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Centro de cuidados para hijas e hijos de funcionarios, docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias de la UDELAR.

Foto: Federico Gutiérrez

Las tareas de cuidados constituyen una de las principales barreras para el avance académico de las mujeres en Uruguay

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Así lo revela un estudio presentado esta semana por la Mesa Interinstitucional Mujeres en Ciencia, Innovación y Tecnología.

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La desigual carga de las tareas de cuidados que recae sobre las mujeres es una de las razones por las que persisten las brechas de género en el ámbito académico, según un informe de la Mesa Interinstitucional Mujeres en Ciencia, Innovación y Tecnología (MIMCIT) presentado el miércoles. Dedicarle más tiempo que los varones a este trabajo no remunerado hace que las mujeres experimenten más retrasos en sus trayectorias académicas y que tengan menor acceso a los puestos de toma de decisiones.

Durante la presentación del estudio, en el marco del Día Internacional de las Mujeres y Niñas en la Ciencia, la representante de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad de la República (Udelar), María Goñi, dijo que las mujeres se encuentran con un “techo de cristal invisible” mientras transitan sus carreras. A su entender esto se debe, en parte, a que las instituciones educativas no adaptaron sus estructuras jerárquicas a un modelo en el que la maternidad o los cuidados no constituyan barreras específicas. La progresiva instalación de espacios de recreación y cuidados para hijas e hijos de estudiantes y funcionariado de la Udelar, que ya funcionan en nueve facultades, muestra un primer paso en esa dirección.

Al mismo tiempo que señala las desigualdades en el ámbito de la academia, el informe sugiere acciones para revertirlas. En este sentido, recomienda la promoción de más becas de estudio en áreas como ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, y la inclusión de niñas y mujeres jóvenes.

El trabajo de la MIMCIT se basó en el método SAGA, un proyecto que lanzó la UNESCO en 2015 para contribuir a la participación y visibilización de mujeres y niñas en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. ¿Cómo? Ofreciendo a gobiernos e instituciones una batería de herramientas para el diseño de políticas públicas que reduzcan las brechas de género en estas disciplinas.

El método encontró terreno fértil en la MIMCIT, creada en 2016 por iniciativa de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el Instituto Nacional de las Mujeres y la Facultad de Ingeniería de la Udelar, con el objetivo de fortalecer y proponer políticas públicas para el desarrollo científico, tecnológico y la innovación con perspectiva de género. Hoy la mesa está integrada por más de 15 organismos, agencias e instituciones de Uruguay que trabajan en todas estas áreas.

“De acuerdo con los datos presentados en este trabajo, los esfuerzos realizados hasta el momento son insuficientes”, aseguró la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, durante la presentación, y agregó: “Se necesita continuar con el apoyo de la UNESCO para que estos datos tengan continuidad en el tiempo y ayuden a mejorar los indicadores actuales”. El titular de la OPP, Álvaro García, dijo, por su parte, que seguir trabajando en este tema “es fundamental porque, en materia de una visión de largo plazo del país, la transformación de las relaciones de género son clave”.

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