El primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, dimitió de su cargo tras la decisión del ultraderechista Geert Wilders de abandonar la coalición del gobierno, en la que tenía mayoría y gobernaba junto con otras tres formaciones de derecha, debido, dijo, a diferencias en el debate para restringir aún más las políticas contra el asilo.
El primer ministro neerlandés anunció que “cae” todo el gobierno, después de que los cinco ministros afiliados a la derecha radical PVV de Wilders presentaran su dimisión, lo que impide la continuación de un gabinete en minoría y aboca a Países Bajos a nuevas elecciones generales, un año y medio después de las anteriores.
En una rueda de prensa posterior a un consejo de ministros de casi dos horas, Schoof dijo que acudiría enseguida al palacio a presentar la dimisión al rey Guillermo Alejandro, y que, a partir de entonces, el gabinete pasará a ser “dimisionario”, lo que supone que sólo se encargarán de los asuntos en curso, dejando de lado los más controvertidos. Schoof subrayó que considera que la caída del gobierno fue “innecesaria e irresponsable”.
Wilders dinamita el gobierno
En un breve mensaje en X, Wilders anunció que “sin modificación del acuerdo principal de gobierno, el PVV abandona la coalición”, en referencia a su exigencia de agregar al acuerdo por el que se formó el gabinete en julio del año pasado un anexo con un plan de diez puntos con una serie de ideas para restringir la llegada de solicitantes de asilo a Países Bajos.
Ese anexo había sido hecho público por Wilders el lunes de la semana pasada, acompañado de amenazas con romper el gobierno “si no se logra en pocas semanas” restringir el acceso de refugiados, “cerrar las fronteras” a los solicitantes de asilo y reforzar la vigilancia fronteriza con participación del Ejército.
El domingo añadió aún más presión a sus socios al decir en X que abandonaría la coalición –el PVV es el partido más grande del gabinete– si los otros tres grupos –los liberales VVD, los democristianos NSC y el partido de los granjeros BBB– no planeaban apoyar “la mayoría” de sus propuestas.
Debido a esta amenaza, los líderes de los cuatro partidos mantuvieron una reunión el lunes por la tarde para pedir explicaciones a Wilders sobre sus palabras. La reunión duró poco menos de una hora y sus tres socios aseguraron que no se opondrán a los planes para restringir el asilo, pero dejaron la responsabilidad de ponerlos en marcha más rápido en manos de la ministra de Asilo y Migración, la ultraderechista Marjolein Faber.
Wilders dijo que no está de acuerdo con esa visión y que su percepción es que sus socios no tienen disposición de apoyar esas medidas, como el cierre de fronteras, “ahora mismo”. Y, tras tomarse la noche para pensar en si su partido, el PVV, se mantenía o abandonaba el gabinete, se decidió por la segunda opción, algo que ya se perfilaba la noche anterior cuando advertía que “esto no pinta bien” porque veía “un problema serio” para su partido.
El martes de mañana, los cuatro socios volvieron a reunirse, pero 15 minutos después Wilders escribió en X que sacaría al PVV de la coalición. El partido de Wilders había arrasado en las elecciones de noviembre de 2023, convirtiéndose en el partido más votado de Países Bajos con una campaña electoral centrada en promesas de restringir el asilo y la inmigración, pero no tenía suficientes escaños como para gobernar en solitario.
Después de varios meses de negociaciones, en julio de 2024, Wilders llegó a un acuerdo con tres partidos de derecha para formar gobierno, sin que él fuera el primer ministro ni tuviera ningún cargo concreto en el gabinete. El gobierno tiene cinco ministros del PVV y está liderado por Dick Schoof, un funcionario de carrera sin afiliación política.
Esta nota fue publicada originalmente en elMundo.es.