El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset admitió estar en Venezuela y dijo que no se entregará, aunque se mostró dispuesto a alcanzar un acuerdo a cambio de que liberen a su esposa, Gianina García Troche, que se encuentra en la cárcel militar de Viñas Cue. “Si en algún momento quieren llegar a un acuerdo conmigo, mis abogados pueden sentarse a escuchar, pero dejen a mi familia en paz. Yo sé que nada es gratis, pero digan la cifra y terminemos con esta farsa”, afirmó en un comunicado publicado este martes.
En el comunicado, Marset dejó un mensaje para Uruguay, Bolivia, Estados Unidos y Paraguay, en el que se refirió a su situación judicial y la de su esposa en cada uno de los países. Comenzó por Uruguay: “Me fui en el año 2018 y nunca más volví, no entiendo cuál es el deseo sexual que tienen conmigo. ¿Por qué no se ocupan mejor de los problemas del país y se olvidan de mí, que estoy lejos [desde] hace siete años?”.
Respecto de Bolivia, Marset reiteró el peso del narcotráfico en la economía de ese país y acusó a las autoridades de montar una causa en su contra. “El país se sustenta de eso, así que entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas. Tampoco hay una puta prueba contra mí ni [contra] mi familia, se inventaron un caso que estoy tratando de revertir con dinero, que al final de cuentas eso era lo que querían”, expresó.
En cuanto a Estados Unidos, Marset dejó ver el quiebre del vínculo con Federico Santoro Vasallo luego de que el uruguayo encargado de las finanzas del grupo se declarara culpable ante la Justicia estadounidense. “A esos malditos gringos no les tengo ni un pelo de miedo, les dejo bien claro [...] que yo jamás en mi puta vida ni siquiera he hablado de ustedes, para mí no existen. Lo que haya hecho el sapo de Federico Santoro mediante cuentas bancarias lo hizo él, ese no era mi trabajo. Si él se convirtió en sapo ahora, que tenga los huevos para asumir que ese era su trabajo. Yo no soy cambista; yo manejo mi rubro bien manejado y no me meto en los trabajos de otros. Nunca le pregunté ni siquiera cómo bajaba el dinero. Así que si lo hacía de Estados Unidos, China o Chile, como dicen, a mí me chupa tres huevos, a mí me chupa tres huevos, yo no lo hice, por lo tanto no he cometido ningún delito en los Estados Unidos, así que déjense de joderme”.
Marset dedicó un largo mensaje a Paraguay. Planteó que no tienen pruebas contra su esposa y acusó de corrupción a las autoridades de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
“Ustedes, malparidos que también viven del narcotráfico en gran parte de su país, respeten el narcotráfico, dejen de meterse con mi familia, tienen a la madre de mis hijos presa, sin ni siquiera una TV en su celda, aislada como si fuera una delincuente peligrosa, y esa mujer no ha cometido ningún tipo de delito en toda su vida, y ustedes lo tienen claro”, expresó, y se refirió a los cambios en la imputación en su contra, que comenzó con tres delitos y luego quedó sólo en el de lavado de activos.
“De ese puto lavado no tienen una sola prueba, porque nunca hubo lavado de dinero en su nombre. Como a mi hermano y mi cuñado, que les pusieron ‘lavado de activos’ por tener uno un auto a su nombre y otro una camioneta, son unos hijos de puta ustedes, eso no es lavado de activos en ninguna parte del mundo, si van a seguir haciendo una persecución a mi familia, más vale que tengan los huevos bien puestos, porque pelear con fantasmas es difícil, yo tengo media ciudad tomada, no voy a accionar porque sé que mi problema con tiempo y dinero lo voy a solucionar, pero ustedes me están agotando la paciencia”, advirtió.
“Ustedes manejan la droga que entra y sale del país, la Senad principalmente. Daniel Fernández, el director de la SIU [Unidad Especial de Inteligencia Sensible Antinarcóticos y Hechos Punibles Conexos], se sentaba a sacar cuentas (él más su gente de confianza) de cuántos kilos llevaba en las vueltas, sin el permiso de él las cosas no se hacían. Pero claro, como es del gobierno, es delincuente con diploma, nadie le hace nada. Si viven del narcotráfico, respeten el narcotráfico, sino [sic] les puede ir mal. Las únicas pruebas que tienen contra mí, y acepto que las tienen porque yo no soy mentiroso y tampoco me creo que gane dinero jugando al fútbol”, agregó.
Marset dijo que las pruebas que tienen en su contra no sirven en las causas y que la interceptación de la comunicación del Sky no sirve como prueba porque no se incauta el teléfono y parte de una intervención ilegal, en la que se rompe la cadena de custodia necesaria para validar la prueba en un juicio.
“Con tiempo y dinero solucionaré todos mis problemas. Agarrarme no me van a agarrar nunca, porque inteligencia tienen cero. Ustedes necesitan de sapos para capturar, y los míos, los que están a mi lado, son leales. Pueden ofrecer cien millones de dólares si quieren, ¡eso no me da ni un poquito de miedo! Creen que estoy en Venezuela, bueno, al menos aquí hay un presidente que tiene los huevos bien puestos y todo el gobierno es un narcogobierno, pero no lo niega ni le da poder a esos gringos. Acá se paran en la línea y se mantienen firmes. No son como los hipócritas paraguayos que le lamen los huevos a los estadounidenses pero trafican sin parar”, afirmó.
Marset sostuvo que existieron conversaciones entre sus abogados y la Fiscalía General de Paraguay para negociar su entrega a cambio de no procesar a sus familiares, pero las autoridades paraguayas no aceptaron. “Creo que vivo no les sirvo porque sé mucha cosa, arrastraría [a] muchos conmigo... Me prefieren muerto. Pero les doy un consejo de gratis: no peleen con fantasmas. A los de México los acorralan, a Pablo lo acorralaron, pero yo para ustedes soy un fantasma. Entonces mejor hagamos las cosas en paz. Liberen a la mamá de mis hijos que está sufriendo indebidamente, y también están sufriendo mis hijos por no poder estar con ella”.