Ruli, una muñeca que no tiene dueño, es la protagonista de un libro elaborado por la cooperativa Geduca para trabajar con niños en la deconstrucción de estereotipos y roles de género, el empoderamiento de la niñez y las relaciones libres de violencia. La edad del público al que se dirige abarca de los seis a los 11 años, pero desde la organización afirman que es un rango flexible, ya que alguna de las actividades propuestas puede servir para otras edades. El lanzamiento de la publicación se llevó a cabo el 14 de marzo en la Intendencia de Montevideo (IM), ya que el libro se hizo con el apoyo del fondo Fortalecidas, de la Asesoría para la Igualdad de Género de la comuna.
Dámaris Barragán, la responsable de la historia, contó en el lanzamiento que originalmente se había pensado en generar historias para las redes sociales, y ya estaba definido que la protagonista debía tener rulos y “pararse como una de las chicas superpoderosas”. En ese momento, Stefanía Yoshimoto, integrante del colectivo, se ofreció a dibujarla. Tiempo después, surgió la idea de volverla protagonista de un libro infantil y ello se consolidó a partir de la postulación al fondo de la IM. Así fue que, luego de muchas discusiones y trabajo en colectivo, tomó forma Basta de cuentos: las aventuras de Ruli. Según señaló Barragán, el objetivo de la publicación es “ser un disparador para que los adultos hablen con los niños” sobre los temas que se abordan. En ese sentido, explicó que se reivindica la igualdad de género y se cuestionan prácticas cotidianas que vayan en su contra.
Ximena García, una de las fundadoras de Geduca, comentó que el libro fue hecho con el trabajo voluntario de integrantes de la organización y que llevó un proceso de elaboración de un año y siete meses. Además, contó que tanto Barragán como Yoshimoto son educadoras y que, en ese sentido, la idea es que el texto pueda ser utilizado en centros educativos. Agregó que gracias al fondo de la IM se pudo imprimir 200 ejemplares que serán distribuidos en escuelas, pero la idea también es que pueda fotocopiarse y desde Geduca no descartan sacar otra edición con alguna editorial.
Con respecto al contenido, García adelantó que el libro cuenta con siete capítulos y que cada uno de ellos responde a un color de la bandera de la diversidad y a un tema. En uno de ellos se abordan los colores y en los restantes las familias, los juegos, las relaciones, las identidades y las expresiones de género y la diversidad.
Acompañamiento
García explicó que el libro está compuesto principalmente por preguntas y actividades para que sigan directamente los niños, a través de un personaje infantil que se expresa como lo harían sus lectores. En suma, el texto está acompañado de una cartilla que funciona como guía para los educadores que estén interesados en trabajar sobre el contenido. En el documento se aclara que como se trata de un libro didáctico, lo central no es el hilo de la historia, por lo que los diferentes capítulos pueden leerse en cualquier orden. Además, se especifica que se aspira a que cada capítulo “sea una oportunidad para dialogar y trabajar a partir de metodologías de taller, de participación y lúdicas”.
Además, la guía cuenta con un glosario elaborado por la organización en base a lecturas teóricas y discusiones colectivas, en el que, por ejemplo, se define al género como “el conjunto de actitudes, gustos, actividades, formas de vestir que se asignan a las personas según si son/se sienten niñas o niños” y que “estas asignaciones son producto de la cultura. En cambio, se define al sexo como “las diferencias biológicas entre hombres y mujeres” y se señala la existencia de dos sexos, el masculino y el femenino, aunque “también se encuentra la intersexualidad como una posibilidad más de sexo biológico”. Por lo tanto, se considera que “el sexo biológico es un continuo y no únicamente dos posiciones biológicas, fijas e inmutables”. Otros de los conceptos que se definen en el glosario son los de persona trans, orientación sexual, homosexual, diversidad, estereotipos, familia, patriarcado, heteronormatividad y expresión e identidad de género. Además, se especifica que “machismo y feminismo no es lo mismo pero al revés”, ya que “mientras que el feminismo es la búsqueda de la igualdad entre los géneros, el machismo supone la preponderancia del varón”.
El fondo
En la presentación del libro también habló Solana Quesada, de la Asesoría para la Igualdad de Género de la IM, quien elogió el trabajo de Geduca y valoró que jóvenes les hablen a otros jóvenes. Por su parte, señaló que desde la comuna reciben pedidos de talleres de género y que han coordinado con la organización para brindarlos. Dijo que el libro es un material “muy potente”, que puede servirles a los educadores para trabajar sobre estereotipos de género. Agregó que estos siguen persistiendo en las generaciones más jóvenes porque, más allá de que pueden haber cambiado sus expresiones, hay modelos que se siguen “imponiendo”.
Respecto del fondo Fortalecidas, Quesada contó que la iniciativa surgió en 2017 y apoya ideas de grupos que apunten al empoderamiento de las mujeres, que por no estar formalmente consolidados tengan dificultades para aspirar a financiamientos para los que haya que cumplir con muchos requisitos burocráticos. Detalló que el fondo se creó porque la IM recibía iniciativas a las que no tenían cómo ayudar, y dijo que, más allá de los resultados, también se valoran especialmente los procesos de trabajo. Por ejemplo, indicó que muchas veces se apoya a grupos para generar capacidades que permitan continuar trabajando.
Acerca del funcionamiento del fondo, Quesada contó que se hace una preselección de las iniciativas que se presentan y que se generan instancias de intercambio entre integrantes de los diferentes proyectos, donde se presentan mutuamente. En el caso de Geduca, si bien este año se conformó como una cooperativa de trabajo, desde 2015 funciona como una organización sin fines de lucro.
Una costumbre
En el lanzamiento, García contó que después de la difusión de la presentación del libro en las redes sociales, si bien recibieron muchos comentarios positivos, también hubo quienes insultaron a la organización. Como ya es habitual con este tipo de contenidos, hubo usuarios de Facebook que en la página de Geduca acusan al colectivo de tener ideas “degeneradas” y de querer que los niños “crezcan trastornados”. Al respecto, García se preguntó cuál es el miedo de estas personas y afirmó que ni con un libro ni con un taller es posible cambiar la orientación o la identidad de género de ninguna persona. Además, señaló que no pretenden que toda la gente eduque a los niños de una única forma. Por el contrario, el cometido de la organización es “cuestionar” la forma hegemónica de educar, que está “impuesta” a nivel social.