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Cristian Barros (c) de Plaza Colonia, el 25 de setiembre, en el Parque Prandi.

Foto: Ignacio Dotti

La Copa AUF Uruguay sigue a pesar de todo

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El torneo ha sido rehén de otras disputas de poder, pero con pesadas bajas como las de Peñarol, Danubio y Wanderers.

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La tercera edición de la Copa AUF Uruguay, el torneo que vincula en competencia a todos los estamentos del fútbol uruguayo, se está jugando bajo las peores condiciones, pero se está disputando. Y eso es lo más importante a esta altura de las circunstancias de un certamen tan necesario como importante, que ha sido destratado por algunas instituciones que lo han tomado como rehén de otras situaciones de conflicto.

No se jugaron partidos y el común de los aficionados futboleros aprendió (o reconectó) con la sigla WO (walk over) para entender qué es lo que sucedió con los ausentes Peñarol, Danubio, Cerro, Progreso, Wanderers y Cerro Largo, que por su decisión de no presentarse a jugar el campeonato han dado la victoria 3-0 a los clubes que los esperaban para su partido de dieciseisavos: Piriapolis, Río Negro de San José, 18 de Julio de Fray Bentos, Rincón, Villa Española y Melo Wanderers.

La postura de estos clubes en tanto la copa no tiene premios deportivos y económicos -que ellos mismos han trancado- es mucho más que un daño colateral en la pugna de la Unión de Clubes con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF, Ignacio Alonso, y de la pugna Tenfield-AUF.

Esta tercera edición es infinitamente mucho menos que la primera, la propiciada por Jorge Casales y presupuestada y subvencionada por ingresos de la Conmebol, que se jugó con 76 clubes participantes, provenientes del profesionalismo de la AUF (primera y segunda), del fútbol aficionado de la AUF (primera amateur y D) y de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), con la participación de los 24 integrantes de la Copa Nacional de Clubes 2022. Incluso es inferior a la maltratada Copa Uruguay 2023, que terminó en 2024 con 80 participantes, que se dividieron en 26 de la OFI, 24 de las dos categorías amateur de la AUF, 14 de la Segunda División Profesional y los 16 de la Primera División Profesional.

En ambos torneos estuvo sobrevolando como premio deportivo, además del económico, la posibilidad de otorgar una clasificación a copas internacionales -tal como sucede en buena parte de los países que juegan este tipo de torneos- y la firme intención de que el campeón, que hasta ahora ha sido sólo Defensor Sporting, jugara en el inicio de la temporada la Supercopa Uruguaya.

La copa inconveniente

Esta tercera edición tiene menos participantes, no tiene más premio que el trascendente hito deportivo y además ha sido dañada por el desprecio de Peñarol, Danubio, Cerro, Progreso, Wanderers y Cerro Largo, porque, según Wanderers en un comunicado posterior al firmado por los clubes ausentes, y Defensor Sporting, que luego en palabra de su presidente Alberto Ward dijo que acompañaba el comunicado pero que jugaría el torneo, “la Copa Uruguay en su actual formato ha demostrado ser sumamente inconveniente para los equipos profesionales que participan. Es un torneo que tiene costos para los equipos (hay que recordar que en Uruguay se paga para jugar), que no genera ingresos adicionales y que según entendemos carece de atractivo para el público en general. Además, el reglamento que se propuso obliga solamente a parte de los equipos profesionales a competir, generando inequidad deportiva para aquellos que tienen que disputarlo y a su vez se encuentran en instancias claves de definición del Campeonato Uruguayo”, dice parte del comunicado. Agrega: “También la AUF incurre en un gasto desmedido para subsidiar parcialmente este torneo. La Asociación gastó casi 450 mil dólares en este torneo según el balance del año 2022 (el último presentado) [...] Wanderers y los clubes profesionales partidarios de no jugar esta Copa Uruguay estamos de acuerdo en buscar un formato diferente, que sea autosustentable, en diálogo directo con las partes que lo disputarían para ver si se puede conseguir lo propuesto. Si no fuera posible, sería mucho más conveniente entregar los casi USD 500 mil que se gastan en este torneo al fútbol amateur para que pueda aplicar sus propios planes de desarrollo”.

La última frase del comunicado bohemio resume un paternalismo sobre el fútbol del interior y el amateur que parece justamente estar en las antípodas del espíritu de creación y competición de la Copa Uruguay. “Dales 500.000 dólares y que se arreglen”, parece interpretarse de la recomendación de Wanderers.

Semántica y comunicación

El 7 de setiembre la Unión de Clubes emitió un comunicado que entró institucionalmente a la AUF el 9 de setiembre, en el que se señala que, “en referencia a la Copa Uruguay y ante las declaraciones públicas expresadas recientemente por el EC. Ignacio Alonso, reafirmamos nuestra posición de no aceptar la imposición de un nuevo torneo que ha sido presentado sin la debida consulta a los clubes profesionales de Uruguay. Exigimos una AUF transparente en la que no se nos impida la participación en la toma de decisiones. Asimismo, hacemos un llamado a que se respeten de manera absoluta los reglamentos y estatutos del fútbol uruguayo”.

