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Ignacio Ruglio.

Foto: Martín Varela Umpiérrez

Dirigentes de Peñarol trabajan para que no haya público visitante ante Rosario Central

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El partido por Copa Libertadores fue calificado “de alto riesgo” por los hechos de violencia que ocurrieron en el primer encuentro entre los equipos.

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Desde que ocurrieron los hechos de violencia durante el partido entre Peñarol y Rosario Central en Argentina, en el primer encuentro entre ambos por la Copa Libertadores, el pasado 4 de abril, cuando los argentinos vencieron 1-0 por la primera fecha del grupo G de la Copa Libertadores, dirigentes de Peñarol trabajan para que no haya público visitante en el segundo partido entre ambos, el próximo martes en el estadio Campeón del Siglo.

La noche en el Gigante de Arroyito quedó marcada por los graves incidentes que se produjeron antes y después del partido, sobre todo en las tribunas.

En esa disputa, el conjunto local asignó a los uruguayos un sector para unas 1.000 personas, cuando se habían vendido 2.600 entradas. Muchos uruguayos no pudieron ingresar a ver el partido o directamente no tenían visión del campo de juego aunque estuvieran en la tribuna.

Además, minutos antes de que empezara el juego los argentinos ubicados en la bandeja de arriba comenzaron a tirar vallas de seguridad hacia el sector donde se encontraban los hinchas carboneros. A su vez, cuando finalizó el encuentro, un parcial de Central arrojó una piedra a la cancha que impactó en Maximiliano Olivera y lo lastimó en el pómulo –hasta ahora continúa recuperándose–. Ambos equipos fueron sancionados económicamente por la Conmebol, y a los rosarinos, además, les correspondió un cierre de cancha.

En las últimas horas Peñarol envió una carta a la Conmebol en la que plantea que el partido frente a Rosario Central del próximo martes por la Copa Libertadores, en el que el conjunto aurinegro será local, es considerado de alto riesgo. Contó, para afirmar esto, con el aval del Ministerio del Interior, que, tras los hechos ocurridos en Rosario, sugirió que el partido se dispute únicamente con hinchada local.

El conjunto mirasol tomaría la decisión de no vender entradas a los hinchas rosarinos para evitar incidentes, pero para eso tendría que pagar una multa a la Conmebol que podría fijarse entre 20.000 y 400.000 dólares.

Con respecto a la venta de entradas a los argentinos, este martes la Comisión Directiva del club tomará una decisión oficial, ya que están “terminando unas consultas con la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Comisión de Seguridad”, informaron. Rosario Central y la Asociación del Fútbol Argentino comunicaron a Conmebol que, si no reciben entradas, no les darán a los clubes uruguayos cuando visiten el Gigante de Arroyito.

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