Bachillerato ya terminó sus clases y el 11 de diciembre lo hace ciclo básico, mientras que en primaria los niños tendrán hasta el 18 de diciembre, lo que significa distinta cantidad de días de clase presencial según la escuela y el grupo. Queda poco para terminar el 2020 y el colectivo de Familias Organizadas de la Escuela Pública exige a las autoridades de la educación conocer las perspectivas para el próximo año.
Con los datos actuales de coronavirus en el país se puede predecir que durante 2021 la virtualidad seguirá jugando un rol fundamental en la educación, al igual que los protocolos que establezcan los tiempos de presencialidad. El último cambio propuesto por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) fue reducir a un metro la distancia entre los estudiantes, y según el monitoreo que hacen las familias “muchos centros no han logrado la presencialidad plena ni aumentaron sus horas de clase”.
El Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) no ha publicado datos actualizados sobre la asistencia a clases por días ni horarios, y es en este sentido que el colectivo entiende “imprescindible un monitoreo semanal oficial de asistencia y que la información sea de acceso público”.
Según afirman en un comunicado, “urge tener un diagnóstico claro de la situación de cada escuela que no haya logrado la presencialidad plena ni el horario curricular completo, con equipos territoriales que evalúen las causas y sugieran las soluciones necesarias”. Además, sugieren revisar los protocolos para adecuarlos a las realidades y territorios de cada centro para que no “sólo puedan resolver su situación las escuelas con más fortalezas en infraestructura”.
En base a la experiencia en diversas escuelas, afirman que la autonomía de los centros educativos se transformó “en discrecionalidad de las direcciones e inspecciones. Muchas veces la autonomía que se pregona se confunde y se transforma en un ejercicio autoritario de la gestión. Las direcciones e inspecciones deben de tener además garantizados recursos para el cumplimiento de las medidas sanitarias y fundamentalmente directivas y orientaciones claras de las autoridades de la educación y las sanitarias para la toma de decisiones”, agregan.
Escuela se declara en emergencia educativa
La escuela 163 Galicia, de tiempo completo, del Prado, elevó una carta al Consejo Directivo Central en la que se declara en “emergencia educativa” debido a la situación particular que enfrenta el centro.
Según la carta dirigida a la consejera de Primaria Olga de las Heras, que asumió las tareas de comunicación con el colectivo, a pesar del último cambio del protocolo, “la escuela no ha podido aumentar la frecuencia ni la carga horaria”, por lo que “los niños han perdido 76% del tiempo de aprendizaje presencial semanal”.
“No nos hemos sentido lo suficientemente respaldados desde las autoridades para lograr las transformaciones significativas que se requieren. Desde la comunidad educativa hemos quedado con muy poco margen de maniobra ya que la mayoría de las propuestas presentadas han sido rechazadas. Es claro que se requieren recursos económicos, pero entendemos que no es el único factor porque se han elevado propuestas de ampliación edilicia que contaban incluso con apoyo de la Comunidad Gallega en Uruguay y tampoco prosperaron”, advierten en la misiva.
Además de solicitar un encuentro con las autoridades para discutir posibles soluciones en las próximas semanas y para comenzar a planificar el año próximo, el colectivo de esta escuela se suma al resto de las familias en la preocupación sobre cuál es la proyección que hacen las autoridades para 2021. En particular “les urge asegurar el retorno a la propuesta educativa y de cuidados integral que propone la modalidad de escuela de tiempo completo, con sus talleres interdisciplinarios, internivelares, con las actividades de educación física, artística, etcétera”.
Soluciones para 2021
De cara al próximo año, las Familias Organizadas de la Escuela Pública demandan soluciones a los problemas que enfrentaron en 2020. “Queremos conocer una planificación con recursos económicos que garanticen el derecho a la educación”, afirman en el comunicado divulgado el lunes.
Entre las dudas que esperan respuesta, las familias quieren saber sobre los planes para atender el rezago educativo que se generó este año, cómo van a ser las modalidades de aprendizaje híbridas y si se prevén horas docentes dedicadas a lo virtual, cómo se garantizará el acceso a internet y sobre todo cómo se va a garantizar la presencialidad de todos los grupos, incluso aquellos que trabajen en espacios chicos o sean muy numerosos.
Las familias resaltan los riesgos de que los niños pasen otro año sin asistir a clase presencial de forma completa y por eso demandan un “acuerdo nacional entre los actores de la educación” para gestionar las dificultades en educación que traerá el 2021.