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Maldonado

Luis Artola.

Foto: Natalia Ayala

Presidente de la comisión de obras de la Junta Departamental cuestionó medidas del Sunca en Maldonado

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“El reclamo está perfecto, pero hay formas”, dijo el edil nacionalista Luis Artola, para quien las acciones sindicales y los enfrentamientos entre obreros afectan la imagen del departamento ante los inversores.

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El empresario y edil nacionalista Luis Artola, presidente de la Comisión de Obras de la Junta Departamental de Maldonado (JDM), cuestionó los incidentes generados este martes 11 durante una ocupación que el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) realizó por algunas horas en el obrador del barrio Los Caracoles, destinado a realojar a las familias residentes en el barrio Kennedy.

En línea con las críticas de la Intendencia de Maldonado, que acusó al sindicato de violar un acuerdo para no intervenir obras sociales en el marco del conflicto nacional que desarrollan por múltiples reivindicaciones, Artola habló sobre el tema en una rueda de prensa, al terminar la sesión del legislativo departamental.

Para el edil, “está perfecto” que los trabajadores sindicalizados hagan sus reclamos, aunque esto no debe coartar la libertad de trabajo de quienes resuelven no sumarse a las medidas. “Hay formas” de pelear por derechos, “como sentarse a una mesa y llegar a un acuerdo”, opinó.

“Son reclamos al fin, pero de una manera no convencional dentro de una discusión que no es la normal y a la que no estamos acostumbrados, al punto de casi llevarlo a las manos y que debieran intervenir las autoridades”, añadió respecto de los enfrentamientos a gritos entre dirigentes del Sunca que este martes 11 exigían a otros obreros paralizar las tareas.

A su juicio, tales acciones provocan la “pérdida de las libertades y hay que tener un cuidado importante en eso. No es bueno para el departamento ni para la visión de Maldonado hacia afuera con los inversores”.

El conflicto departamental se enmarca en las medidas nacionales adoptadas por el Sunca en medio de las negociaciones de la décima ronda del Consejo de Salarios. Los paros sorpresivos, las ocupaciones y las asambleas distorsivas son definidas por los delegados de cada obra e incluyen la posibilidad de detener las tareas de hormigonado, algo que ocasiona fuertes pérdidas a las empresas y repercute en el envío de trabajadores a seguro de paro.

En el caso de Maldonado y Montevideo, el tenor de las medidas afecta mayormente a los grandes emprendimientos, pero mientras que en unos se aplica la medida de “hormigonado cero”, en otros la distorsión es más flexible. En medio de estos cortes, algunas constructoras de Punta del Este, Maldonado y La Barra han enviado a decenas de trabajadores a seguro de desempleo en la última quincena.

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