Liverpool y Defensor Sporting: una gran final

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El domingo desde las 16.00 se jugará en el Parque Viera la final del Torneo Intermedio entre Liverpool y Defensor Sporting. El título de campeón que dará un cupo en la Sudamericana –aunque los puntos en juego no sumen para la Tabla Anual del Uruguayo– se decidirá por puntos en los 90 minutos, o en la prórroga de 30 minutos, de ser necesario, o hasta en definición por penales, como ya ha sucedido dos veces.

Esta es la sexta definición de un torneo que se insertó en la programación oficial en 2017 y sobre el que había poca expectativa en cuanto a su desarrollo, algo que rápidamente se modificó cuando se fue advirtiendo que esos 21 puntos que pone en disputa cada uno de los 16 participantes del Uruguayo fueron modificando las posiciones de la Anual y del Descenso, y en algunos casos terminaron resolviendo posiciones.

Estos seis torneos que se han llevado a cabo desde 2017 –en 2021 no se pudo jugar porque no hubo fechas por las restricciones que impuso la pandemia de covid– han generado situaciones emocionantes e inolvidables, por ejemplo, para Liverpool, que en el invierno de 2019 pudo, después de 100 años de vida en las canchas, ganar un título de Primera División.

Son justamente Liverpool y Nacional los únicos clubes que tienen en sus sedes la copa del Intermedio. El negriazul, que con esta del domingo habrá participado en tres finales, lo ganó por penales ante River Plate en 2019, mientras que Nacional lo ganó tres veces haciendo más goles que su rival: 1-0 ante Defensor en 2017, 3-2 a Torque en 2018 y 1-0 a Liverpool, en tanto que la única que no se definió en invierno, la de la pandemia que correspondía a la temporada 2020 y se jugó en enero de 2021, se la ganó por penales a Wanderers después de un empate sin goles.

Desde su creación en 1900 el Campeonato Uruguayo ha sido el más importante de la competición futbolera oriental. En 1994 se estableció que cada una de sus dos ruedas serían campeonatos independientes pero que acumularían puntos para el máximo campeonato.

Casi siempre hubo en torno al Uruguayo otro tipo de competencias oficiales, como el viejo Competencia de principios de siglo, que desde el profesionalismo se extendió por décadas; el Torneo de Honor, que fue primero torneo en sí mismo y después la suma del Competencia más el Uruguayo; y ya en 1974, con la creación de la Liguilla, apareció la Liga Mayor, que de alguna manera es el antecedente más fuerte del Intermedio, debido a que si bien no sumaba puntos para el Uruguayo, daba puntos de bonificación para la clasificación a la Liguilla.

Si bien los torneos no se definen por su secuencia histórica, Liverpool quedará después de esta final con tres finales disputadas, apenas una menos que Nacional, y Defensor pasará a ser el tercero en más finales disputadas cuando en el Viera sume su segunda definición.

Belvedere

A pesar de que en la cuarta fecha de la serie B Liverpool contaba sus partidos como victorias, lo que llevaba a una proyección de posible finalista, fue Defensor Sporting el primero en tener el sello de finalista al conseguir en la sexta fecha ser el primero de la serie A. Liverpool, que antes de su quinto triunfo en la séptima fecha (1-0 ante Fénix) tuvo una derrota y un empate, debió esperar hasta la última para asegurar su lugar en la final.

El equipo de Jorge Bava, que dejó de ser jugador antes del Clausura 2021, se estrenó rápidamente como campeón en el Apertura 2022 y de inmediato fue finalista del Intermedio de aquel año, cuando cayó ante Nacional. Ambos equipos jugaron las finales del Uruguayo, en las que triunfaron los tricolores, y la Supercopa 2023, que fue para los negriazules.

En el Apertura, Liverpool tuvo mejores partidos que resultados y durante varias fechas no pudo contar con algunos de sus jugadores seleccionados sub 20, los que primero fueron participantes del Sudamericano y después estuvieron en el Mundial y en el proceso de trabajo anterior.

