La investigación contra el senador Gustavo Penadés por la presunta retribución a menores de edad a cambio de actos sexuales avanza con celeridad en Fiscalía. Ya declararon varias víctimas que señalan características similares en el accionar del legislador. Además, se sumó como indagado el docente de Historia del Liceo Militar que fue señalado como intermediario entre algunas víctimas y Penadés.
Soledad Suárez, abogada del Consultorio Jurídico de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, que representa a cuatro de las seis víctimas que tiene el caso hasta el momento, fue entrevistada por Desayunos informales, de Canal 12. Destacó que “la Fiscalía está trabajando muy seriamente” y que ya cuenta con “elementos muy contundentes” para que a partir de las declaraciones se pueda continuar la investigación del caso con solvencia.
Una vez que se levante la reserva de la investigación y las defensas puedan acceder a la carpeta fiscal, los dos indagados hasta el momento, Penadés y el docente de Historia señalado como intermediario, serán citados a declarar. Suárez no descarta que haya nuevos indagados a futuro.
Respecto de las similitudes en las declaraciones de las víctimas, dijo que comparten características en el modus operandi, lo que describió en “cómo me contacto, qué hago, cómo conquisto esa situación, cómo la logro, cómo logro callarla, cómo reacciono ante determinadas actitudes”.
El respaldo de Lacalle y Heber por “amistad”
Tanto Luis Lacalle Pou, presidente de la República, como Luis Alberto Heber, ministro del Interior, han respaldado a Penadés en más de una oportunidad. Uno de los argumentos centrales ha sido que creen en él por los años que hace que se conocen y la amistad que los une. “Le creo a él”, dijo Lacalle Pou el día después de que Fiscalía inició la investigación, y agregó que contaba con su “confianza” y “respaldo”. En el mismo sentido se expresó este jueves, cuando dijo que “sería un mal amigo si no le creo” y argumentó que “hace 30 años que lo conozco. Con la primera persona que lo denunció [Romina Celeste Papasso] no tengo trato. Les pregunto a ustedes; viene un amigo, que lo conocen desde hace más de 30 años, y los mira y les dice ‘mirá que yo no fui’. Me mira a los ojos y me dice ‘yo no fui, yo no hice nada. No es cierto’. ¿A quién le cree cualquiera?”.
Por su parte, Heber aseguró desde el inicio que “esto es una difamación” y, tras el avance de la investigación y la sumatoria de víctimas, continuó con su respaldo con el mismo argumento que utilizó Lacalle Pou, que se basa en la amistad. “Sigo respaldando y creo en la versión de mi amigo”, a quien conoce “hace más de 40 años” y tiene “la costumbre de no cuidarse la cara” y de “no tomar distancia de los amigos”.
Sobre estos respaldos y la amistad como sostén de la argumentación, Soledad Suárez señaló que “lo valoramos desde dos aspectos. Por un lado, creo que hay que ser empáticos con todos y que si alguien quiere a otra persona le puede costar asimilar determinadas cuestiones, y [se inclinará por] darle su voto de confianza hasta las últimas consecuencias. En este caso, se le suma otro aspecto, que es el institucional, y los roles y competencias de cada uno. Si la Fiscalía tiene como brazo articulador a la Policía, y tengo una declaración de un ministro que desde lo humano puedo entender..., pero es un tema”, ya que la Policía es auxiliar de la Justicia en las investigaciones penales, algo que ya le ha sido criticado a Heber.
“Esperamos y confiamos en que se mantenga cada órgano de lo que son sus competencias, priorizando sus funciones y dándole un mensaje de objetividad y compromiso diligente a la población, especialmente a la Fiscalía en la posibilidad de que actúe con autonomía”, planteó la abogada, que reafirmó que más allá de las declaraciones de los jerarcas, “el Estado tiene que asegurarle el trabajo con tranquilidad a la Fiscalía”. Y aclaró: “No digo que se haya afectado efectivamente, digo que esas declaraciones pueden generar una situación por lo menos en la opinión pública que no esté acorde con lo digo”.
En una línea similar se expresaron Mariela Solari, directora de la Unidad de Víctimas y Testigos de Fiscalía, y Magdalena García, psiquiatra especializada en violencia intrafamiliar y psicotraumatología. Ambas fueron entrevistadas por el programa Periodistas de Canal 5 y plantearon las dificultades de reconocer y asumir que una persona que comete un delito sexual es parte del entorno de uno. En este sentido, sostuvieron que muchas veces son amigos muy cercanos, un padre, un tío, un abuelo, alguien con quien se tiene un vínculo de décadas o una persona absolutamente funcional en la sociedad. Por eso, enfatizaron en que muchas veces a las personas cercanas a quienes cometen delitos sexuales les cuesta reconocerlo y asumirlo.