Rutas de América: se suspendió la segunda etapa

Editar

Rutas de América arrancó con todo: en la primera etapa ganó Juan Martín Echeverría, sanducero que corre para Cerro Largo, que quedó al frente de la clasificación general con un tiempo de 3 horas 35 minutos 35 segundos.

La segunda etapa se vio truncada por las copiosas lluvias que bañan el territorio uruguayo. Estaba previsto partir en la mañana del lunes desde la Plaza de Toros de Colonia y terminar en Mercedes, en un recorrido de 183 kilómetros. La etapa iba a comenzar a las 8.00, pero luego de varias esperas en un principio se postergó para el mediodía.

Finalmente, como las complicaciones climáticas persistieron, se actualizó nuevamente el horario de concentración pactado para 14.15, con la intención de largar una hora más tarde. La etapa comenzaría en las cercanías del puente Camacho, entre Carmelo y Nueva Palmira, por lo que el recorrido iba a ser más corto, aproximadamente de 100 kilómetros. La idea de recortar el kilometraje fue porque había tramos de la ruta anegados, con inundaciones en algunas zonas. Además, con la nueva hora de largada, se buscaba que la etapa no terminara en la noche.

Sin embargo, antes de que se cumpliera el horario para la concentración y debido a la persistencia de las lluvias -con alertas amarilla y naranja en varios casos-, se decidió cancelar la etapa.

Crónica de una suspensión anunciada

Ana Castex, secretaria del Fénix, el club organizador, y también secretaria de la carrera, dijo a la diaria que la idea de aplazar el horario de largada se empezó a manejar “desde las 6.30 [del lunes], que no paraba de llover. Se aplazó la primera vez una hora, la segunda otra hora más, y al ver que la situación no mejoraba y que había una alerta amarilla y la tormenta eléctrica era notoria, hubo una reunión entre las autoridades de la prueba, el equipo de comisarios, el equipo médico y [Policía] Caminera, que era la que nos estaba poniendo al tanto del estado de la ruta; ahí se decidió aplazarla para el mediodía”.

Llegaba la hora, la situación no cambiaba y, además, aparecieron las alertas meteorológicas de que la lluvia no cesaría en lo inmediato. Con esas circunstancias, y “ya que había trayectos que eran riesgosos, porque había un puente que era muy peligroso, el puente Camacho, se decidió correrla para la hora de la tarde y largar pasando dicho puente”, comentó Castex a la diaria, y agregó que los organizadores de la prueba “salimos directo para el punto de partida y en la ruta nos encontramos con que había pasos inundados, que la ruta estaba intransitable por momentos y la información que nos daba Caminera era que había pasos por los cuales íbamos a pasar, valga la redundancia, que también estaban cerrados”.

Con ese combo, se tomó la decisión de dejar sin efecto la etapa, una decisión que no fue fácil porque implicaba muchas cosas. Con pesar, Castex sostuvo que fue una “decisión en conjunto entre las autoridades de la prueba, el equipo de comisarios, los médicos y Policía Caminera. Cada uno desde su perspectiva y desde su lugar dentro de lo que es la competencia dio su opinión”, y se decidió lo que se decidió. “La realidad es que hicimos todo lo posible para continuar con la etapa tal como se había planteado”, enfatiza Castex, sobre todo haciendo foco en los compromisos que la organización asume: “Tenemos compromisos con intendencias, con sponsors, con marcas, y siempre se quiere cumplir, pero no al costo de la integridad de los ciclistas ni de la caravana”.

Continúa desde la etapa 3

Cuando la segunda etapa se suspendió, la mayoría de los equipos estaban yendo para el punto de partida fijado; de ahí, continuaron para Mercedes, que se quedó sin la llegada frente al club Remeros, en su centenario, pero oficiaba como ciudad de alojamiento para el descanso previo a la etapa 3, que este martes arrancará desde José Enrique Rodó y terminará en Santa Lucía tras recorrer 135 km.

.