Dejar de usar el hiyab ha sido uno de los símbolos de la lucha de las mujeres en Irán contra el régimen, en el marco de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini, el 16 de setiembre, tres días después de ser detenida por agentes de la “Policía de la moral” que consideraron que no estaba usando el velo de forma correcta. El uso del velo es obligatorio desde la instauración de la República Islámica en 1979 y las autoridades iraníes están determinadas a que las mujeres cumplan esa norma.
En esa línea, la Fiscalía General de Irán exhortó a la Policía a “castigar con firmeza” a las mujeres que incumplan con el uso del hiyab . “El delito de la falta de uso del velo es uno de los crímenes más evidentes y las fuerzas de seguridad están obligadas a implementar las leyes”, sostiene el comunicado que envió la Fiscalía a la Policía iraní, según informó este martes la agencia de noticias semioficial Mehr y citó Efe.
El organismo también recordó que las penas por no usar el velo oscilan entre los diez días y los dos meses de cárcel, pero también se puede castigar con otras medidas, como “el exilio, la prohibición de trabajar o abandonar el país o la obligación de realizar servicios públicos”, entre otros.
La Fiscalía también sostuvo que “animar” a las mujeres a no usar el hiyab es un delito “peor” que no usar la prenda, ya que es un “prominente ejemplo de incitación a la corrupción” y se debe castigar con entre uno y diez años de prisión.
De acuerdo a datos de la organización civil Iran Human Rights, con sede en Oslo, en menos de cuatro meses de protestas desde la muerte de Amini, murieron alrededor de 500 manifestantes por la represión de las movilizaciones, y hay además 20.000 personas detenidas.