También Peñarol, en un comunicado emitido el 12 de setiembre, explicita su sorpresa y reacción ante el “cambio” del torneo en el que, como en las dos ediciones anteriores, se incorporaba a la competencia en dieciseisavos de final: “El 19 de agosto, la Mesa Ejecutiva de la Copa AUF Uruguay nos informó, a sólo tres semanas del probable inicio de la misma y sin aviso ni consulta previa, sobre un cambio drástico en el formato del torneo. Este cambio redujo el número de equipos participantes y alteró los criterios de clasificación establecidos en ediciones anteriores. El 21 de agosto, nos enviaron el fixture para la fase de 16vos de final. En ese sentido, no se nos daban certezas sobre el calendario futuro de la mencionada Copa AUF Uruguay, lo que implicaba un riesgo y eventual perjuicio a nuestra participación en la Copa Conmebol Libertadores. Dado los antecedentes recientes, no nos hubiera extrañado que llegado el momento la AUF marcara instancias definitivas de la Copa AUF Uruguay superpuestas a las de la Copa Conmebol Libertadores y el Torneo Clausura, perjudicando una vez más a nuestra institución”.

¿A qué estamos jugando?

El “nuevo torneo” empezó a jugarse el 10 de agosto con la fase clasificatoria de los clubes de la Copa Nacional de Clubes, que expresamente pararon su competencia para dar inicio en su sector a la Copa Uruguay. La OFI pospuso sus partidos de cuartos de final de su más importante torneo, la Copa Nacional de Clubes A, para jugar estas llaves de la copa.

Tras atravesar dos fases, Atlético Bella Vista de Paysandú, Ferro Carril de Salto, Litoral de Paysandú, Bristol de Mercedes, Juanicó, Río Negro de San José, Piriápolis, San Carlos y Melo Wanderers de Melo, junto con 18 de Julio de Fray Bentos, fueron los diez clasificados de la OFI a dieciseisavos de final, mientras que las instituciones de la Unión de Clubes planteaban la idea de no aceptar la imposición de un nuevo torneo. ¿Cómo que los clubes de la AUF no juegan un campeonato organizado e institucionalizado por la AUF?

El campeonato ni empezó cuando se enfrentaron entre gallos y medianoches Torque y Paso de la Arena con un triunfo celeste 2-0, ni el de Walter Núñez fue el primer gol del campeonato, pues antes ya había habido 26 partidos.

Goles de escritorio

Los dieciseisavos de final comenzaron en la cancha con el mencionado triunfo de Torque, pero antes habían empezado con los partidos de escritorio por ausencia de Peñarol, Danubio, Cerro, Progreso, Wanderers y Cerro Largo, que perdieron 3-0 ante los que iban a ser sus rivales en el campo: Piriápolis, Río Negro de San José, 18 de Julio de Fray Bentos, Rincón, Villa Española y Melo Wanderers.

Después, Durazno Fútbol Club, el club que ya no es más de Durazno y es de Diego Forlán Corazzo (DFC), le ganó 2-1 a Uruguay Montevideo, Albion venció en San Carlos a San Carlos 2-0, Boston River derrotó a domicilio a Juanicó también 2-0 y Racing, en Mercedes, pudo doblegar a Bristol por penales después de haber empatado 1-1.

En el partido de mayor cantidad de público de esta ronda, Nacional aplastó a Frontera Renegades 5-1 en el Paiva Olivera de Rivera bajo lluvia, mientras que, en Fray Bentos, en donde hizo de local el Atlético Bella Vista de Paysandú porque el estadio Artigas está de reformas, Defensor Sporting derrotó 3-0 a los papales sanduceros y comenzó la defensa del título.

Este miércoles, también en el Liebigs de Fray Bentos, Litoral de Paysandú recibirá a Plaza Colonia a las 20.00. Restarán por jugarse los partidos entre Ferro Carril, que en Salto o Rivera deberá recibir a Oriental de La Paz, en un partido que ahora ha sido postergado para el miércoles 9, y Deportivo Colonia, que en el Alberto Supicci recibirá a Juventud de Las Piedras.

Lo que viene

Por los resultados en las canchas y en los escritorios han quedado armadas algunas llaves de octavos de final. En uno de los ramales se confirmó que el próximo rival de Nacional será el DFC, que Torque será local ante Río Negro de San José y que 18 de Julio de Fray Bentos por fin saldrá a la cancha para recibir a Rincón de Carrasco, uno de los equipos de la D. Resta por definir a quién visitará Piriápolis, si a Litoral de Paysandú o a Plaza Colonia.

En el otro ramal jugarán Villa Española ante Boston River y Defensor ante Racing, mientras que Albion espera por el ganador de Ferro Carril-Oriental, y Melo Wanderers por el que resulte triunfador de Deportivo Colonia-Juventud.

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