Uruguay se sacó la mufa y, tras cinco caídas en fila, obtuvo su primer triunfo mundialista al vencer a Irán con un cómodo 27-16 que se justificó de principio a fin, pese a que el entrenador Leonardo Puñales rotó al plantel en gran parte del encuentro.
Las celestes marcaron el trámite en el primer tiempo, con un parcial de 16-8 que duplica a uno de los rivales más flojos de la competencia. En el complemento, a tren controlado, mantuvieron la renta para quedarse con la victoria sin inconvenientes.
Camila Bianco, con 5 goles, fue la máxima anotadora uruguaya; Sabrina Golda, Rosina González y Paula Eastman convirtieron 4 cada una; Martina Campos aportó 3; Sabrina Grieco y Martina Barreiro sumaron 2 cada una, mientras que Catalina Tournier, Camila Barreiro y Julieta Pessina agregaron 1. La golera Agustina Modernell fue elegida como jugadora del partido, algo que ya había sucedido en la derrota inicial frente a Serbia.
La celeste había terminado en el último lugar de un grupo durísimo donde estuvo emparejada con Serbia, Alemania e Islandia. Tras ese resultado, pasó a jugar la Copa Presidente, que ubica a las selecciones entre el vigésimo quinto y el trigésimo segundo puesto.
En la serie cayó frente a Paraguay y Croacia, cerrando en el tercer lugar de la zona con el triunfo sobre Irán. Ahora espera por el tercero del otro grupo, que se definirá entre Kazajistán, Cuba y Egipto. Uruguay jugará su último partido de la competencia con el objetivo de alcanzar el puesto 29 del Mundial. Esta parte del certamen se está disputando en la ciudad de Maaspoort, en Países Bajos.