Ya para el Intermedio –con el campeonato empezado – se acoplaron los campeones del mundo a un equipo que logró una gran solidez defensiva, con Sebastián Britos en el arco y la fortaleza de Federico Pereira y Juan Izquierdo cuando lo hicieron en línea de cuatro, junto a Gastón Martirena por derecha y el paraguayo Miguel Samudio por izquierda, o en línea de tres, con Gonzalo Pérez, siempre muy bien acompañados por fuera por Martirena y Samudio.

En el medio fue estupendo el crecimiento del argentino Marcelo Meli, que bien acompañado al principio por Martín Barrios, Lucas Lemos y Gonzalo Napoli, y después acoplándose con Fabricio Díaz, fueron el motor de un equipo que ha tenido para el remate de las jugadas a Alan Medina, un gran momento de Ruben Bentancourt, al coloniense Rodrigo Rivero y desde su vuelta al determinante Luciano Rodríguez.

A pesar de que muchas veces en la temporada, y no tantas en el Intermedio, el equipo tuvo mejores partidos que resultados, en una concepción estéril para el hincha, porque los partidos se ganan por mayor cantidad de goles que el rival y no por mejor impresión en campo, siempre queda el rédito de la certeza y la seguridad que da soporte a un juego bueno y útil.

Hay una continuidad histórica en Liverpool desde hace años, que se alarga con el paso de los técnicos y la evolución de los jugadores que emergen desde las formativas. No son ni idénticos ni extremadamente parecidos los patrones de juego que desde 2019 han ganado o jugado finales con los de la cuchilla de Juan Fernández –Paulo Pezzolano, Marcelo Méndez y Jorge Bava–, pero sí se advierte una continuidad en esa exitosa línea de tiempo.

Un equipo firme pero que no se atrinchera, que saca la pelota jugada cuantas veces puede, que tiene la pausa para esperar o la ansiedad de llegar según la circunstancia y que arriba genera por todos lados.

Parque Rodó

Defensor, después de su impensado descenso y rápido y accidentado retorno, ha logrado estabilizarse entre los de arriba con Marcelo Méndez, que llegó en la quinta fecha del Apertura 2022.

Con un modelo parecido de juveniles promovidos desde las formativas y algunos jugadores experimentados, la viola metió Sudamericana, en la que quedó eliminado con Danubio, y un buen Apertura, cuando quedó en la tercera posición, lo que, sumado a su gran Intermedio, lo acercó a la punta de la Anual, en la que pudo haber quedado en la primera colocación de haber vencido a Peñarol.

A diferencia de Liverpool, la viola ha generado con más dificultades su patrón de juego actual y se ha establecido en una línea de cuatro delante de su joven arquero Matías Dufour, en donde Juan de Dios Pintado desequilibra por derecha, junto al segurísimo Sebastián Bosselli muy bien acompañado por Matías Rocha y con Nicolás Ojito Rodríguez por izquierda. En el medio se arma a través del eje central Gonzalo Freitas, que ha sido acompañado indistintamente para tratar de generar el juego hacia el argentino Fernando Elizari, y hacia los puntas y medias puntas, donde el tacuaremboense Anderson Duarte, a su vuelta del mundial, ha sido desequilibrante. No menos importantes han sido Joaquín Valiente o Adrián Balboa –quien se despidió del equipo–. Tampoco el campeón del mundo Matías Abaldo, que se fue recuperando de su problema de rodilla, y ahí está siempre el omnipresente Álvaro Chino Navarro con sus sienes platinadas de viejos y nuevos goles.

Final

Una final es una final, y tratar de encontrar la gloria de ser campeón siempre es un estímulo único e ineludible. La gente lo espera, los futbolistas lo sienten y la magia de una final inunda todo.

No es apenas algo intermedio, es el Intermedio, un campeonato en el que participan con lo mejor de su poderío los 16 clubes de la Primera División del fútbol uruguayo.

El que no la quiera, el que la minimice, seguro es porque no está, porque no se llama Liverpool o Defensor, que el domingo a la tarde en el Viera irán por la vuelta olímpica. ¡Quién pudiera!

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