, pueden suceder imprevistos y ahí está mi prédica de que el equipo tiene que estar siempre agrupado. Es la prédica que yo tengo para la vida: siempre sacrificar lo individual para favorecer al colectivo. Acá nadie se salva solo”, enfatizó.

La clasificación general individual al término del prólogo y la etapa 1 la lidera Aita, por la bonificación obtenida con su triunfo de este viernes. Dos segundos detrás está el ganador del jueves, Matías Presa, y tres segundos detrás Sebastián Rodríguez, quien fue segundo el jueves y sexto el viernes. Diego González, de Náutico, tiene la malla de Cima, mientras que Jonathan Almada de Armonía de Fray Bentos, la de sprinter. Esto recién empieza.

Ahora se correrá entre Montevideo y Trinidad el sábado (185 km), cuando se concentrarán en la explanada de la Intendencia a las 7.30, y de Trinidad a Mercedes el domingo (133 km).

Erlan Aita, del Club Ciclista Tacuarembó, Agustín Moreira, del Club Ciclista Cerro Largo y Pablo Anchieri, del Club Ciclista Náutico Boca de Cufré, el 17 de febrero en el Club Fénix.

Foto: Alessandro Maradei

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