Ingresá

Bolsonaro y Salvini se juntaron para escrachar a los soldados brasileños que combatieron al fascismo en la Segunda Guerra Mundial

Menos de 1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

El plan inicial de ambos era arrojar huevos al monumento a los combatientes, pero finalmente desistieron de la idea porque “a pesar de estar equivocados, eran humanos”

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el líder de la Liga Norte de Italia, Mateo Salvini, se reunieron en la ciudad italiana de Pistoia, en donde hay un monumento a los soldados brasileños caídos cuando combatían en el bando aliado durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el encuentro, el político italiano destacó las “enormes coincidencias” que lo unen con el mandatario brasileño, entre las que destacó “el enorme coraje para desafiar lo políticamente correcto”. “Yo me pregunto: ¿qué otro mandatario de Brasil se hubiera atrevido a participar en este escrache a los soldados brasileños que vinieron a este país nada más ni nada menos que a desafiar al gobierno legítimamente constituido de Benito Mussolini?”.

Bolsonaro también hizo énfasis en la afinidad que siente con Salvini. “Tanto él como yo coincidimos en que estos bandidos que están homenajeados aquí contribuyeron a hacerle un daño tremendo a la humanidad, amputándole la última posibilidad que tenía de salvarse. Porque después de 1945 el mundo no volvió a levantar cabeza. Después del 2 de setiembre de ese fatídico año, el aborto, la homosexualidad y el comunismo avanzaron por el mundo sin nada que les hiciera frente”.

Inicialmente la idea de Bolsonaro y Salvini era arrojar huevos al monumento a los excombatientes, pero finalmente desistieron. “A pesar de estar equivocados, eran humanos, y por eso tenemos que tener piedad, tal como nos enseñó Il Duce”, declaró Bolsonaro.

¿Te interesa el humor de la diaria?
None
Suscribite
¿Te interesa el humor de la diaria?
Recibí el newsletter Humor en tu email.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura