“Sin lectores no somos nada”, afirmó la escritora Ana Solari, haciendo referencia a la importancia de los niños y niñas que hicieron que su novela 1930: el viaje fuera el libro más leído en 2023 en Biblioteca País.
El año pasado, la publicación se estrenó en el Museo del Fútbol en el estadio Centenario, justamente porque la historia parte del mundial jugado en Uruguay. Sin embargo, si bien la historia nace de ese hecho real, la narración entremezcla la realidad con la ficción y surgen conflictos que cuatro protagonistas adolescentes tienen que resolver.
Ahora, Solari se embarcó en un nuevo proyecto: 1930: el origen. “Se complejiza un poco más, porque es en dos tiempos, el barrio Peñarol en 2030 y en 1930, y el lugar cobra un rol protagónico”, manifestó este martes en el Archivo Nacional de la Imagen y la Palabra del Sodre, donde, junto a Ceibal, lanzaron el segundo tomo de la novela.
En la instancia también estuvo presente el presidente de Ceibal, Leandro Folgar, el ministerio de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, la presidenta de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Virginia Cáceres, y Juan Marrero, director del Centro de Transformación Digital de la Universidad Tecnológica (UTEC).
La nueva novela es un trabajo interinstitucional entre los mencionados organismos y también con la Secretaría Nacional del Deporte, justamente porque va más allá de las letras: pensada para estudiantes y docentes, se dio la bienvenida al universo “Desafío Profundo”, un proyecto transmedia, que extiende las ediciones a un libro, videopodcast y podcast y ya está disponible en la web bajo ese nombre.
En concreto, en un video de presentación señalaron que se trata de una trilogía transmedia compuesta por las siguientes opciones de seguimiento: “1930: el origen, como segunda entrega de la saga y sus expansiones; 1930: enigma centenario, un videopodcast con curiosidades históricas; 1930: the football cup, la versión cómic en inglés, también disponible en versión radionovela en Spotify; 1930: la aventura gráfica, nuevos retos, inventarios y acertijos; 1930: liga Minecraft, estudiantes de todo el país en busca de un lugar en la final de la próxima olimpiada de robótica, programación y videojuegos de Ceibal”.
Además, en setiembre se estrenará como obra de teatro y, por otro lado, el grupo editorial Penguin Random House publicará los primeros dos tomos de la novela. En 2025 estará disponible el tercero.
“Primero tuvimos un sueño, después desafíos, y después la constatación de que esto efectivamente funcionaba. Y como tantas otras cosas, si Ceibal con otros socios se pone detrás de estos proyectos, puede lograr cosas increíbles”, manifestó Folgar.
El presidente de Ceibal aseguró que el proyecto existe con un porqué, un para qué, un para quiénes y un con quiénes. “El MEC nos dió el porqué: un Plan Nacional de Política Educativa a través del cual tenemos que intentar que los estudiantes estén en los espacios donde suceden los aprendizajes”, esgrimió.
Sobre el “para qué”, Folgar señaló que la “razón” de Ceibal “como centro al servicio de políticas educativas, es el ecosistema de educación, pero nuestro socio fundamental es la ANEP, que nos da el espacio: Ceibal no es nada sin los docentes y los estudiantes”. “Sólo se hace realidad si los estudiantes aprovechan los contenidos y desarrollos tecnológicos a favor de sus aprendizajes”, agregó. En ese sentido, destacó a la UTEC como “socio permanente” durante el desarrollo del proyecto.
Por otro lado, dijo que “lo más interesante de todo esto es que ya sabemos lo que la motivación hace por los aprendizajes: y básicamente lo que queríamos probar es si existe un contenido generado desde la ANEP que pueda ser un vehículo para aprendizajes y consumido por múltiples plataformas, y la respuesta fue que sí”. “La sinergia es la única posibilidad de que esto nazca. No hay manera de que Ceibal pueda solo sin este respaldo y contención”, subrayó.
Por último, afianzó que “este tipo de contenidos reafirman la importancia de que exista Ceibal, porque en otros lugares es muy difícil producir este tipo de contenidos con el ecosistema como está”. Es que, de acuerdo a Folgar, no encuentran el “sentido desde una productora audiovisual o un autor, en generar todo desde cero. Pero una organización que está preocupada por innovar en la educación a través de la tecnología, favorece que estas cosas puedan existir”. “Lo que queda en evidencia es que estamos haciendo historia en un montón de cuestiones, y se quiere estudiar por qué los estudiantes se involucran”, finalizó.
En conjunto
“Desde todo el sistema educativo internacional y nacional tenemos el mismo desafío: ver cómo adaptamos la educación a los tiempos que corren”, manifestó, por otro lado, Marrero. Al igual que Folgar, enfatizó en que “sin duda que UTEC y Ceibal son amigas desde hace mucho tiempo”, y contó que cuando desde la organización les plantearon la idea del proyecto transmedia, les “partió el cerebro”. “Nos permitió aportar un granito de arena, no sólo para que los estudiantes sean protagonistas del aprendizaje a través de algún instrumento digital, sino también para trabajar en equipo y fortalecer los lazos institucionales”, resumió.
Para la presidenta del Codicen genera “mucho orgullo” que, como uruguaya, se puedan ver “estos productos de calidad, de nuestro sistema educativo público y para nuestro sistema educativo público”. Asimismo, apuntó a que tiene un “impacto pedagógico, que está alineado a la transformación curricular que estamos llevando adelante y que busca generar contenidos que resulten de interés para los estudiantes y los docentes, retroalimentando ese vínculo”.
Da Silveira fue el último en tomar la palabra. Uno de los puntos destacados por el ministro fue la “integración entre lo nuevo y lo viejo”, ya que lo consideró como una de “las claves para enriquecernos a todos”: “Estamos rodeados de tecnología, pero lo que une a esta novela transmedia, el cemento que hace que todo esto funcione, es una de las cosas más viejas del mundo, que es contar historias”, esgrimió.
En último lugar, resaltó la integración institucional, ya que para el ministro, “al final lo único que importa son los docentes, los estudiantes y que se generen aprendizajes”, y también la integración de lo que está por fuera de lo educativo para “sumar”, como “el fútbol o el ajedrez”. “Hay un mundo ahí afuera que es el que vivimos, integrar todo eso, pero sin perder el norte, que son los docentes, los alumnos y el aprendizaje”, concluyó.