Bruno Cetraro clasificó a los Juego Olímpicos de París y festejó haber conseguido un objetivo que tiene desde que se inició en este deporte: “Fue un mimo al alma. Me quedo con todo el camino recorrido, con lo que crecí personal, física, mental y espiritualmente para llegar a este momento, eso es lo más lindo”, expresó el deportista en diálogo con la diaria.
Para el deportista, el trabajo para acceder a un cupo para París comenzó hace tiempo, específicamente cuando terminaron los Juegos Olímpicos de Tokio, cuando se trazó un nuevo objetivo para la cita olímpica en 2024. Comenzar a trabajar en un objetivo para un deportista significa comenzar con un entrenamiento enfocado en las instancias de clasificación. En el caso de Cetraro, esa planificación incluyó un trabajo extra por el cambio de categoría.
“Hace un año y medio tomé la decisión de cambiarme a categoría single” porque es como “un sueño que tengo desde pequeño. Poder hacerlo realidad es muy lindo, porque es recordar a ese niño chiquito que llegó con nueve años al Montevideo Rowing”. Bruno se sentó en una oficina y su entrenador le preguntó qué pretendía de este deporte. “Yo le dije que quería ir a un juego olímpico, sin saber todo lo que demandaría”, relató.
Ese sueño ya se hizo realidad, porque en la jornada del sábado el atleta uruguayo se aseguró un espacio con su nombre en las regatas de París, y ahora se enfrentará a la etapa final de preparación, lo que le implica estar cien por ciento enfocado en la instancia más pretendida por todos los atletas a nivel mundial.
Cetraro regresará el 21 de este mes a Sevilla, “a poner el foco en París”. “Hasta ahora era ganar los selectivos y el Preolímpico”, lo que sigue es París para llegar de la mejor forma. “Así como entrené todos los días para llegar a ese objetivo, a esa meta, ahora voy a entrenar duro para esto”, adelantó. “Las regatas son regatas, se ganan o se pierden, pero voy a dar el máximo”, finalizó.
Los Juegos Olímpicos comenzarán el viernes 26 de julio e irán hasta el domingo 11 de agosto.
Una historia
El remo estuvo presente en todas las ediciones de los Juegos, con la excepción de la primera olimpíada moderna, que se disputó en Atenas en 1896. La competencia en Grecia, que estaba prevista para ser celebrada en el mar, tuvo que ser cancelada debido a inclemencias climáticas.
Mientras durante buena parte de la historia eran sólo para varones, las pruebas de mujeres fueron incluidas oficialmente en el programa olímpico en los Juegos Olímpicos de 1976 celebrados en Montreal.
En el historial, Estados Unidos encabeza el medallero olímpico de remo con 89 medallas en total, 33 de ellas de oro. El británico sir Steve Redgrave, con cinco oros y un bronce, y la rumana Elisabeta Lipă, con cinco oros, dos platas y un bronce, son considerados el mejor remero y la mejor remera olímpica de todos los tiempos.
Para Uruguay, el remo olímpico es glorioso. En Los Ángeles 32, Guillermo Douglas ganó la medalla de bronce, lo que lo convirtió en el primer deportista latinoamericano en ganar una presea en singles. En Londres 48, las medallas llegaron por duplicado: por un lado, ganó plata Eduardo Risso, mientras que en doble scull el bronce fue para Juan Antonio Rodríguez y William Jones. En Helsinki 52, Rodríguez volvió a ganar un bronce, esta vez haciendo dupla con Miguel Seijas.
Resultados del Preolímpico
Cetraro se metió en los París 2024 tras ser segundo detrás del brasileño Lucas Verthein, quien era el favorito para ganar la carrera. El uruguayo, que hizo un tiempo de 7 minutos, 30 segundos y 60 centésimas, llegó a 6 segundos del ganador. Serán los segundos Juegos Olímpicos de Cetraro, tras el diploma olímpico que obtuvo en Tokio 2020 –en ese caso, en el doble, junto a Felipe Klüver–.
El resto de los remeros que estuvieron en Río de Janeiro en el marco del Preolímpico no pudieron conseguir la clasificación. Klüver y Franco Liuzzi terminaron quintos en la final del doble par ligero, y sólo había lugar en París para los dos primeros.
Nicole Yarzón, por su parte, iba por la patriada de clasificar una remera uruguaya por primera vez en una cita olímpica. Tras no poder meterse en la final A, Yarzón tuvo que conformarse con correr la final B, en la que fue primera.
Por último, Pedro Lezcano corrió en remo adaptado y terminó segundo, pero la plata no era suficiente para ir a París porque sólo iba el ganador.
El remo volverá a tener chances de clasificar algún bote más cuando se corran las últimas carreras de clasificación olímpica, que serán en Suiza a mediados de mayo.